SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Ponen en circulación dos nuevas publicaciones de historia dominicana: Luperón paradigma del anticolonialismo y El juego de San Andrés: génesis, evolución y feliz ocaso, ambos de la autoría de Santiago Castro Ventura.
El ejemplar sobre Luperón enfatiza que contrario a la creencia tradicional éste no sólo fue un héroe de la Guerra Restauradora, sino que después de esa gesta se convirtió en la personalidad máxima contra todo intento de dominación colonial, haciendo extensivo este gesto en amplia solidaridad con los pueblos hermanos de Haití, Cuba y Puerto Rico.
El libro del juego de San Andrés, describe como esta festividad por su peligro extremo llegó a convertirse en uno de los más importantes acontecimientos en el siglo XIX, hasta su control a principios del siglo XX.
En torno a Luperón, se puntualiza cómo lideró la resistencia contra la pretendida anexión a los Estados Unidos que trató de imponer Báez en su gobierno de seis años (1868-1873). Durante este lapso se produjo la ocupación militar de Samaná por parte de los Estados Unidos. Además, se discurre sobre la adhesión incondicional de Luperón con la lucha por la independencia de Cuba y Puerto Rico. Luperón junto a Hostos y Betances trataron de promover una invasión patriótica a Puerto Rico, que fracasó. Se revela que el héroe dominicano se ofreció como voluntario en 1872 para ir a combatir a Cuba contra el colonialismo español, en un momento que los revolucionarios cubanos (durante la guerra de los diez años) requerían el envió de refuerzos, la integración no fue posible porque el barco Hornet (donde irían los expedicionarios) no pudo ser habilitado para tales fines.
Además se detalla la manera en que Luperón cooperó con todos los combatientes cubanos que solicitaron su ayuda solidaria para tratar de reactivar la insurrección luego del pacto del Zanjón, que concluyó la guerra de los diez años a favor de la monarquía española. Se manifiesta que Luperón es el precursor del anti-imperialismo dominicano.
En el libro sobre el juego de San Andrés, se describen las diferentes facetas de la odiosa diversión desde los tiempos de la antigua colonia de Santo Domingo bajo la jurisdicción de España hasta la etapa republicana a principio del siglo veinte, cuando fue prohibido en sus manifestaciones más agresivas, siendo reemplazado por el baile blanco de San Andrés.
En sus momentos de mayor esplendor el escenario estaba conformado por tumultuosas refriegas callejeras, caracterizadas por el lanzamiento recíproco de numerosos baldes de agua, cascarones de huevos con esencias aromáticas, etc. Un aspecto más fastidioso era involucrar a personas ajenas a la morbosa jugarreta, dejando una secuela de heridos y traumatizados. Se resalta que gobiernos autoritarios como los de Báez y Lilís promovían la agresividad de la mentada travesura para distraer la población de los graves problemas políticos sociales que se desarrollaban, desde varios meses previos al 30 de noviembre (día de la celebración) la población estaba atenta a los posibles desenlaces trágicos del juego en cada año. El libro ofrece amplios detalles de los graves sucesos derivados de la fastidiosa “distracción”.
Estas publicaciones ofrecen múltiples informaciones inéditas. El libro Luperón paradigma del anticolonialismo, tiene 262 páginas y El juego de San Andrés: génesis, evolución y feliz ocaso, consta de 122 páginas. Ambos libros fueron editados por la Editorial Manatí.