Muchas familias brasileñas están divididas por lo que piensa cada uno de sus integrantes sobre el escándalo que se cierne sobre el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva.

Lula fue obligado por la policía a participar en un interrogatorio el 4 de marzo, como parte de una investigación a gran escala sobre la corrupción vinculada a la petrolera estatal, Petrobras.

Vitor Chiarello, considerado por su familia como el más radical, cree que la policía se extralimitó en sus funciones.

El resto, en cambio, celebró la noticia en su momento y cree que Lula no está actuando en función del bien común.

Los Chiarello conversaron con la BBC sobre el debate político que tiene lugar a diario en el seno de la familia y cómo hacen para que sus diferencias no enturbien sus relaciones.