SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El montaje de Casi normales, desde su anuncio, era un atrevimiento. El proyecto exhibía esas condiciones de lo excepcional sobre todo, por el tema conformado el riesgo de alejarse de las  historias de amor, las fantasías mitológicas, las facilistas y previsibles leyendas fílmicas de Disney, las épocas temporales alegres, de la música vivaz y danzas cargadas de ritmo y sentido de artística sincronización.

Era ese inusual el montaje no festivo, con un género que presupone música, canto y baile, el tipo de reto que Camilo Then, un productor con garras para entrar en contravía, de los que entran por la salida, acepta.

El impacto logrado por Casi normales (Next to normal),  con libreto y composiciones de Brian Yorkey y música original de Tom Kitt, representado en el País Bajo, la producción de Camilo Then y la dirección de Joyce Roy, representa un giro novedoso, atrevido, arriesgado y dotado de la fuerza de talentos criollos que llenaron de emociones el ya entrañable espacio teatral (Studio Theater) de Acrópolis Center.

Los actuantes, y en especial Laura Leclerc (magnifica rompedora de esquemas psicológicos y físicos), Alejando Espino (como el esposo de la familia) y los muy jóvenes y extraordinarios Juan M. González, Annabelle Aquino (alucinante por su actuación), Vladimir Rodríguez y Jean Luis Burgos, ofrecen al espectador una paleta de actuaciones inolvidables, que torna ridícula la queda de que el musical es muy extenso. Todo depende de la actitud del espectador.

Casi normales era acudir a la poderosa la carga emotiva que transmite Casi normales, en su búsqueda y denuncia de los entretelones de las creencias aberrantes sobre el trastorno mental bipolar, y su correcto manejo temático, que le hicieron merecedor de un premios y su inclusión en el repertorio de numerosas compañías luego de su estreno en  febrero, 2008, por parte de Second Stage Theater (NY). Este musical, por las características no comerciales de su temática, tuvo que ser producido con apoyo de la Fundation Jonthan Larson, que educa en materia de salud mental. Luego, a pesar de su tema, se transformó en un éxito de público y un desafío para artistas del musical no convencional.

Si puede, no deje de ver eso. No se la pierda. La excepcionalidad del musical en el porte de gente con talento y conciencia del oficio.

Lo excesivo

Si una recomendación debe hacerse a la producción de este tipo de montajes, es cuidar la extensión, afinar el poder de síntesis de las adaptaciones para, independientemente de la belleza y el drama tan bien llevado, no exceda el límite aconsejable de tiempo. Hora y media como promedio de duración, es suficiente.