Resumen: Desde el primer día de su llegada a América, Cristóbal Colón evaluaba la posibilidad de obligar a los indígenas a servir a los europeos. La esclavitud, práctica común en la época, acompañaba a Colón como opción económica a considerar. En su primer viaje secuestra indígenas y de cierto modo, sugiere la posibilidad de la esclavitud. A partir del segundo viaje impone la esclavitud a indígenas capturados en las Antillas Menores y en la isla de La Española, además de proponer a los Reyes Católicos el inicio del tráfico.

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El viernes 12 de octubre de 1492 Cristóbal Colón y las tripulaciones de los barcos que dirigía llegan a la isla de Guanahani, en el archipiélago de las Bahamas. El mismo día 12 registra en su diario de navegación el carácter pacífico de los indígenas, gente sin armas peligrosas, fáciles de convertir al cristianismo.  El domingo 14 habla de la captura de siete hombres para llevarlos a Castilla, y de cómo estos parecen usar el tema de la búsqueda del oro, para lograr que los barcos se aproximen a tierra y huir; dos de ellos, pese a ser perseguidos por mar y tierra, lo logran. El lunes 14 describe el intento de los marineros de “tomar” a otro. Ya había escrito sobre las poblaciones locales: “porque con cincuenta hombres los tendrán todos sojuzgados y les hará hacer todo lo que quisiere.”

Esta expresión de Colón y sus actos, dejan claro que desde el primer día evaluaba la posibilidad y capacidad de obligar a los indígenas a servir, en el sentido más amplio del término. La esclavitud, práctica común en la época, acompañaba a Colón como opción económica a considerar, si bien siempre recordamos la obsesión por el oro y las especies. En su primer viaje secuestra indígenas y de cierto modo, sugiere la posibilidad de la esclavitud. A partir del segundo viaje impone la esclavitud a indígenas capturados en las Antillas Menores y en la isla de La Española, además de proponer a los Reyes Católicos el inicio del tráfico.

El tema de la esclavización de los africanos marca la historia del Mundo Moderno pero fue precedida y coexistió con una esclavitud mucho menos conocida; la de los indígenas, o de los indios, según los llamaron los españoles. Si entre 11 y 12 millones de africanos fueron arrancados de su tierra y traídos como esclavos a América, entre 5 y 7 millones de indígenas lo fueron en todo el continente. Durante el periodo 1493 – 1552 esta fue la suerte de entre 250 000 y 500 000 indígenas en el Caribe. En este texto, parte de las investigaciones que realiza el autor en el Centro Cultural Eduardo León Jimenes, reflexionamos sobre el tema de la esclavización de los indígenas en la isla de Santo Domingo.

Los indios. O encomendados o esclavos

La esclavitud convertía a las personas en objetos, simples mercancías, y deshumanizaba tanto a los que la sufrían como a los que la ejercían. Su práctica masiva comienza en la isla de La Española, más tarde conocida como Santo Domingo. Colón propone a los reyes vender en la península 4000 indios a 1500 maravedís la pieza. Les escribe en varias ocasiones, explicando la factibilidad de dicho negocio y las condiciones que hacían de los locales excelentes esclavos. En 1495 envía a Castilla 500 indígenas para vender, y otros 800 en 1498. Su hermano Bartolomé había remitido 300 en 1496 y 300 acompañan, en 1499, a un grupo de españoles en su viaje de retorno.

Todo esto ocurre con la autorización de Colón y generándole beneficios económicos. Implica a la población de La Española, aunque unos pocos son capturados en otras islas. Para ello fomenta enfrentamientos a fin de conseguir prisioneros e incluso, se cree que pudo haber obstaculizado la conversión religiosa de comunidades enteras, a fin de garantizar que no vendían cristianos. A lo largo de varias décadas gran parte de los conquistadores, colonizadores, y propietarios radicados en la península, se beneficiarán igualmente de la explotación de los indígenas esclavizados y su venta, transacción sumamente lucrativa para la misma Corona.

La esclavitud era común en España y Portugal, mientras perdía importancia en el resto de Europa. Incluso Bartolomé de Las Casas, a los 24 años (en 1498), mucho tiempo antes de convertirse en el apóstol de los indios, recibió como regalo de su padre y sus tíos, un indio esclavo; un muchacho capturado en Las Antillas. Lo liberó dos años después. La esclavitud llegó a ser el elemento central de la estructura económica de las Antillas Mayores, junto a las encomiendas (sistema por el cual se obligaba a trabajar para los españoles, a indígenas libres, a cambio de supuesta instrucción religiosa y civilizatoria). Fueron sistemas complementarios en la explotación de los indígenas y causas claves de la destrucción de dicha población y su sociedad. La esclavitud, inclusive, dio una oportunidad de éxito económico a muchos españoles sin suficiente poder como para conseguir o mantener encomiendas.

Había muchas ventajas en tener indios esclavizados en el Caribe, durante el siglo XVI. Constituían una propiedad y no había el peligro de perderlos en caso de un nuevo repartimiento (acto de entrega de indios para que sirvieran a un encomendero), como ocurría con los indios encomendados. A diferencia de estos, podían ser vendidos, por tanto, poseían un valor mercantil. Se hallaban más indefensos que los encomendados en términos legales, y carecían del soporte que podía darles su comunidad; en el caso de las mujeres esto facilitaba aún más los abusos sexuales. Se podía disponer de ellos libremente y no tenían periodo de descanso; debían trabajar durante todo el año. Los mismos españoles reconocían que al sacarlos de sus lugares de origen disminuía su capacidad de huir y resistirse, haciéndose más fácil su explotación. En el Santo Domingo de 1520 un indio esclavo costaba 15 pesos y un africano 54. Resultaban más baratos y, según los colonizadores, más fáciles de manejar y dominar que los negros. Poseían, además, conocimientos del entorno y la naturaleza local, ausentes en estos últimos, que los hacían muy útiles.

Inicialmente la corona aceptó la esclavización de los indígenas y su envió a España, pero pronto comenzó a limitarla. Reconocer a los indios como libres, vasallos reales (1501), y precisar la evangelización de las poblaciones del Nuevo Mundo, como objetivo central del accionar hispano (1503), establecía un orden contrario a la esclavitud. No obstante, entre 1503 y 1511 se reconocieron tres causas para poder apropiarse de ellos: los acusados de antropofagia, práctica achacada a los indígenas caribes de las Antillas Menores; haberlos obtenido en buena o justa guerra, es decir, prisioneros por haber combatido a los españoles; o que tuviesen ya entre los indios la condición de cautivos o esclavos. Estas excepciones fueron suficientes para establecer una esclavitud y un tráfico masivo, provocar enfrentamientos a fin de capturar prisioneros, táctica muy empleada por Colón y Nicolás de Ovando en La Española, y ver y cazar indios caribes en cualquier sitio.

Al imponerse el sistema de encomiendas, este fue el estatus legal de la mayoría de la población indígena en las Antillas Mayores. Usando la excusa de la guerra justa, muchos indígenas de las Grandes Antillas fueron esclavizados. Igualmente fueron numerosos los casos de indios locales encomendados, herrados (marcados con un hierro caliente) ilegalmente y vendidos o usados como esclavos.  Perseguir caribes y reprimir los ataques a Puerto Rico, fue la excusa principal para asolar las Antillas Menores y áreas del norte de Suramérica. Posteriormente se tomarían esclavos en Centroamérica, México y la Florida; en este último proceso se involucraron con más frecuencia colonos de Cuba.

La falta de oro en ciertas islas fue otro motivo para justificar la captura de los indios. Se declararon islas ¨inútiles¨, y bajo esta categoría quedaron tierras de las Antillas Menores, Las Bahamas y las islas de los gigantes (Aruba, Curasao y Bonaire). Se estima que al menos 15 000 indígenas de Las Bahamas fueron llevados a La Española, y que hacia 1520 en la isla la cantidad de esclavos era similar a la de encomendados, siendo ya mayoría hacia 1530.

 

Armada esclavista española. Grabado de Theodor de Bry, 1594.
Armada esclavista española. Grabado de Theodor de Bry, 1594.

Las expediciones o armadas para esclavizar indígenas, se hicieron comunes desde inicios del siglo XVI. Como obtener indios cautivos de otros indígenas se consideraba un acto justo, pues les daría la oportunidad, sin dejar de ser esclavos, de ser evangelizados y salvados, muchas de estas armadas se justificaban como empresas comerciales, o para rescatar (cambiar) oro, perlas, guanines (objetos hechos en una aleación de oro y cobre) e indios esclavizados, por productos europeos. Algunas eran pequeñas flotas, navegando por todo el litoral caribeño continental para asaltar pueblos (ver figura 1). El rescate con grupos pacíficos, muchas veces llevaba a ataques indiscriminados, donde indios amigos y enemigos terminaban siendo esclavizados. Los principales organizadores y participantes en las armadas orientadas a Suramérica fueron colonos residentes en La Española y Puerto Rico. Solo entre 1514 y 1519, unas 30 armadas fueron enviadas desde La Española a Tierra Firme (Venezuela).

Las armadas fueron las principales responsables del casi total despoblamiento de las Antillas Menores y de un amplio sector costero de Tierra Firme, muriendo en los viajes de retorno gran parte de los indígenas capturados. En la década de 1510 el juez Vázquez de Ayllón fue uno de los personajes de La Española más involucrados en las expediciones esclavistas. Tenía estancias en Puerto Plata donde dejaba reponer y engordar a los indios antes de venderlos. Era dueño de 200 esclavos lucayos (de Las Bahamas) y tenía más de 300 indios de encomienda.

La minería del oro y la explotación agrícola-ganadera y azucarera, en las Antillas Mayores, particularmente en La Española, fueron las mayores receptoras de esclavos, junto a la pesca de perlas en la isla Cubagua y en la península de la Guajira, en el norte suramericano.  Los esclavos se usaban en todo tipo de labores y en el servicio doméstico, actividad que en el caso de mujeres suponía servir de concubinas.  Otros eran desplazados como parte de las expediciones de conquista y colonización, bajo el carácter de cargadores y personal auxiliar.

Hay registros del envió desde La Española a la península Ibérica, de al menos 1510 esclavos entre 1492 y 1550. Esta isla y Puerto Rico, según algunas estimaciones, captaron no menos de 34 000 esclavos indígenas durante ese periodo, procedentes de toda el área caribeña. En las ciudades de Santo Domingo, y en menor medida La Habana (Cuba), San Juan (Puerto Rico) y Nueva Cádiz de Cubagua, estaban los más grandes mercados de esclavos indígenas del Caribe.  Indios de las islas y también de Guatemala, México y Venezuela, se vendieron en Santo Domingo. Sevilla era el centro de ventas europeo junto a Lisboa, en Portugal. En Castilla los indios sirvieron como cocineros, albañiles, carpinteros, curtidores, y criados, entre otros oficios, situándose en los estratos sociales más bajos. Se preferían los esclavos hombres y jóvenes, situándose entre 12 y 20 años de edad más del 50 por ciento de los vendidos en Sevilla. Queda claro que una enorme cantidad de niños y adolescentes sufrieron esta terrible condición.

Fragmento de vasija tipo cerámica indo-hispana. Sitio Concepción de la Vega

Evidencias arqueológicas de la esclavitud de los indios

Para la isla de Santo Domingo, como en el resto de Las Antillas, hay poca información arqueológica sobre la esclavización de los indígenas. Los análisis al respecto se basan mayormente en la presencia de cerámicas indígenas no locales, en contextos coloniales. Estas muestran características de zonas donde se capturaron esclavos, como Centroamérica y Suramérica, y se hallan en sitios donde hay constancia del manejo de esclavos. Se estima, por tanto, que indígenas traídos como esclavos de esas regiones las fabricaron en dichas ciudades.

El caso mejor investigado es el de la ciudad de Concepción de la Vega. Allí se ha identificado la producción de una cerámica, conocida como cerámica indo-hispana, que por sus formas y decoraciones parece incorporar elementos indígenas no antillanos, posiblemente suramericanos, mezclándolos con formas de vasijas hispanas y posiblemente elementos decorativos indígenas locales. Cerámicas del tipo Concepción de la Vega se han hallado en distintos sitios en la ciudad de Santo Domingo, también en el complejo minero de Cotuí y en Playa Grande, un sitio de base indígena con diversos indicios de interacción con los europeos en el siglo XVI.

Pese a la enorme oposición de los colonos, durante el gobierno de Carlos V (Carlos I de España) (1516-1556) la esclavitud de los indígenas fue restringida de modo sistemático, determinándose su eliminación por las Leyes Nuevas de 1542. En ese año la isla conservaba 5000 esclavos, en su mayoría foráneos; el grueso de la población indígena existente para ese momento. Habían pasado solo 50 años de la llegada de Colón y eran muy pocos los indígenas que podían celebrar la libertad. Hoy, 529 años después, pensamos en la esclavitud como una razón más para no festejar ese 12 de octubre de 1492.