SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Los poetas y ensayistas Plinio Chahín y Basilio Belliard expusieron sobre el ensayo dominicano durante un conversatorio realizado en el pabellón de la República Dominicana en la Feria del Libro de Madrid 2019.

Tras iniciar el diálogo, Chahín dijo que la historia de la ensayística dominicana empieza a desarrollarse a partir de las investigaciones realizadas en el siglo XIX por Emilio Tejera y José Gabriel García, de acuerdo al análisis del humanista dominicano Pedro Henríquez Ureña (1884-1946).

“Ya desde fines del siglo XIX comenzó  a sentirse la necesidad de caracterizar lo que durante largo tiempo dio en llamarse 'nuestro ente intelectual histórico-cultural', intento desarrollado dentro de la búsqueda del perfil de 'nuestra propia expresión' como seres arrojados al mundo. Desde el punto de vista metodológico esta problemática de la ensayística dominicana ha jugado permanentemente entre dos planos no siempre claramente distinguidos, el del 'ser' y el del 'deber ser’”, indicó.

También expresó: “Si presentamos el desarrollo del ensayo literario dominicano ateniéndonos a ciertas categorías historiográficas, tales como la  de las 'concepciones del mundo y la vida', no se podrían dejar de considerar las teorías y visiones que pretenden surgir de la constitución antropológica y cultural de nuestro imaginario”.

Manifestó que algunos ensayistas despliegan un amplio análisis del  imaginario dominicano  a partir de múltiples criterios del lenguaje, la antropología, la filosofía, la historia,  la sociedad  y  el espíritu de la época.

“Cabe destacar, entre otros, a Pedro Henríquez Ureña,  Camila Henríquez Ureña, Max Henríquez Ureña, Carlos Federico Pérez, Alberto Baeza Flores,  Néstor Contin  Aybar, Héctor Incháustegui Cabral, Lupo Hernández Rueda, Antonio Férnandez Spencer, Marcio Veloz Maggiolo, Ramón Francisco, Manuel Mora Serrano, Bruno Rosario Candelier,  Andrés L. Mateo, Manuel Núñez, Odalís G. Pérez, José Enrique García y  Diógenes Céspedes”, apuntó.

Basilio Belliard destacó que el cultivo del ensayo como género literario, donde se expresan las ideas, las concepciones ideológicas o filosóficas de una época y de una nación, acusa en República Dominicana gran variedad expresiva y libertad temática.

“Sus orígenes se remontan a mediados del siglo XIX cuando adquiere categoría histórica, literaria y sociológica. Fue cultivado, en sus inicios, por periodistas que ejercieron el oficio en las páginas de los diarios de la época”, enfatizó.

Manifestó que en esos escritos predominaban inquietudes revolucionarias, independentistas, restauradoras, liberales o conservadores, propias del espíritu de la época.

“Sus preocupaciones intelectuales asumieron el ensayismo político e histórico para expresar sus ideales libertarios. Fueron ellos los primeros ensayistas dominicanos que ejercieron el papel de intelectuales críticos de los problemas sociales y culturales de la época, y que sentaron las bases teóricas del ensayo como expresión literaria autónoma”, dijo.

Recordó que a mediados del siglo XIX se cultivaron el periodismo, la poesía lírica y patriótica, el teatro, la oratoria y el género epistolar, pero que el ensayo aún no había adoptado forma y extensión, ni dimensión autónoma.

“De modo que es un género tardío en el país, a pesar de que Montaigne lo creó en Francia, en el siglo XVI. Sólo se cultivaba en la brevedad y la espontaneidad del diarismo. Surgen los periodistas-ensayistas, los abogados o políticos como Alejandro Angulo Guridi, César Nicolás Penson, Ulises Francisco Espaillat, Manuel de Jesús Galván, Pedro Francisco Bonó, Manuel de Jesús Peña y Reinoso, Eugenio Deschamps, Gregorio Luperón, Federico Henríquez y Carvajal, entre otros, quienes escribieron artículos políticos de corte democrático y pedagógico…”, añadió.