Moscú (EFE).- El presidente ruso, Vladímir Putin, se puso hoy el quimono y entrenó con el equipo nacional de judo, su deporte preferido desde niño, aprovechando sus vacaciones navideñas.
Putin entrenó en el tatami con el entrenador de la selección rusa, el italiano Ezio Gamba, que asumió el cargo en 2008 y con el que los rusos se colgaron por vez primera medallas de oro en unos Juegos Olímpicos (tres en Londres 2012).
El campeón olímpico, Taguir Jaibuláev, aseguró a medios locales que los judocas no habían recibido ninguna recomendación especial sobre dejarse ganar en sus enfrentamientos con Putin.
El entrenamiento tuvo lugar en el centro de alto rendimiento de equipos nacionales de Sochi (mar Negro), donde el jefe del Kremlin descansa estos días festivos.
También asistieron al entrenamiento el ministro de Deportes, Vitali Mutkó, y el presidente del Comité Olímpico Ruso, Alexandr Zhúkov.
Putin, de 63 años, ha confesado que, si tuviera el nivel para ello, le hubiera gustado competir como judoca en unos Juegos Olímpicos, aunque también es un gran aficionado a los deportes de invierno, como el esquí alpino y el jockey sobre hielo.
"Si dispusiera de tal posibilidad y si llegara a alcanzar el nivel necesario, competiría con gusto en el programa de judo. Es el deporte que llevo practicando casi toda mi vida", dijo.
Putin, que recibió hace tres años el octavo dan de judo, se inició en ese deporte a los 11 años, lo practica activamente, es cinturón negro e incluso ha escrito un manual sobre ese arte marcial.
"El judo no solo significa buena salud, fuertes músculos y dominio de las técnicas, sino también nobleza, tolerancia y ayuda mutua, por lo que sus principios fundamentales se corresponden plenamente con los de una sociedad tolerante", manifestó en una ocasión.EFE