Título original: Steve Jobs. Género: Drama. Dirección: Danny Boyle. Guión: Aaron Sorkin (Biografía: Walter Isaacson). Reparto: Michael Fassbender, Kate Winslet, Seth Rogen, Jeff Daniels, Katherine Waterston. Duración: 2 horas. Clasificación: + 12 años. País: USA

No es de dudar que la figura de Steve Jobs inquietará por muchos años, puesto que cada dispositivo inventado por su compañía Apple, le recuerda a él.

Él era Apple y Apple era él. Una simbiosis compleja, difícil de explicar por su carácter y su empeño, casi excesivo, de llevar a cabo todos sus proyectos exitosamente.

El director Danny Boyle (Slumdog Millionaire, 2008) y el guionista Aaron Sorkin (La red social, 2010), auscultan la personalidad compleja de Jobs para dibujar un perfil psicológico complicado estableciendo parámetros pocos afables para reseñar la conducta de un genio y su entorno establecido por su rigidez en la relación con los demás.

A través de diálogos eficaces, durante los tres actos que abarcan 15 años de su vida, el filme busca mirar desde distintas perspectivas, aristas un tanto confusas, de su relación con sus empleados y socios, pero también hacia su vida interna marcada por la no aceptación de su hija y su dificultosa relación con la madre de esta.

Lejos de aquel trabajo incompleto e incongruente de aquella versión titulada “Jobs” (2003, Joshua Michael Stern), este filme recorre un mejor terreno, aunque difícil, rebosado de argumentos que apuntan a la visión avasallante de Jobs.

Cada reto en su camino, durante esos años, es descrito con elegancia argumental como el fracaso de Macintosh, la creación del sistema NeXT, el triunfo de iMac y dejando caer el esbozo de lo que sería el iPod.

Michale Fassbender esquiva el poco parecido con el genio ofreciendo un perfil más que verídico y orgánico. Paralelo al personaje de Jobs está la ejecutiva de marketing Joanna Hoffman, interpretada por una efectiva Kate Winslet, un balance obligatorio que le otorga al filme un justo proceso descriptivo, aclarando en todo momento sus lados opuestos, pero a la vez complementarios.

Un filme audaz en sus aspectos formales y narrativos que, quizás no aclare la gran dimensión del personaje en cuestión, pero deja un cuadro interesante capaz de provocar reflexiones y conjeturas.