Santo Domingo.- Expresiones como miembro de número, miembro correspondiente, académico de número, miembro correspondiente nacional, y otras semejantes, que se emplean para aludir a quienes forman parte de una academia, se escriben en minúscula por su condición de nombres comunes, indica Fundéu Guzmán Ariza.
En los medios de comunicación dominicanos suelen aparecer estas denominaciones escritas con mayúscula inicial: “Es Miembro de Número de la Academia Dominicana de la Historia y Miembro Correspondiente de la Academia de la Lengua”, “El historiador y jurista Miguel Reyes Sánchez fue investido como Miembro Correspondiente Nacional de la Academia Dominicana de la Historia” o “Balcácer sostiene que la obra de Guerrero, Miembro de Número de la Academia Dominicana de la Historia, ‘puede ser leída con la misma fruición con que se lee una novela’”.
En estas locuciones se emplea la palabra miembro con el sentido de ‘individuo que forma parte de un conjunto, comunidad o corporación’: «La Academia cuenta con 46 plazas de miembros de número». Tanto este sustantivo como los adjetivos que le acompañan, según la categoría a la que pertenezca el individuo en cuestión, son todas palabras comunes equiparables a los títulos y cargos, por lo que han de escribirse en minúscula.
En vista de ello, en los ejemplos citados lo más apropiado habría sido escribir “Es miembro de número de la Academia Dominicana de la Historia y miembro correspondiente de la Academia [Dominicana] de la Lengua”, “El historiador y jurista Miguel Reyes Sánchez fue investido como miembro correspondiente nacional de la Academia Dominicana de la Historia” y “En el prólogo del libro, Balcácer sostiene que la obra de Guerrero, miembro de número de la Academia Dominicana de la Historia, ‘puede ser leída con la misma fruición con que se lee una novela’”.
Fundéu Guzmán Ariza (www.fundeu.do) tiene como principal objetivo el buen uso del español en los medios de comunicación dominicanos. Está constituida por la Fundación Guzmán Ariza pro Academia Dominicana de la Lengua y la Fundación del Español Urgente, promovida por la Agencia EFE y avalada por la Real Academia Española.