Redacción Deportes, 20 abr.- Rafael Nadal se quedó fuera de la final del torneo de Montecarlo que conquistó en once ocasiones al ser superado hoy por el italiano Fabio Fognini, quien la disputará este domingo ante el serbio Dusan Lajovic.
El tenista de San Remo, de 31 años y decimoctavo jugador del mundo, logró su cuarto triunfo (6-4 y 6-2) sobre el español, en los quince enfrentamientos que han protagonizado.
Incómodo por la virulencia del viento en la pista central del Montecarlo Country Club, Nadal no se sintió a gusto en ningún momento del partido en un torneo que ha ganado en once ocasiones, las tres últimas de forma consecutiva.
La amenaza que planeó sobre Nadal en cuartos de final, cuando este viernes el argentino Guido Pella le llevó al límite, le puso sobre aviso en Montecarlo y finalmente hoy puso fin a su racha de dieciocho victorias seguidas y veinticinco sets ganados del tirón.
Los errores marcaron el inicio del duelo ítalo-hispano. Cuatro roturas de saque en los cinco primeros juegos delataron las imprecisiones de ambos tenistas, sobre todo con el servicio.
Tras ello, Nadal dio la sensación de tener controlada la situación cuando se situó con 3-1 y el saque. Pero el transalpino, que no ha jugado final alguna en lo que va de curso, enmendó la situación y llevó el parcial a 4-4. Ganó los dos siguientes y cerró el primer set.
Lejos de desacelerar, el italiano apretó el acelerador y encontró en el segundo set su mejor tenis ante un desdibujado rival, incrédulo en un escenario que le coronó en tantas ocasiones.
El italiano se apuntó ocho juegos seguidos para cerrar el partido de forma contundente ante un adversario que ofreció su peor versión, especialmente sobre la superficie en la que tanto tiempo ha reinado.
Fognini disputará su primera final de la temporada y lo hará también ante un primerizo en un Masters 1000, el serbio Dusan Lajovic.
Este eliminó a su vez al ruso Daniil Medvedev, décimo favorito del torneo y 14 del ránking mundial, en dos set: 7-5 y 6-1 en poco más de hora y media de partido.
El tenista serbio nunca se ha visto en una circunstancia parecida y menos en un Masters 1000, por lo que de la capacidad que tenga para controlar sus emociones dependerá mucho su rendimiento en la final del torneo monegasco.