El millonario Donald Trump ganó este martes las primarias celebradas en los estados de Mississippi, Michigan y Hawai, consolidando su condición de favorito para lograr la nominación republicana de cara a las presidenciales de noviembre en Estados Unidos.
En el bando demócrata, Hillary Clinton se impuso en Mississippi, mientras que Bernie Sanders obtuvo una sorpresiva victoria en Michigan, el estado en el que más delegados había en juego.
Pese al buen resultado del senador de Vermont, la exsecretaria de Estado sigue en cabeza para ser la nominada del Partido Demócrata.
Aunque Trump fue el gran vencedor entre los republicanos, Ted Cruz, su principal rival por el momento, se impuso en Idaho, según las proyecciones de los medios de Estados Unidos.
Aún se han de conocer los resultados del caucus republicano de Hawái.
"Nunca me gana"
"La única persona que lo hizo bien esta noche fui yo", dijo Trump este martes tras su victoria en Mississippi, con el 47% de los sufragios, Michigan con casi el 37% y el caucus de Hawai con el 45%.
"Ted (Cruz) siempre dice que es el único que me puede ganar. Pero nunca me gana", afirmó el magnate desde Florida, donde aprovechó para publicitar los negocios que llevan su nombre, como uno de carne, otro de vino y una revista.
Trump, en un tono más conciliador con su partido, pidió el voto para los republicanos para el Congreso y dijo que éste es el "momento de unificar".
También volvió a hablar de su postura contra la inmigración irregular: "No quiero ser duro, quiero ser justo".
Sorpresa de Sanders
La sorpresa de la noche en las primarias demócratas fue el ajustado triunfo del senador de Vermont Bernie Sanders en Michigan.
"La revolución del pueblo de la que hemos estado hablando resuena en todas las partes del país y lo mejor está por venir", dijo Sanders en Florida, donde está en campaña.
Sanders logró la victoria con un 50% de los votos, frente al 48% de Clinton, quien obtuvo la victoria en Mississippi con casi un 83% de apoyo.
La exsecretaria de Estado se confirma así como la vencedora en los estados del sur de EE.UU., donde está recibiendo el respaldo casi unánime de la población negra.
Clinton habló en Ohio antes de conocer los resultados de Michigan.
"Presentarse a presidente no debería tratarse de lanzar insultos, sino de conseguir resultados", dijo en referencia a Trump.
"Conforme la retórica se rebaja, aumentan las cosas que hay en juego", dijo la exprimera dama.
Clinton y Trump, en cabeza
Por el momento, tanto Clinton como Trump superan a sus rivales en el número de delegados obtenidos en el proceso de primarias que se inició el pasado 1 de febrero.
Estos delegados serán los encargados de votar a favor de los precandidatos presidenciales que ganaron las primarias o caucus de sus respectivos estados en las convenciones demócrata y republicana que se celebrarán el próximo mes de julio.
Los candidatos que salgan elegidos en esas dos convenciones se enfrentarán en la elección presidencial el 8 de noviembre.
Para ser nominado candidato republicano, el ganador necesita obtener el apoyo de 1.237 delegados. A falta de adjudicar el reparto de los delegados de este martes, Trump sumaba 446 por los 347 de Ted Cruz. Marco Rubio es tercero con 151 apoyos.
En el bando demócrata, el vencedor necesita 2.383 delegados. Al finalizar la jornada de este martes, Clinton sumaba 1.221 por 571 de Sanders.
El 15 de marzo
La siguiente gran jornada de primarias será el 15 de marzo con las elecciones en Florida y Ohio, estados que reparten un gran número de delegados.
Rubio necesita una victoria en Florida, de donde es senador, para seguir aspirando a ser el candidato.
El cubanoestadounidense, que este martes volvió a vivir una mala jornada, ya inició una campaña para desalentar el voto por Ted Cruz y John Kasich, y presentarse como el único que puede derrotar a Trump en Florida.
Las encuestas, sin embargo, dan de momento el triunfo allí al magnate.
Florida reparte 99 delegados, una cifra muy elevada. Y a diferencia de los estados que votaron hasta ahora, no habrá reparto proporcional: los 99 irán para el vencedor.
Lo mismo sucederá con los 66 de Ohio, donde Kasich es gobernador.