SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El Comité Dominicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) calificó de alarmante el deterioro de inmuebles declarados Monumentos Nacionales y del patrimonio arquitectónico y arqueológico.
Icomos sostiene que los programas de intervención en inmuebles de alto valor patrimonial no han sido continuos y que los esfuerzos iniciales se han visto afectados por la falta de inversiones del sector público y privado, disminuyendo sus alcances.
Destaca que existe una indefensión que atenta contra su permanencia y la reducción de la lista de bienes culturales por la pérdida de inmuebles de alto valor que han sido destruidos por el propio Estado Dominicano y por intereses particulares.
Advierte que la reducción del patrimonio a la condición de recurso material en detrimento de su valor cultural y de su fortaleza como elemento imprescindible en la cohesión de una identidad nacional en provecho de su explotación como mera mercancía turística.
En un comunicado dado a conocer en ocasión de la celebración del Día Internacional de los Monumentos y Sitios este 18 de abril y suscrito por su presidente, Edwin Espinal Hernández, la entidad indica que “Muchos programas han quedado inconclusos y otros esperan por el inicio de acciones fundamentales para la preservación de la memoria histórica de los dominicanos”, afirma.
La institución, que promueve la conservación, protección, uso y puesta en valor de los monumentos, conjuntos y sitios históricos del país, destaca como preocupante la falta de inversiones en los inmuebles patrimoniales y los sitios históricos en todo el territorio nacional.
La entidad demandó una mayor atención y cuidado a los monumentos y sitios, especialmente a los que presentan un deterioro acelerado y al mismo tiempo reclamó la renovación de su marco legal, para su conversión en instrumentos de desarrollo y creación de riquezas.
ICOMOS Insistió en que las intervenciones en el patrimonio arquitectónico sean realizadas por especialistas en conservación
Resaltó que la labor de rescate y protección del patrimonio debe ser continua e incluir un componente social que lo inserte en los procesos de desarrollo de las comunidades y que es importante implementar programas culturales y sociales que le aporten nuevas dinámicas para su conservación.