A partir de ahora el teatro cibaeño llevará por nombre “Gran Teatro Cibaeño Johnny Paheco,” en honor a ese hijo de Los Pepines, quien por largos años se estableció en Estados Unidos, donde unido a muchos  músicos latinos llegó a fundar el Grupo de la Fania, intérprete de los más populares ritmos, entre ellos, aquel que contó con el nombre de “la salsa”.

Muchos fueron los éxitos de Pacheco y su grupo, aunque por largo tiempo lo sentimos alejado de su patria y sin hacerle culto al merengue.

Desde hacía tiempo veníamos luchando para que el Gran Teatro del Cibao  fuera bautizado con el nombre de “Gran Teatro Cibaeño Henry Ely,” como un reconocimiento a su talento artístico de la ciudad en donde había nacido. Al anterior patronato del Gran Teatro le habíamos sugerido el 15 de febrero del 2011 “que lucharan para que  llevara ese nombre y por tal razón incluimos junto a nuestra carta parte del rico currícumun vitae del artista.

Nunca recibimos respuesta del patronato a nuestra sugerencia. Igual petición la elevamos al señor presidente de la República, Luis Abinader, misiva que depositamos en las manos del senador Eduardo Estrella para que se la entregara. Desconocemos si el mandatario recibió la misiva. Y ahora,  un diputado local plantea en la Cámara Baja que se bautizara con el nombre del renombrado cultor de la música popular Johnny  Pacheco si dicha propuesta tiene el consenso mayoritario de los congresistas.

Habíamos propuesto el de Henry Ely, hijo también de Santiago y uno de los más brillantes tenores líricos que ha tenido el país y que marchó a Italia, cuna de las más prestigiosas academias de canto operático. En el 1964 hace el viaje y su primer maestro fue el ilustre Ingeman Caggiano. Asiste a la Academia Santa Cecilia, en Roma,  y allí obtiene el primer lugar en méritos en el examen de admisión, galardón que por primera vez lo logra un cantante lírico de América.

Luego estudia en el teatro Massimo de Palermo, donde es escogido entre 150 jóvenes cantantes de todo el mundo, con tres eliminatorias, luego se escogen quince para un estudio de dos años, graduándose junto con la soprano italiana Elena Mauti Nunziata.  Allí tuvo como maestros a la soprano Inés Alfani Tellini y al famoso barítono Gino Bechi. También Henry se gradúa en perfeccionamiento de canto en la famosa Academia Chigiana,  de la ciudad de Siena.

Como profesional es contratado  por el Teatro Máximo de Palermo y canta en la ópera Arlechinata Partita a Pugnita. Canta en La Traviatta, La Funciulla del West, Volo dei Notte, Incoronazione de Poppea y otras. Después audiciona y entra en la Scala de Milán, donde estudia repertorio con el director de orquesta Enrico de Mori. Lograda toda esa experiencia, Henry Ely canta en Madrid, Praga y Viena, donde fue visto por muchos dominicanos y en otras capitales europeas,  también en Siena, Florencia, Colombia, Venezuela, Curazao y otros.

En 1968 graba selecciones de la Ópera Italiana, en Argelia, con la orquesta Lírica de Roma y el 16 de agosto de 1968  canta en el Palacio Nacional para el doctor Balaguer y todo el cuerpo diplomático. En ese mismo año viaja a Cleveland, Ohio, para cantar en la televisión a colores, regresa luego a Italia y canta en diez ciudades. En 1972 canta en la compañía Ópera Sotto Lestelle.

Regresa al país en 1975 y participa ampliamente en la primera temporada de ópera en el Teatro Nacional, actuando en las óperas El Barbero de Sevilla, Tosca, Tabarro y Madame Butterfly, arrancando numerosos aplausos. En 1976, Henry Ely viaja a Nueva York y canta en el Avery Fisher Hall del Lincoln Center y en 1978 lo hace en el Carnegie Hall, de Nueva York.  En 1979  es nombrado Tenor Lírico del Teatro Nacional.

Podríamos escribir varias hojas más acerca de la vida artística de Henry Ely, hijo auténtico de la Ciudad Corazón, por quien habíamos tenido el sueño de que el Gran Teatro del Cibao fuera bautizado con su nombre, pero no pudo ser. Los de su ciudad natal le dieron la espalda.

Henry Ely murió de covid el pasado 26 de febrero en Santo Domingo. Lo imaginamos cantando en un coro de ángeles, muy allá, en una lejana galaxia.

17 de septiembre, 2021