Cortesía de QuisqueyaPeach
El proyector empieza a correr con una historia de amor y fe. La de Leonor y Leonidas y sus raíces como cómplices de un mismo destino, que aseguran fue un milagro de Dios.
Comenzó en septiembre de 1957, cuenta Don Leonidas, con una oración y un encargo muy especial. “Recuerdo que todos mis compañeros tenían su novia; yo estaba en cero, y un día me le acerco a la virgen y le digo ‘virgencita de la Altagracia ¿qué pasa contigo? ¿me voy a quedar jamón a esta edad?… Y ella oyó mi ruego, porque esta mujer es un regalo de Dios”.
Con este relato inicia la sugestiva e ilustrativa narración audiovisual de 66 minutos que lleva a la pantalla grande Camino a Higüey, documental que muestra en sus múltiples dimensiones los entretelones de una de las tradiciones más arraigadas en la idiosincrasia religiosa, cultural, del pueblo dominicano.
Especialmente los peregrinajes y “promesas” que se manifiestan al calor del culto a la Virgen de la Altagracia durante el primer mes del año. Y celebraciones de gran colorido folklórico como la de los “Toros de la Virgen”, que se escenifica en agosto de Bayaguana hasta la emblemática Basílica de Higüey.
El filme producido por Larimar Films, opera prima del director Abi Alberto -con música de Chichí Peralta-, ha sido presentado y galardonado en festivales internacionales de renombre en la industria del cine latinoamericana, europea y estadounidense.
El pasado año fue premiado como el “Mejor Documental Religioso” del 2017 en el prestigioso Festival Internacional de Documentales de Hollywood (HIIDA).
En el 2016 el Papa Francisco recibió una copia, en el marco de una audiencia con el prelado católico, siendo ésta la única pieza sobre esta centenaria devoción cristiana que reposa en los archivos de la Santa Sede.