Santo Domingo.- El anglicismo “start-up” (también escrito “startup”), que se refiere a empresas de nueva creación, generalmente innovadoras, puede traducirse en español por empresa emergente, apunta hoy Fundéu Guzmán Ariza.

Es frecuente el uso del anglicismo en los medios de comunicación dominicanos: “Estaríamos hablando de desarrollar las empresas de Start Up, como lo estamos indicando aquí hoy”, “Los cinco proyectos finalistas en República Dominicana, luego del proceso de selección realizado por el jurado, demostraron que sus ideas o start ups están cimentadas en obtener beneficios a la vez que tienen un impacto positivo en la sociedad”, “El jueves 28 de mayo, a las 5:00 de la tarde, se realizará la tertulia sobre Literatura y startups: una mirada al futuro”.

El “Oxford English Dictionary” define “start-up”, en su acepción relativa al comercio, como ‘negocio recién establecido’, concepto que en español se podría traducir por empresa emergente.

Así, en los ejemplos anteriores se habría podido escribir “Estaríamos hablando de desarrollar las empresas emergentes, como lo estamos indicando aquí hoy”, “Los cinco proyectos finalistas en la República Dominicana, luego del proceso de selección realizado por el jurado, demostraron que sus ideas o empresas emergentes están cimentadas en obtener beneficios a la vez que tienen un impacto positivo en la sociedad” y “El jueves 28 de mayo, a las 5:00 de la tarde, se presentará la tertulia Literatura y empresas emergentes: una mirada al futuro”.

En caso de que se prefiera usar el término en su idioma original, es conveniente apuntar que “start-up” y “startup” se escriben con minúscula inicial por ser nombres comunes, y en cursiva por tratarse de préstamos sin adaptar procedentes de otra lengua.

Fundéu Guzmán Ariza (www.fundeu.do) es una iniciativa de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua, institución sin fines de lucro entre cuyos objetivos se encuentra impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación de la República Dominicana. Cuenta con la asesoría de la Academia Dominicana de la Lengua, el Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía y la FundéuRAE, así como con el patrocinio económico del bufete Guzmán Ariza.