3 mar (EFE).- Más de 200 asentamientos indígenas han sido localizados en el norte y noroeste de República Dominicana, a partir de un estudio internacional que sigue la ruta que originalmente recorrió Cristóbal Colón en 1494 para internarse por primera vez en el corazón de la isla La Española.

La investigación, auspiciada por la Unión Europea a través del proyecto "Nexus 1492, Encuentros del Caribe con un Mundo Globalizado", intenta arrojar luz para entender la interacción entre la diversidad de comunidades indígenas que poblaron la región antes de la llegada de los europeos (siglos XIII y XV) y las transformaciones culturales y sociales que sufrieron.

El estudio, dirigido por científicos de la Universidad de Leiden y de la Universidad Libre de Amsterdam, en Holanda, tiene como contraparte en la República Dominicana a expertos del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), así como del Museo del Hombre Dominicano, el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Educación.

En un comunicado, el Intec informó hoy que además de los 200 asentamientos, el estudio ha permitido profundizar en la distribución de las aldeas indígenas, antes y durante el periodo de contacto hasta ahora poco conocida, y que se caracterizan por plataformas, muros de tierra y montículos que evidencian múltiples actividades respecto al medioambiente en el que se vivió en esos lugares.

"Se mezclaban estilos patentes hoy en los restos de cerámicas, y hasta se practicaba la exogamia (matrimonios entre diferentes grupos), lo que puede reflejar otros tipos de interacción entre diferente grupos"

"Pensamos que debemos mostrar al mundo que las redes de los indígenas, sus vidas, fueron muy importantes para el proceso de colonización europeo", según la directora del proyecto, Corinne Hofman, profesora de arqueología caribeña y decana de la Facultad de Arqueología de la Universidad de Leiden.

La migración precolombina, el intercambio y la interacción son tres factores que han aflorado a través del proyecto "Nexus 1492″, que involucra a alrededor de 50 investigadores en diferentes disciplinas (arqueólogos, expertos en ciencias naturales y sociales, en informática y en patrimonio, entre otros) y de diversos países europeos.

A ellos se unen la República Dominicana, Haití, Cuba, Guadalupe, Dominica, Granada, San Cristóbal y Nieves, San Vicente, Saba, Venezuela y Brasil.

La investigación se espera que concluya en 2019.

"Nunca se había hecho un estudio macro de la región", según Jorge Ulloa, arqueólogo investigador de Intec y encargado del Departamento de Arqueología del Museo del Hombre Dominicano (MHD), que también participa en el estudio.

El proyecto comenzó en 2013.

Ulloa explicó que la investigación, en relación a la República Dominicana, abarca una superficie de unos 7,320.7 kilómetros cuadrados en Montecristi (noroeste), Puerto Plata (norte), Valverde y Santiago, en el centro del país.

El experto de Intec agregó que la investigación ha permitido establecer además que la zona supuestamente habitada sólo por un grupo aborigen conocido como "macoriges", en el interior de la isla La Española, en realidad era un crisol de culturas donde se formaban alianzas.

"Se mezclaban estilos patentes hoy en los restos de cerámicas, y hasta se practicaba la exogamia (matrimonios entre diferentes grupos), lo que puede reflejar otros tipos de interacción entre diferente grupos", indicó.

Los expertos involucrados en el proyecto, sin embargo, consideran que su mayor aporte es la aplicación de un nuevo enfoque que deja de lado la visión eurocéntrica del estudio arqueológico predominante en la actualidad, y revaloriza el patrimonio local para introducir una nueva visión a la historia universal.

Ulloa señaló que el estudio, que concluye en tres años, pretende ver el primer encuentro entre europeos y nativos americanos desde otra perspectiva, "el revés de las cosas", el lado indígena y cómo pudo ser su mundo antes de la llegada de Colón, qué impacto y qué consecuencias generó.

"Aporta una nueva visión que supere las ideas tradicionales respecto a los conceptos de 'destrucción total' en la perspectiva de los descubridores, y del 'paraíso terrenal' en cuanto a los colonizados, usando técnicas novedosas de la arqueología", agregó.

Pero sobre todo, "la valorización del patrimonio cultural indígena y el reconocimiento de la gente de que su historia no comenzó con Colón", según afirmó Ulloa. EFE