PEKÍN, China.- Twitter impugnó un mensaje publicado el pasado 13 de marzo por el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Zhao Lijian y lo enlazó con información verificada que contradice sus comentarios a cuenta del origen del coronavirus, se recordó hoy al calor de la disputa de la red social con el presidente de EEUU, Donald Trump.

Zhao publicó en marzo que "podría haber sido el ejército estadounidense quien llevase la epidemia a Wuhan", tuit que se acompaña ahora de una alerta que enlaza a otra página donde se explica que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que las pruebas sugieren que el virus tiene su origen en animales y que no fue creado en un laboratorio.

Twitter utilizó el mismo procedimiento aplicado a Zhao con el presidente estadounidense el pasado martes, cuando enlazó por primera vez un mensaje de Trump con información verificada que contradecía lo que éste había publicado.

Incluso lo acusó de "glorificar la violencia" cuando advirtió en un tuit que se responderá con disparos a saqueos de manifestantes que han protagonizado disturbios en Minneapolis, algo que según la red social incumple sus reglas.

“…Estos MATONES están deshonrando la memoria de George Floyd, y no permitiré que eso suceda. Acabo de hablar con el Gobernador Tim Walz y le he dicho que el Ejército está a su total disposición. Cualquier dificultad y asumiremos el control pero, cuando empiezan los saqueos, empiezan los tiros. ¡Gracias!”, reza el tuit de Trump.

En respuesta a esto, Trump firmó este jueves un decreto destinado a evaluar si su Gobierno puede castigar a Twitter, Facebook, YouTube o Google si intentan moderar los contenidos publicados en sus plataformas, en medio de un creciente debate sobre hasta qué punto debe llegar la libertad de expresión en Internet.

En marzo, el comentario de Zhao llevó al Departamento de Estado estadounidense a llamar a consultas al embajador chino en EEUU, Cui Tiankai, iniciando un nuevo rifirrafe entre los dos países.

Las relaciones entre Pekín y Washington, ya espinosas antes de la pandemia debido a la guerra comercial, se han deteriorado notablemente a raíz de la aparición del coronavirus.

El presidente Donald Trump con su homólogo chino Xi Jinping.

Tras aquel tuit de Zhao, el presidente de EEUU comenzó a hablar del "virus chino" y acusó al gigante asiático de ocultar datos sobre el origen y los comienzos de la enfermedad.

La gestión del brote en sus primeros días, cuando varios médicos chinos fueron silenciados por advertir de que la enfermedad que padecían los primeros pacientes era un coronavirus, provocó cientos de críticas y periódicos locales como la revista Caixin opinaron que algunas medidas de las autoridades podrían haber incluso facilitado la rápida expansión del patógeno.

Sin embargo, China aseguró en mayo que no supo hasta el 19 de enero cómo de infeccioso era el nuevo coronavirus y ha rechazado en repetidas ocasiones las acusaciones de Estados Unidos de que ocultó de manera intencionada información sobre la gravedad de la COVID-19.

Asimismo, el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, declaró el domingo que Washington está llevando las relaciones con Pekín "al borde de una nueva guerra fría" y que, además de la COVID-19, hay un "virus político" que se propaga por el país norteamericano, al que acusa de usar cada oportunidad para atacar a la potencia asiática.

Europa "toma nota" de orden de Trump

La Comisión Europea (CE) dijo este viernes "tomar nota" de la orden ejecutiva del presidente Trump para estudiar la retirada de algunas protecciones legales a redes sociales como Twitter.

"Tomamos nota de esta orden ejecutiva, que es muy específica de los procedimientos de legislación en EEUU. En términos de sustancia, esta orden ejecutiva cubre algunos elementos que son comunes al debate europeo", indicó el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, preguntado por la cuestión durante una rueda de prensa.

Breton defendió una "implementación, clara, transparente y consistente de los términos de servicio" de las plataformas de internet, a fin de "evitar manipulación de los contenidos o sesgo político, evitar la censura y dar una oportunidad significativa de ser escuchado".

"Pero nosotros seguimos por supuesto un camino diferente", apuntó sobre los últimos pasos tomados por el presidente de EEUU.

En cualquier caso, Trump reconoció que será difícil avanzar en esa reforma a no ser que intervenga el Congreso. La orden por sí misma no tiene un impacto inmediato ni de gran calado.

El comisario francés avanzó que considerarán "nuevas obligaciones para las plataformas", y recordó que las plataformas tienen una posición de filtrado de los contenidos, "algo extremadamente impotente".

"Por supuesto, mencionaremos claramente cómo consideramos la libertad de expresión y las obligaciones", apuntó. EFE