“Cocolo (..) hallazgo de Don Emilio Rodríguez Demorizi, de La palabra a mediado del siglo pasado”  (Lizardo, 1977)

El Teatro Cocolo Danzante, conocido popularmente como los: Guloyas, buloyer, Buloyas, Good Lawyer, God Lawyer y tal vez, con otros nombres que tratan de explicar el significado de esa palabra, es una de las tradiciones más exóticas e interesantes con que contamos en el país y cuyo popular nombre, para nosotros y otros investigadores del tema, concuerda más con el drama bíblico representado y llamado por ellos: “David and Goliat”, cuya última palabra Goliat se pronuncia por los inmigrantes de las islas inglesas del Caribe como “Golaiat” desde donde se desprende “Guloya”.

Estas representaciones culturales (culinarias, danzarias, musicales, religiosas, etc.) que se han conservado mayormente en San Pedro de Macorís, nos la legaron los inmigrantes de las Islas de Barlovento y Sotavento que llegaron a trabajar en la caña de azúcar en la región este del país a finales del S. XIX y principio del S.XX, en momentos en que ésta era una gran actividad económica en la región.

Hace más de dos décadas que investigamos sus dramas musicalizados y danzados y fuimos afortunados de alcanzar a ver sus textos teatralizados en la lengua de las islas inglesas del caribe, tocados y danzados por figuras históricas y fenecidas del Barrio Miramar de San Pedro de Macorís como: El líder Teophilus Shiverton (Alias el Primo), Nathaniel James Philip, alias Chaplin; el líder Donald Hulester Henderson (Alias Linda), Jhon E. Simons (Alias Ruddy), el danzador Ramón María Araujo (Alias Momón), el danzador Gerald George (Yural), el músico de redoblante James Edward Black Clark (Alias jayo), El Flautista Alfredo (Alias Fredó), el músico del triángulo Fernando Antonio Romen Carter (Alias Jabao, éste está vivo), y otros con los cuales además, he tenido la oportunidad de viajar a representar el país en festivales internacionales como el “Ille de France” en París y el de “Encuentro de grupos del patrimonio cultural inmaterial” en  Caracas, Venezuela.

En el Fondo Fradique Lizardo de Folklore Dominicano se conservan escritos hechos por Lizardo en la prensa nacional, donde él describe la diversidad de dichos dramas de los cocolos, junto a valiosísimas informaciones relativas a este interesante grupo (aun fuerte en número de practicantes) del que hoy solo se puede apreciar la danza del Wild Indians, sin texto en inglés, ni actuaciones, en los remanentes del Teatro Cocolo Danzante que, lamentablemente, parece correr a una folklorización de sus representaciones.

De estas representaciones del patrimonio cultural inmaterial dominicano, aprendimos en el Ballet Folklórico Dominicano de Lizardo, entre otros, los nombres de dramas como: Mascarade, Face to Face, Wild Indians, Actor ’s Play, The Bull, Momise y el más conocido o mencionado, “Guloya”, nombre con que popularmente se conoce al colectivo tradicional, pero, al leer estos escritos que Lizardo conservó como recortes de prensa, vemos que la lista de dramas que llegaron al país de la mano de los llamados “Cocolos” es mucho mayor y que los podemos aprender y ver sus características, en este Fondo Fradique Lizardo de Folklore Dominicano, Patrimonio de la Memoria Latinoamérica de la UNESCO (MOW) que custodia El Centro León, ya que las mismas fueron investigadas ampliamente por Lizardo para luego montarlas como parte del repertorio de su compañía de ballet, llegando a presentar dichos montajes en Miss Universo 1977, en el Teatro Nacional Dominicano, alcanzando gran audiencia nacional e internacional.

Entre esos nuevos nombres de dramas cocolos descritos por Lizardo en sus recortes de periódicos están; The Good Lawyer, Macayombi (Baile de los Zancos), Baile de las Cintas, Dandy o Cake Walk (También llamado de los bizcochitos), Actor ’S play o, Los Maromeros, The Bull, El Tambú (Al parecer de origen caribeño holandés), El Gobys o Viejos Chitos. Este último lo describe como “El más extraordinario” ya que es el enlace con el Jazz y la música afrocubana (Negros cubanos se mezclaron con barloventinos en Macorís), usando instrumentos tales como: El pandero grande, y el pequeño, triángulo, Shake pan (Maraca metálica), bajo de tubo, flautas y una o más guitarras. Como vemos estos instrumentos que menciona Lizardo son diferentes a los que generalmente, usan los Guloyas de hoy (redoblante, triángulo, flauta y bombo o drum).

Quiero informar aquí que luego de desaparecida su práctica, El anteriormente mencionado drama The Bull (ellos lo llaman el baile o drama, del buey), pudo ser recreado por un grupo de personas del batey Angelina, animados y apoyados logísticamente por el Ministerio de Cultura, de la mano de mi maestro, el antropólogo Carlos Hernández Soto y nosotros, en la primera década del 2000 y pudimos apreciarlo, documentarlo y disfrutarlo.

Algo muy interesante que destaca Lizardo en sus artículos es que las tradiciones de los Cocolos no son solo de las islas de Barlovento (más abundantes aquí) sino también, las que proceden de las islas holandesas de Sotavento, estos últimos, les hacían una especie de bullying a los otros llamándolos “cocolos” o “concón de harina”. Aun así, dice que la palabra cocolo fue documentada por Emilio Rodríguez Demorizi antes de la llegada de estos inmigrantes y esta se les aplicaba a los haitianos en ese entonces (Lizardo, 1977). En otro artículo Lizardo asocia esta palabra a otras tantas y a la de origen Bantú que se escribe Congolo (Lizardo, 1977).

 Los antropólogos Juan Rodríguez y José G. Guerrero escribieron un interesante artículo en el Boletín No. 28 del Museo del Hombre Dominicano titulado: Cultura y Política en los Momises de San Pedro de Macorís, donde mencionan los trabajos de Lizardo acerca de los cocolos y de otros autores que este último referencia en sus escritos.

Entren al El Fondo Fradique Lizardo de Folklore Dominicano y aprendan mucho acerca del Teatro Cocolo Danzante, Los Guloyas, Elemento de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.

-Rodríguez, Juan y. Guerrero, José G. 2000. Cultura y Política en los Momises de San Pedro de Macorís. Boletín No. 28. Museo del Hombre Dominicano. Editora Manatí

-Lizardo, Fradique. 1977. Al rescate de Nuestra cultura, Cocolo. Suplemento, Listín Diario. pág. 13. (enero)

-Lizardo, Fradique. 1977. Al rescate de Nuestra cultura. otros bailes cocolos que no han sido investigado. Suplemento, Listín Diario. pág. 25. (octubre)