Santo Domingo, 23 dic (EFE).- La representación del nacimiento de Jesús es uno de los principales símbolos de la Navidad en todo el mundo, muestra de ello son los pesebres procedentes de más de 40 países de los cinco continentes que se exhiben este año, por primera vez, en la Casa de Italia de Santo Domingo, en la Ciudad Colonial.
Hay quien cree que el mundo sería un lugar mejor si el niño Jesús naciera todos los días en el interior de cada persona, convicción que llevó a Neivy de Serraballe a coleccionar belenes procedentes de todo el planeta, explicó la propietaria de estas piezas en declaraciones a Efe.
Todo empezó porque la Asociación de Belenistas de la capital dominicana no podía organizar su exposición anual esta Navidad, y acudieron a esta entusiasta de los pesebres para que escogiera algunos de sus más de 350 belenes para exponerlos en estas fechas.
Así, desde el 8 de diciembre, nacimientos procedentes de lugares tan dispares y lejanos entre sí como Haití, Tanzania, Cracovia, Japón e Israel colman de espíritu navideño la Casa de Italia, entidad presidida por el esposo de la coleccionista.
A lo largo de 25 años, De Serraballe se ha ido haciendo con representaciones del nacimiento del niño Jesús en múltiples viajes, aunque otras obras se las han llevado sus hijos o amistades que conocen de su afición por los belenes, y así ha conseguido tener esta excelsa colección.
"Me gusta la Sagrada Familia, me encanta la Navidad y digo que seríamos mejores si cada día Jesús naciera en nosotros", dice para explicar cómo ha llegado a tener semejante colección, la mayor parte hecha a pequeña escala.
Para seleccionar los pesebres a exponer, primero se decantó por los procedentes de Italia, puesto que es la Casa de ese país la que los acoge, así como por los dominicanos, aunque también ha tenido en cuenta lo original de las figuras, los materiales con los que se han realizado, y el tamaño de las vitrinas en las que reposan.
"Los belenes más bonitos son los realmente artesanales", afirma De Serraballe, incapaz de decir cuáles son sus favoritos, aunque confiesa que se siente especialmente orgullosa de algunos que ha elaborado ella misma, como uno hecho en punto de cruz que forma parte de la muestra.
Aluminio, cuero, madera, arena y fibras naturales son algunos de los elementos empleados en estas creaciones. Por ejemplo, uno hecho en la República Dominicana, elaborado con "lo que aquí llamamos servilleta de pobre, que es como un estropajo. También los hay de cáscara de coco, de hojas de maíz, o de tela", explica.
Como piezas curiosas, destaca un belén haitiano hecho en una sola pieza de madera tallada, o uno elaborado con de vidrio soplado de Murano, instalado en una de las tres vitrinas dedicadas a Italia.
Una iconografía cristiana, la de los belenes, con tantas versiones como países, con sus distintos matices, que pasean al visitante por la tradición navideña de Senegal, Kenia, El Salvador, Nicaragua, Panamá, Honduras, Costa Rica, Bolivia, Venezuela, Puerto Rico, Aruba, España, Francia, Grecia, Hungría, Polonia China o India.
Dominicanos y visitantes tienen hasta el día de Reyes para admirar toda esta diversidad en lo que a la representación del nacimiento de Jesús se refiere, e impregnarse de espíritu navideño en la Ciudad Colonial de Santo Domingo. EFE