SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Como una especie de "efecto dominó" las agresiones y asesinatos cobran la vida de decenas de mujeres en el trimestre final del año 2017. Todos los días un titular trágico se destaca en medios impresos y electrónicos llenando de dolor y luto a familias y hogares de todo el país.
Más de 50 casos ocurridos en todo el país en lo que va de año, han dejado no solo mujeres muertas, sino también hombres feminicidas e infanticidas que luego se convierte en suicidas.
Niños huérfanos y familias devastadas son los resultados de la violencia ejercida contra la mujer, por hombres que se apegan a cualquier pretexto o justificación cuando quieren ejercer de dominador y propietario de la compañero que una vez juraron amar y proteger.
Mucho de estos hechos llenos de sangre, han sido cometidos por miembros de las instituciones castrenses y civiles encargadas de velar por la seguridad ciudadana.
Más militares cometen feminicidios
El más reciente hecho es el de la maestra Mirelys Pérez Urbaez, de 38 años, asesinada por un segundo teniente del Ejército de la República quien luego se quitó la vida en su vivienda ubicada en el residencial Renata III del sector Pantoja.
Según se informó el hecho ocurrió cerca del mediodía del pasado lunes 30 de octubre cuando la víctima salió en su hora de almuerzo hacia la residencia del segundo teniente identificado como Secundino García, de 53 años.
Algunos allegados de la profesora dijeron desconocer sobre la supuesta relación sentimental entre los muertos, mientras otros relataron que era reciente.
Otro hecho de finales del mes de septiembre que involucró a un sargento mayor de la Armada de la República Dominicana (ARD), ocurrió en Sanana de la Malla, en el kilómetro 35 de la carretera que conduce a Yamasá en Monte Plata.
El sargento fue identificado como Fidel de Paula Amador quien ultimó de múltiples disparos a su pareja Aurelina de León, y a la madre de ésta, Juana Báez de León, de 44.
El militar, asignado al Cuerpo Especializado de Seguridad del Metro (Cesmet), también hirió de bala a su vecino Luis Arturo Canela de la Rosa, de 27 años, y a un hijo de ese de un año de nacido.
Asimismo, en el mes de octubre en la provincia La Vega un sargento de la Policía Nacional mató de un disparo a una enfermera, que era su expareja, y se suicidó de un disparo a la cabeza.
El feminicidio ocurrió en las inmediaciones del hospital Antonio Musa, hacia donde se dirigía la mujer a trabajar.
Los involucrados son Esperanza Polo Pierré, 39 años, que laboraba en área de pre-parto del referido centro hospitalario; mientras que el homicida-suicida es Víctor Antonio Checo, de 37 años, que laboraba en la Corte Penal del Palacio de Justicia en esta ciudad.
Sorpresas que marcan historias
En tanto sorpresa y consternación fue lo que generó el asesinato de una joven, a mano de uno de los socios del centro mecánico para el que laboraba como secretaria.
El comerciante Domingo Alberto Molina Lozada, de 45 años, mató de un disparo a la cabeza a Victoria Pamela Barranco, de 26 años, con la que supuestamente mantenía una relación sentimental.
El hombre que era propietario del taller industrial Domingo, en la urbanización Jardines del Oeste, detrás del Cementerio del Ingenio, hace un año que estaba soltero, porque su esposa falleció.
Familiares de la joven Victoria Pamela, dijeron desconocer de la relación de esta. El hecho ocurrió en Santiago.
Nota de audio perturbadora
Otro caso fue el de Elvis Fernández, homicida suicida, quien dejó grabado un audio donde daba instrucciones de qué hacer con los cadáveres y como acceder al apartamento de ambos donde cometió el hecho.
Se trata Madelin Santana de 23 años, quien según contaron sus familiares, estaba separada de su victimario con quien había procreado una hija de 4 años de edad y se encontraba en el país hace 10 días porque residía en los Estados Unidos.
Y la número 27 de las mujeres asesinadas en Santiago y otras localidades del Cibao en lo que va de año, se convirtió la joven Rafaelina De León, de 24 años de edad, a manos de su pareja José Luis Núñez, de 31.
Los cuerpos sin vida de la pareja fueron encontrados en una enramada de la comunidad del Puerto a escasa distancia de su residencia.
La mujer sufrió dos impactos de bala en la cabeza y otras partes que le produjeron la muerte, mientras el homicida se suicidó de un disparo en la cabeza con la misma arma, de acuerdo a versiones de las autoridades policiales.
La joven habría laborado en el plan de alfabetización Quisqueya Aprende Contigo y pertenecía a varias agrupaciones comunitarias de la zona.