Santo Domingo.- El verbo evacuar puede seguir dos modelos de conjugación, por lo que son válidas igualmente dos formas del presente de indicativo: la primera con diptongo (evacuo, evacuas, evacua y evacuan); la segunda con hiato y tilde en la vocal u (evacúo, evacúas, evacúa y evacúan), según explica hoy Fundéu Guzmán Ariza.
Lo mismo sucede con las formas del presente de subjuntivo evacúe/evacue, evacúes/evacues, evacúen/evacuen.
Con motivo de la toma de Kabul y de las últimas catástrofes naturales, en los medios de comunicación son frecuentes las frases en las que se emplea este verbo con el sentido de ‘desalojar a los habitantes de un lugar para evitarles algún daño’: “Evacuan a unas 40 personas tras incendio en una clínica de La Romana”, “Evacúan a cientos por fuegos en plena ola de calor”, “Evacuan al estudiante inglés que fue “de vacaciones” a Afganistán”, “La India evacúa a unos 150 ciudadanos indios de Afganistán” o “Entre el ruido de las balas y el de los aviones que evacúan a los extranjeros del aeropuerto de Kabul”.
Tanto el modelo de conjugación que registra el “Diccionario de la lengua española” como la “Nueva gramática de la lengua española” indican que el verbo evacuar presenta una doble conjugación, como otros verbos terminados en -cuar, como licuar o adecuar; por lo tanto, puede conjugarse manteniendo el diptongo sistemático (evacuo, evacuas, evacua, evacuan, evacue, evacues, evacuen), o bien, el hiato con la consiguiente tilde en la vocal “u” (evacúo, evacúas, evacúa, evacúan, evacúe, evacúes, evacúen).
Teniendo esto en cuenta, todos los ejemplos iniciales se consideran válidos. En caso de que estas formas verbales se repitan en el mismo texto es aconsejable mantener la homogeneidad en el modelo de conjugación elegido.
Fundéu Guzmán Ariza (www.fundeu.do) es una iniciativa de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua, institución sin fines de lucro entre cuyos objetivos se encuentra impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación de la República Dominicana. Cuenta con la asesoría de la Academia Dominicana de la Lengua, el Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía y la FundéuRAE, así como con el patrocinio económico del bufete Guzmán Ariza.