SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Las demandas del béisbol dominicano fueron enumeradas en una carta dirigida a Juan Francisco Puello Herrera, Comisionado del Béisbol Profesional del Caribe, enviada por Abraham Abukarma y Tabaré Enriquillo, de los Gigantes del Cibao y dirigentes del Consejo Regional de Desarrollo (CRD).
Ambos comienzan la misiva agradeciendo al dominicano Puello Herrera y asegurando que ellos y otros consideran “positivo y saludable” que “continúe por un nuevo periodo como Comisionado del Béisbol Profesional del Caribe”, para que logre lo que se demanda.
“Ha llegado la hora de impulsar un tan necesario Código Ético y Disciplinario donde se contemple, sin titubeos, la prueba antidopaje, el control del uso del alcohol, además los comportamientos que deben servir de marco en nuestros estadios y oficinas operativas”, se remarca.
Una vez instaurado ese Código, añade la carta, “todos los actores involucrados en la actividad deportiva, dígase equipos, directores y personal de los mismos, fanaticada, etc” deben asumirlo y acoplarse “plenamente” a todo lo que en él se disponga.
Ese es “el sentir de la población nacional, en especial de sus sectores deportivos”, y es el camino necesario para “seguir dando continuidad a la implementación de los planes y estrategias que (Puello Herrera) viene ejecutando de manera magistral, con el objetivo de conducir en el camino de la transparencia, de la modernidad, apegado a las nuevas técnicas que rigen el béisbol profesional”, se destaca.
“Las problemáticas que afectan a nuestras ligas del béisbol profesional del Caribe no es asunto de la responsabilidad exclusiva de la Confederación del Caribe y de su comisionado, sino que a lo interno de ellas se hace necesario implementar cambios, para dar pasos firmes junto con una armónica y planificada transición generacional, hacia una nueva mentalidad y visión, imponiéndose por tanto la transparencia, la modernidad y los nuevos sistemas que exigen los nuevos tiempos al béisbol y sus instituciones”, subraya.
Los cambios requeridos, prosigue el texto, “no se pondrán impulsar por la simple acción de cambiar a una persona por otra”, porque lo que se requiere es mantener “el rumbo hacia la renovación” lo que pasa por “una acción en conjunto soportada en una nueva visión y un enfoque estratégico muy bien planificado para su idónea motorización”.
Los lineamientos sugeridos son evaluados como “urgentes” y deben “ser implementados por parte de las diferentes ligas de cara al presente y futuro, acorde con los requerimientos que le hace la sociedad actual, así como también, de los avances éticos y disciplinarios, como de marketing y el orden moderno que se viene imponiendo el béisbol y otros deportes a nivel mundial”.
La carta concluye expresándole al Comisionado del Béisbol Profesional del Caribe que, “tanto las diferentes ligas y los dueños de sus equipos necesitan acoplarse a un nuevo pensar para tener como objetivo principal mejorar sus metas, para de esta forma ejercer el vital rol deportivo-social que requieren nuestras sociedades”.
Por lo mismo, se exige “un accionar que rebase el entusiasmo que despiertan sus equipos en su fanaticada en cada torneo, para así constituir nuestros estadios y nuestros campeonatos en centros plenamente confiables para la diversión y entretenimiento sano de nuestras familias”.
La carta es emitida seis días antes de que la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe celebre en Puerto Rico su asamblea general donde, entre otros puntos, se elegirá a la persona que dirigirá los destinos de la entidad durante los próximos cuatro años.
Informaciones difundidas por medios locales e internacionales afirman que Puello Herrera buscará la reelección, pero que las ligas profesionales de México y de la misma República Dominicana se oponen a que siga al frente de la Confederación, que completan las ligas de Venezuela y Puerto Rico.
La asamblea general de la Confederación tiene como tema central conocer los preparativos de la próxima Serie del Caribe que se efectuará en San Juan, Puerto Rico, a inicios del próximo febrero.