El estudiante José María Fadul y Fadul fue asesinado el 21 de junio de 1968, en medio de un enfrentamiento armado entre representantes de todas las agrupaciones de izquierda del país, en el que también tomaron parte estudiantes “socialcristianos”. En aquella ocasión, las autoridades universitarias ordenaron una exhaustiva pesquisa para dar con los responsables del lamentable incidente en que el estudiante asesinado no estaba tomando parte.

La Comisión designada por el Consejo Universitario para investigar los sucesos, entregó el informe de la indagatoria el 10 de julio de 1968; este se publicó de manera íntegra en el periódico El Nacional, del 17 de julio del mismo año.  A continuación el documento tal y como apareció en el citado periódico, aunque por lo extenso  se hizo necesario resumir y/o  suprimir algunos párrafos correspondientes a: I. “Introducción, y  II. “Consideraciones generales”, concentrando la reproducción  en el texto “Relación de los hechos y circunstancias”:

“INFORMAN DE HECHOS OCURRIDOS EN LA UASD”

“INTRODUCCION”.

“La Comisión designada por el Consejo Universitario, para investigar los incidentes ocurridos en nuestra Ciudad Universitaria durante los días 20 y 21 del pasado mes de junio, somete a la consideración del Consejo Universitario, para su estudio y consecuencias de lugar, el resultado de la misión encomendada según resolución No. 68-227 bis de fecha 21 de junio de 1968”.

“(…). Se hace imperativo que formulemos algunas puntualizaciones que sirvan, sino para conjurar las criticas apasionadas, que no faltarán, de los que solo aceptan como verdad de una investigación, aquellas cuyos resultados finales sirvan sus particulares intereses, al menos ayude y oriente al que juzgue nuestro trabajo con ecuanimidad, hacia una sana y realista interpretación de los hechos, (….), cuya complejidad salta a los ojos, particularmente por la circunstancia de que en los mismos participó toda una serie de grupos estudiantiles vinculados con sectores extra-universitarios”.

“Casi un centenar de personas han sido interrogadas, siempre tratando de orientar los interrogatorios hacia aquellos que desempeñaron papeles dirigentes, que fueron víctimas o que al menos pudieron presenciar los acontecimientos en el escenario mismo de los hechos”.

“ (….). Sectarismo y pasión desmedidos de parte de un número considerable de los declarantes: (….), la mayor parte de  las personas que presenciaron las reyertas de tiros, piedras y palos, están ubicadas, por lo general, dentro de uno cualesquiera de los grupos y, que consiguientemente, sus declaraciones van orientadas a favorecer o encubrir las faltas de las personas pertenecientes a su grupo, o por el contrario puede suceder algo peor, como lo es la marcada tendencia a señalar, faltando a la verdad, a personas connotadas de los grupos contrarios por la simple apreciación subjetiva de que los mismos, como dirigentes que son, deben estar necesariamente presentes y todo con el objetivo odioso de hundir al adversario, aprovechando la coyuntura que les ofrece la investigación”.

Otros “evitan dar informaciones de los mismos, aunque los conozcan, para evitarse dificultades con los grupos antagónicos”. Muchos mostraron “indiferencia” al ser requeridos para la investigación. Los implicados “evidencian un mayor interés y respeto por los objetivos de las agrupaciones políticas a que pertenecen que por los objetivos y fines verdaderamente académicos”.

Haber sido frustrado por las fuerzas interventoras el movimiento de la guerra de abril de 1965, “ocasiona desajustes sociales de tal naturaleza, que se hace necesario realizar, aun en instituciones de relativo alto grado de concientización como la Universidad Autónoma de Santo Domingo, esfuerzos sobrehumanos para obtener el equilibrio indispensable que le permita su normal funcionamiento”. La Universidad es el único “sector de todo el territorio nacional en que el pueblo dominicano puede externar sus criterios, libre y voluntariamente, sin tener que sufrir las consecuencia de un orden de cosas en el cual la existencia de la vida humana ha pasado a ser una simple expectativa”. Por eso la “Universidad se constituye así, por esta nueva circunstancia, en el centro hacia donde convergen, no tan solo los simples simpatizantes de esos partidos, sino lo que es más significativo aun, sus propios dirigentes, como lo ha demostrado el resultado de las investigaciones realizadas por la Comisión”.

“Es un innegable, además, que cada uno de los grupos estudiantiles actualmente organizados en la Universidad, mantienen estrechas vinculaciones y dependen, en cuanto a su línea de acción, de aquellos partidos políticos que en una forma u otra representan, o se dicen representar, sus correspondientes ideologías e intereses ”.

La Comisión llama la atención, de que los hechos ocurrieron cuando la Universidad desarrollando luchas por el presupuesto, marchas al palacio y era embestida por las fuerzas de la opresión gubernamental.

III.- “RELACION DE LOS HECHOS Y CIRCUNSTANCIAS”:

“De conformidad con el estudio sereno y ponderado de los diferentes interrogatorios a que han sido sometidos por esta Comisión estudiantes, profesores y empleados de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y personas que no tienen las calidades mencionadas, podemos dar como ciertos los hechos y circunstancias siguientes:

“1.- Que desde hace tiempo los diferentes grupos estudiantiles que inciden en la vida universitaria, en base a las recomendaciones de los diferentes partidos políticos a que están afiliados o de los que son simpatizantes, se han dedicado dentro del ámbito universitario a campañas proselitistas, utilizando los métodos que a su entender resultan más favorables para la finalidad que persiguen.

“2.- Que una serie de manifestaciones, asambleas, lanzamientos de consignas y actividades en divorcio con los lineamientos y pautas que traza el Estatuto Orgánico de nuestra Universidad, han traído como resultado negativo acciones violentas y una campaña de descrédito respecto de funcionarios, estudiantes y empleados de nuestra comunidad educativa.

“3.- Que por ser el recinto universitario el único en que efectivamente se ejercen las libertades públicas, los diferentes grupos estudiantiles se han dedicado a celebrar reuniones en los jardines, pasillos, explanadas y aulas vacías dentro del ámbito universitario, llevando cada cual a sus afiliados o simpatizantes la orientación que a su criterio parece más acertada.

“4.- Que el 19 de junio del presente año en la explanada Este del edificio de Ingeniería y Arquitectura se discutían acaloradamente problemas universitarios como fundamentalmente los que se refieren a los Concursos de Oposición, Promociones de Profesores, Lucha por el Presupuesto Universitario y otros problemas que escapan al control de la Comisión conocer y analizar en su justo contenido.  Que esa misma tarde los ánimos se fueron exaltando y hubo intercambio de silletazos; que este método escapa a la altura y las características que deben primar en las discusiones que se originan respecto de la problemática universitaria y sus consecuencias o, los excesos en ciertos casos están en relación directa de la juventud y muchas veces de la politización.

“5.- Que el día 20 en horas de la tarde tuvo lugar una Asamblea de la Asociación de Estudiantes de Ciencias Médicas en el paraninfo del edificio “Dr. Defilló”, que algunos de los miembros señalaron como de tipo (informativo) y otros de carácter general, esto es, donde podían plantearse, discutirse y solucionarse problemas universitarios.

En dicha Asamblea se produjo una escisión porque algunos consideraban que el Br. Julio Ravelo, estudiante de Medicina y miembro del Consejo Universitario debía exponer sus ideas  o formular ciertos planteamientos y otros consideraban que debía esperarse a que se agotara el turno del Br. Francisco Báez Avalo, para que interviniera el estudiante Julio Ravelo.

En esas circunstancias un grupo numeroso de asambleístas salió del local antes mencionado y procedieron a improvisar otra asamblea o más bien una manifestación donde el Br. Julio Ravelo expuso sus ideas y otro estudiante hizo uso de la palabra durante tres minutos aproximadamente, según consta en una de las declaraciones prestadas a la Comisión Investigadora.

Como consecuencia del intercambio de consignas y frases coreadas, se originaron actos de violencia entre ciertos estudiantes. Hay quienes afirman que un joven blanco, alto, fuerte, produjo una pescozada (galleta) a un pequeño, probablemente del grupo PACOREDO y el agraviado respondió esgrimiendo un garrote. Estos incidentes fueron tomando auge y se convirtieron en correderas, piedras y expulsión de estudiantes de las aulas primero, y del recinto universitario después.

“6.- Un grupo numeroso de estudiantes sacó por la violencia de la Facultad de Ciencias Jurídicas al Br. Luis Ernesto Brea, conduciéndolo por la calle que termina en la rotonda sur frente al Instituto de Oncología; en el trayecto el estudiante Brea como consecuencia de la violencia que contra él se ejercía y según sus propias declaraciones, perdió el equilibrio, cayó al suelo y recibió golpes y laceraciones en las rodillas y en ambos codos, lo que mostró a la Comisión mientras se le interrogaba.

“7.- Los estudiantes Salvador Hernández, Humberto Rimoly, Miguel Caraballo (Ramón) y José Nanun, se refugiaron en el local de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED) para escapar de la ira de sus perseguidores. Allí, según afirmaron los agraviados y esto es robustecido por otras declaraciones de personas que intervinieron para evitar linchamientos o mayores daños, Salvador Uribe penetro en más de una oportunidad al local señalado y golpeo con una piedra en la cara a Miguel Caraballo (Ramón), produciéndole dos heridas y un derrame en el ojo izquierdo, lo que se comprueba por la presencia de sangre en la córnea. Las heridas ameritaron que se le diera cinco puntos en total.

“8.- Posteriormente un grupo de personas encabezado por Alfredo Toussaint  irrumpió en la Facultad de Ciencias Económicas ejerciendo violencias y vías de hecho sobre el estudiante Porfirio García; en ese orden de ideas invitamos la atención del Consejo Universitario a la fotografía reproducida en la edición del Listín Diario correspondiente al día 21 de junio del presente año.

“9.- Según las investigaciones realizadas por esta Comisión, esa misma tarde un grupo de estudiantes entre los que se encontraba Francisco Báez Avalo, penetró en las oficinas del Decano de Humanidades y luego de un cambio de palabras con el profesor Alberto Malagón, procedieron a sacarlo del recinto universitario.

Según el aludido profesor, Toussaint lo agarró por un brazo.

“10.- Esa misma tarde y en los alrededores del local de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED) se produjeron dos hechos que debemos señalar en esta parte de nuestro relato: el Dr. Antonio Isa Conde (Tony) fue sacado por un grupo heterogéneo encabezado por Toussaint, que según declaración que consta, ejerció violencia contra el estudiante Julio Samuel Sierra (a) Jimmy, cuando trataba de darle protección a su compañero y amigo Dr. Antonio Isa Conde, recibió un palo en la región occipital que le produjo herida abierta, de un joven que según el agraviado, conoce personalmente, pertenece al Pacoredo pero no sabe su nombre y además no es estudiante universitario.

“11.- En la mañana del día 21 de junio desde las primeras horas los diferentes grupos estudiantiles se dedicaron a aglutinar sus fuerzas y a ubicarse en diferentes lugares de la ciudad universitaria; según testimonios vertidos por los integrantes de dichos grupos, los del BRUC se reunieron en Odontología y pasaron a la Facultad de Ingeniería y Arquitectura, porción Noroeste donde improvisaron una manifestación; los del PCD lo hicieron en la explanada y parte baja del edificio de Ciencias Médicas “Dr. Defilló”; los del Pacoredo, 14 de Junio y MPD, efectuaron un desfile y se congregaron en el interior del edificio de aulas del Colegio Universitario.

“12.- En el momento en que el estudiante Leonardo Mercedes subido en un tanque, o en una silla según otros, arengaba a su grupo diciendo “muerte a los traidores, muerte a los anarquistas, muerte a los enemigos de la Universidad”, el grupo ubicado en el Colegio Universitario gritaba “muerte a los revisionistas, muerte a los cristianos (véase párrafos 3º. y 4to. De las declaraciones prestadas por el Dr. Juan José Matos Rivera, en la página 2º.), sonó un disparo desde dentro del Colegio.

Inmediatamente se inició el repliegue, pedreas y la primera balacera. En esas circunstancias el Br. José M. Fadul y Fadul sale del Colegio corriendo en dirección Oeste a Este hasta el campo de deportes, pasando por el lado de Emilio Vargas (a) Milo, ubicado frente al Dr. Juan José Matos Rivera (a) Pachón, Manuel Aníbal Peralta Castro, parapetados en las proximidades del monumento Bartolomé Mitre, cruza próximo a Oscar Holguín y a Carlos Pimentel y al entrar al campo de deportes se encuentra con Rafael Estévez quien notó que Fadul “tenía una actitud no beligerante aunque no lo conocía, porque él se detuvo, nos miró y siguió”; y parece que esta fue la última persona que vio con vida al estudiante Fadul Fadul, lo que descarta la tesis que Fadul fuera herido antes de entrar al campo de deportes (invitamos la atención de los miembros del Honorables Consejo Universitario al estudio de los interrogatorios practicados a los estudiantes que hemos mencionado en este ordinal para que puedan formarse una imagen más clara de este aspecto, así como por las declaraciones prestados por la Br. Griselda Casado, estudiante del Colegio Universitario.

“13.- Como consecuencia de la avanzada del grupo BRUC hacia los terrenos aledaños a la Escuela de Idiomas y al Decanato de Humanidades y los solares que se encuentran frente a la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, según afirma el agraviado Miguel Reyes Santana, que recibió una herida de bala en un muslo, afirmó : “yo estaba detrás de una mata y vi al cristiano que avanzaba y por otro lado habían otros, inclusive yo sentí la onda de la bala en dirección que venía al cristiano” (pagina 2º. Pregunta No. 7 del interrogatorio).  Como observareis el agraviado no identifica a persona alguna por su nombre por lo que resulta dificultoso determinar la veracidad y el alcance de la acusación que de esto se desprende.

“14.- Inmediatamente después de los hechos precedentemente indicados los integrantes del grupo BRUC según afirmaciones de sus miembros, avanzaron sobre la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, el Alma Mater, ocupándolas y penetrando en las oficinas de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED), el Br. Emilio Vargas escudado con la segunda columna de la parte Noroeste de la planta baja del edificio Alma Mater presenció a un individuo cuando lanzaba a rodar un artefacto explosivo (granada o bomba) cuyos vestigios quedaron en la tercera columna en el orden indicado y en el plafón de la preindicada planta y cuando lo interrogamos se limitó a describir al sujeto que nos ocupa sin señalar su nombre.

“15.- Cuando los estudiantes del BRUC se replegaron o se retiraron hacia el edificio que aloja la Facultad de Ciencias Médicas y Ciencias Jurídicas ante un contraataque de los grupos integrados por el Pacoredo, MPD y el 14 de Junio, se inicia otra balacera y próximo a una mata de palma ubicada en el solar que queda al Sur de la calle Pablo III cae con dos heridas Oliver Méndez Guzmán, según afirmación de Danilo Santana quien recibiera una herida de bala en un dedo mientras un grupo del BRUC trataba de golpearlo después de herido (véanse las respuestas No. 8 pagina 2º. Del interrogatorio practicado al Br. José Larrauri cuando se refiere al estudiante Oliver Méndez Guzmán, a quien reconoció luego de la Comisión mostrar la fotografía del herido publicada en los periódicos.

“16.- Que al finalizar esta última balacera los grupos estudiantiles se dispersaron en diferentes direcciones; algunos estudiantes inclusive, salieron del recinto universitario en un vehículo del periódico matutino Listín Diario por la calle que da al frene del Instituto de Oncología. Dentro de la Escuela de Odontología según afirmaciones de algunos estudiantes, Diomedes Mercedes mantenía como prisionero a un joven perteneciente al grupo Pacoredo y en un cenicero de la planta baja aparecieron 3 armas (2 pistolas y un revolver “magnum”). En cuanto a la persona que guardó esas armas allí (véanse las declaraciones del empleado Rafael Evangelista, y las del Dr. Héctor Wester González).

“17.- Que cualesquiera otros hechos y circunstancias que hayan escapado a esta relación, estamos en condiciones de suministrarlas en informe adicional o mediante declaraciones ante el Honorable Consejo Universitario.

“IV.- “CONCLUSIONES”:

“La Comisión, según se desprenden de los interrogatorios practicados y de la RELACION DE HECHOS Y CIRCUNSTANCIAS que anteceden, ha llegado a las siguientes conclusiones:

“PRIMERO: Que según las declaraciones de los señores Julio Ravelo, Leonardo Mercedes, Miguel S. Cocco, José Rubén Corona y Ramón Chahede, en los hechos de violencia del día 19 de junio de 1968 a que se contrae el Ordinal 4) de las antes dicha Relación de Hechos, participaron de uno u otro modo los señores:

Arístides Martínez, quien dio un empujón al bachiller y miembro del Consejo, Julio Ravelo, produciéndose una pelea a silletazos en que participaron además, los señores Salvador Uribe, Rubén Corona y otras personas no identificadas.

“SEGUNDO: Que en los hechos que se produjeron en las horas de la tarde del día 20 de junio, en la terraza de la Facultad de Ciencias Médicas, (edificio Dr. Defilló, planta baja), a que se refiere el Ordinal 5) de la citada Relación, e independientemente de las discusiones violentas en el seno de la Asamblea de Estudiantes verificada en Ciencias Médicas, entre los señores Simón Bolívar Santos, Francisco Báez Avalo y Julio Ravelo; es evidente que en las violencias y vías de hecho fuera de la Sala en que se desenvolvía la Asamblea de los Estudiantes de Ciencias Médicas, participaron el Br. Roberto Feliz, estudiante de Agronomía; Rafael Estévez, estudiante de Medicina y miembro del Consejo Universitario; el señor José María Valverde Sanlley (a) Llia, y otro estudiante no identificado, según se desprende de los interrogatorios practicados a los señores Rafael Estévez, Miguel Reyes Sanana y Manuel Polanco.

“TERCERO: En la incursión que un grupo de estudiantes y personas al parecer extra universitaria realizaron en la Facultad de Ciencias Jurídicas en la misma tarde del 20 de junio del año en curso, aproximadamente a las 6 de la tarde, hecho a que se refiere el Ordinal 6 de la antes dicha Relación, fue sacado violentamente de dicha Facultad el Br. Luis Ernesto Brea Bolívar, quien fue llevado a empujones hasta el Instituto de Oncología. En esta violenta operación participó como cabeza dirigente Alfredo Toussaint, quien no es universitario, y Salvador Uribe. Como resultado de una caída que sufrió al ser empujado el Br. Brea Bolívar, se produjo laceraciones en la rodilla derecha y en el codo del brazo izquierdo. Según se desprende de las declaraciones del propio Brea Bolívar y del Br. Frank Fuentes, este último y los señores Guaroa Ubiñas  y un estudiante apellido Bujosa (el Chino), impidieron que fuera golpeado Luis Ernesto Brea Bolívar.

“CUARTO: Según se evidencia en las declaraciones del profesor Alfredo Manzano, Ivelisse Prats-Ramírez, Federico Lalane y los bachilleres Miguel S. Cocco, Francisco Báez Avalo, Porfirio García (Rabochi) y otros, en el lapso comprendido entre las 5 y las 6 pasado meridiano del mismo 20 de junio (ver Ordinales 8 y 9 de la precitada Relación) fueron sacados de las Facultades de Humanidades y Ciencias Económicas, respectivamente, el profesor Alfredo Malagón y el Br. Porfirio García (a) Rabochi. En ambas acciones estuvo presente el señor Alfredo Toussaint, quien sacó por el brazo al profesor Malagón de Humanidades, a la vista de la muchedumbre que lo acompañaba y luego al Br. Porfirio García en Ciencias Económicas, a quien aplicó llaves y otras operaciones de violencia, aunque no se le golpeó.

Estuvieron presentes Guaroa Ubiñas  y Francisco Báez Avalo, pero según el propio profesor Malagón no participó en su contra el Br. Báez Avalo, a pesar del cambio de palabras que se originó a seguidas entre este último y la profesora Ivelisse Prats-Ramírez, a quien le contestó en forma alterada.

La evidencia del señor Toussaint dominando físicamente al Br. Porfirio García (Rabochi), está robustecida gráficamente por la fotografía publicada en el Listín Diario, en su edición del día siguiente, 21 de junio de 1968. Se evidencia asimismo, en este hecho, la participación de los señores Leopoldo Grullón, Basilio Peláez, Leopoldo Licairac y el Br. Bujosa (el Chino), haciéndose constar que según el propio Br. Porfirio García, el Br. Bujosa evitó que se le pegara.

La señorita Magaly Sánchez y el Br. José Florentino, ambos estudiantes de la Facultad de Ciencias Económicas, protestaron por los actos de violencia, momento este en que uno de los participantes no identificado intentó agredirla, pero frente a la intervención del profesor Federico Lalane se limitó a golpear con un palo un vidrio que llevaba, del cual una astilla, presumiblemente, salpicó y cortó ligeramente en el brazo izquierdo, a la señorita.

“QUINTO: En la misma tarde del día 20 supra indicado, como resultado de una pedrea sostenida entre el grupo de la Juventud Comunista y algunos miembros de Fragua por la otra parte, contra los miembros del BRUC, alguien de este último grupo que venían desde Ciencias Médicas hasta el Alma Mater en retirada y en particular Miguel Caraballo (Ramón), Humberto Remolí, José Nanun y Salvador Hernández, resultaron acorralados en una habitación del local de la FED, mientras sus perseguidores, encabezados por Salvador Uribe y Alfredo Toussaint, trataban de entrar a dicha habitación, lo cual no pudieron realizar por la intervención del profesor Frank Guerrero y del Vicesecretario General de la UASD, Dr. Carlos Temistocles Roa, quienes llegaron a tratar de calmar los ánimos, y con la cooperación de los bachilleres Bujosa (el Chino), Báez Avalo, Guaroa Ubiñas y Arístides Martínez, y vinieron a situarse en la puerta de dicho local para impedir la entrada de los perseguidores que amenazaban. En el forcejeo por entrar, resultaron con algunos golpes los estudiantes perseguidos y en particular el Br. Miguel Caraballo (Ramón), quien recibió una pedrada en el ojo izquierdo que le propinó Salvador Uribe.

Dichos estudiantes fueron llevados en el ascensor a la parte alta del Alma Mater, aprovechando las circunstancias de que mientras pasaba al frente del edificio el señor Antonio isa Conde, este fue perseguido y sacado a empujones por el grupo que encabezaba el señor Toussaint y Salvador Uribe, hasta la calle Correa y Cidrón, momento que también se aprovechó para bajar discretamente a los estudiantes y conducirlos en el carro del señor García German hasta el Hospital Padre Billini para que atendieran  a los que resultaron heridos.

En el momento en que se daba alcance al señor Isa Conde, el Br. Julio Samuel Sierra (Jimmy), del Quinto año de Derecho, trató de socorrerlo, resultando golpeado  en la espalda por un estudiante no identificado y en la parte posterior de la cabeza (occipital), en donde recibió un palo que le causó una herida la cual mostró a la Comisión después de haber recibido cinco puntos de sutura en la Clínica “Chan Aquino”. Este último golpe, al parecer, le fue propinado por el señor Toussaint.

“SEXTO: Según se establece por las declaraciones del doctor Juan José Matos Rivera (Pachón), estudiante de la Escuela de Sociología y de idiomas, los miembros del BRUC se reunieron en la noche del precitado día 20 en el local de la Confederación Autónoma de Sindicatos Cristianos (CASC), y acordaron venir a sus clases al día siguiente, pero con la idea firme de repeler cualquier ataque de que fueran objeto. Asimismo, los estudiantes del grupo Julio Antonio Mella vinieron el día 21 en la mañana en similar actitud, habiéndose concentrado ambos grupos en la planta baja (terraza) del edificio de Ciencias Médicas Dr. Defilló.

Posteriormente los estudiantes del BRUC se desplazaron en su mayoría al edificio del Colegio Universitario y por los alrededores de Ingeniera, portando banderas verdes. Entre tanto se acercaban hacia el mismo lugar un grupo de estudiantes portando banderas azul y blanca.

Presumiblemente desde dentro o alrededor del edificio del Colegio sonó un disparo, mientras el bachiller Leonardo Mercedes hablaba a su grupo, dando así comienzo a la balacera entre grupos ubicados por los alrededores del edificio del aulas de Humanidades, el espacio que media entre este edificio y el de idioma y el Decanato de Humanidades y otro grupo que se  apostaba aproximadamente por la esquina noroeste del edificio de Ingeniera.

Por otra parte, también se originó una balacera de Ciencias Médicas hasta el flanco izquierdo del Colegio Universitario y hacia el Alma Mater y viceversa. Posteriormente los grupos que avanzaron con banderas azul y blanca se replegaron hasta el edificio de Ciencias Económicas. Como resultado de la reyerta se produjo un balance de un muerto (José María Fadul y Fadul, estudiante del Colegio Universitario, al parecer no ubicado en ninguno de los grupos) y varios heridos, en especial Oliver Daniel Méndez Guzmán y Miguel Reyes Santana.

No obstante las diligencias sobre el terreno e insistentes preguntas de la Comisión a los interrogados, para determinar dentro de las circunstancias, quien o quienes pudieron ocasionar la muerte al  bachiller  Fadul  y Fadul y las heridas a los demás, no ha podido establecer con criterio serio los verdaderos responsables de estos hechos, pero sí es evidente que había muchas personas armadas, estudiantes y no estudiantes.

En tal sentido, la Comisión aprecia de los interrogatorios, que portaban armas de fuego, los señores Juan José Matos Rivera (Pachón), Diomedes Mercedes, Antonio Isa Conde, Rafael Evangelista, Leopoldo Grullón, Leopoldo Licairac  y Alfredo Toussaint, así como otras personas descritas de modo impreciso por los declarantes y que no han podido ser determinadas aun por la Comisión.

Paralelamente a la balacera se produjo una pedrea en la cual participaron de un modo u otro, los señores Leonardo Mercedes, Emilio Vargas (Milo), Ramón Chahede, Santiago Rivera, Miguel Reyes Santana, Salvador Uribe y Rafael Estévez, habiendo declarado este último que esparció y destruyó papeles en el local de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED) y que un compañero de él no identificado rompió la puerta del mismo.

(Ver, entre otros, los interrogatorios practicados a los señores Juan José Matos Rivera (Pachón), Rafael Estévez, Leonardo Mercedes, Ramón Chahede, Emilio Vargas (Milo), Segundo Valdez, profesor Tulio H. Arvelo, profesor José Espaillat, profesor Hamlet Hermann, profesor Carlos Rodríguez Fernández Fernández, Rafael Ovidio Borges García-empleado de la UASD.

“SEPTIMO: Que según el leal saber y entender de esta Comisión, las personas que tienen conocimiento más aproximado en relación con el momento y el lugar en que  murió el bachiller José María Fadul y Fadul, son las siguientes: Rafael Estévez, Ana Medina,  Carlos Pimentel, Griselda Casado, Juan José Matos Rivera (Pachón), Leonardo Mercedes, Emilio Vargas (Milo), Juan Santiago Medina Núñez; Santiago Rivera;  Aquiles Chistopher, Miguel S. Cocco; Manuel Polanco; y Cristino Castro Acosta (Mensajero)

“OCTAVO:  En las pesquisas realizadas por la Comisión fue localizado, en un tarro cenicero ubicado en el pasillo principal de la planta baja de la Escuela de Odontología, un paquete que allí había sido depositado por Rafael Evangelista, quien luego volvió a procurarlo; pero en vista de que por órdenes del profesor Agustín Heredia, ratificada por la Comisión, no se le permitió la entrada a ninguna persona, no pudo recuperarlo. Al abrir dicho paquete se comprobó que contenía dos pistolas y un revolver, los cuales se anexan al presente informe. No pudieron ser localizadas otras armas.

“NOVENO: Se ha podido comprobar, por los testimonios de Segundo Valdez y el bachiller Vanderhorst de Agronomía, que el primero de éstos (Valdez) fue amenazado por el señor Diomedes Mercedes, en el edificio de Odontología, en la mana del día 21 de referencia, en el sentido de que si la persona que se decía haber muerto era de su grupo (del grupo de Diomedes), Valdez pagaría con su vida. Luego Diomedes lo dejó en custodia del bachiller Rafael Evangelista, quien posteriormente le permitió ausentarse. Se hace constar que según las declaraciones del señor Valdez, el señor Evangelista no portaba armas visibles y en ningún momento lo maltrató.

“DECIMO: Asimismo, el Br. Daniel Oliver Méndez Guzmán, fue herido de bala en las “nalgas” (glúteo) mientras se trasladaba del Colegio Universitario al Alma Mater, habiéndolo recogido el Br. J. Danilo Santiago. Según declaración de este último, reconoció entre las personas que perseguían a Méndez Guzmán, a los señores Aquiles Christopher y Frank Benedicto. Sin embargo, el propio Danilo Santiago observa que no puede decir que ellos tiraron, “me querían llevar secuestrado para Medicina y vi a Larrauri que estaba ahí, quien interviniera para que me dejaran”.

“DECIMO PRIMERO: Conviene destacar que de los resultados de las investigaciones realizadas por la Comisan no ha podido establecerse que los señores Luis Enrique Taylor Olivier, Adelso Ortega Castellanos y Walter Augusto Taylor Oliver hayan incurrido en vías de hecho, porte de armas o en actos de violencias durante los incidentes. Pese a habérsele requerido su comparecencia ante la Comisión, no lo hicieron los señores Diomedes Mercedes, Alfredo Toussaint, Antonio Isa Conde, Leopoldo Grullón y Leopoldo Licairac.

“DECIMO SEGUNDO: En cuanto a la detonación de un arma explosiva (según se dice una granada o bomba) en la explanada del Alma Mater, próximo a las oficinas de la Dirección del Registro Universitario, no se ha  podido establecer la persona que la lanzara, ya que las declaraciones del señor Eligio Reyes Cedeño, Auxiliar Especial de Suministros y del Br. Emilio Vargas  (a) Milo, solo describen el aspecto físico de quien la tiró.

“DECIMO TERCERO: Es criterio de la Comisión, compartido por declaraciones que reposan en el expediente, que sería conveniente para el futuro de la institución establecer como principio estatutario la prohibición absoluta de porte de armas de fuego por cualesquier miembro de la familia universitaria dentro del recinto de la Universidad, hecho que deberá ser sancionado según lo determine el Claustro Universitario.

Por la Comisión Investigadora: Dr. Héctor Cabral Ortega, Miembro; Dr. José J. Bidó Medina,  Miembro; Dr. Carlos Temistocles Roa,  Miembro”.

“10 de julio de 1968”.

(Hasta aquí el documento, publicado por El Nacional del 17 de julio de 1968, APR).

Después del luctuoso acontecimiento, miembros de la Policía Nacional cercaron la academia, pero sin penetrar al campus universitario. La Universidad fue  reabierta diez días después en un tenso ambiente en el que se esperaba nuevos enfrentamientos. El viernes 27 de julio los contrarios al BRUC y al PCD—los del 1J4, MPD y Pacoredo—colocaron  una tarja en el Colegio Universitario (CU), en honor a José María Fadul y Fadul, pero ese mismo día, de acuerdo al periódico El Nacional, los opuestos procedieron a arrancarla  de su lugar y llevarla a la oficina de redacción del diario, amenazando con represalias. 

En 1969, otro acontecimiento con la misma característica del que hemos reseñado, volvió a estremecer la Universidad, pero eso será tema de un próximo artículo de la serie “Crónicas de los Doce Años de Balaguer”.