Editorial de NYT apela a ciudadanos contra Trump: La prensa libre te necesita

Nueva York (EFE).- El periódico The New York Times (NYT), que en coordinación con cientos de periódicos de EE.UU. busca responder al trato que la Administración de Donald Trump da a los periodistas, dedicó su editorial de hoy a alertar sobre el peligro que corre el ejercicio del periodismo libre en los Estados Unidos en estos momentos.

Ante los constantes ataques del presidente Trump a los medios y a los periodistas, el NYT apeló a los ciudadanos: "La prensa libre te necesita".

Respondiendo a una llamada de The Boston Globe, cientos de periódicos, desde grandes diarios hasta pequeños semanarios locales, se han unido para recordar a los lectores el valor de la prensa libre de Estados Unidos.

El objetivo es crear un frente común contra los ataques a los periodistas del presidente Donald Trump, que llegó a llamar a la prensa "el enemigo del pueblo estadounidense".

El editorial del Times arranca con una referencia histórica, cuando en 1787, el año en que se adoptó la Constitución de Estados Unidos, Thomas Jefferson escribió a un amigo: "Si tuviera que decidir si debemos tener un Gobierno sin periódicos o periódicos sin Gobierno, no dudaría en preferir lo segundo".

"Veinte años después, después de soportar la supervisión de la prensa desde el interior de la Casa Blanca, estaba menos seguro de su valor. 'Ahora no se puede creer nada que se vea en un periódico'", escribió Jefferson.

Según el editorial, "en 2018 algunos de los ataques más dañinos provienen de funcionarios del Gobierno. Criticar a los medios de comunicación, por minimizar o exagerar las historias, por hacer algo mal, es totalmente correcto".

"Los periodistas y editores de noticias son humanos y cometen errores. Corregirlos es esencial para nuestro trabajo. Pero insistir en que las verdades que no te gustan son 'noticias falsas' es peligroso para la pureza de la democracia. Y llamar a los periodistas el 'enemigo del pueblo' es peligroso", añade. EFE

Trump retira credencial de acceso a Casa Blanca al exdirector de CIA Brennan

Donald Trump
Donald Trump

Washington (EFE).- El presidente estadounidense, Donald Trump, retiró las credenciales de acceso a la Casa Blanca al exdirector de la CIA John Brennan, quien ha sido muy crítico con las políticas del actual Gobierno.

El anuncio fue realizado por la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, quien justificó la decisión por el comportamiento "errático" de Brennan, designado por el expresidente Barack Obama para dirigir la CIA entre 2013 y 2017.

La portavoz presidencial agregó que el exjefe de la CIA había realizado una serie de comentarios "indignantes y sin fundamento" en varios medios de comunicación.

Brennan había calificado recientemente a Trump como un "peligro" para la seguridad nacional de EE.UU.

Esta semana, el exdirector de la CIA se mostró sorprendido "por lo a menudo que (el presidente) falla a la hora de mantener los estándares mínimos de decencia, urbanidad, y honradez" al comentar el reciente insulto de Trump a una exasesora a la que calificó de "perra".

Asimismo, Sanders señaló que se ha ordenado la revisión de las credenciales de otros exaltos cargos de seguridad, como James Clapper, exdirector de Inteligencia Nacional; y del exdirector del FBI James Comey, quienes también han cargado abiertamente contra las políticas del mandatario.

La portavoz rechazó que la medida buscara acallar las voces críticas con Trump, y aseguró que el presidente se ha limitado "a cumplir con su responsabilidad constitucional de proteger información clasificada". EFE

Fiscalía no recula y deja al exjefe de campaña de Trump en manos del jurado

aul Manafort, el exjefe de campaña del presidente de EE.UU., Donald Trump
aul Manafort, el exjefe de campaña del presidente de EE.UU., Donald Trump

Alexandria (EE.UU.) (EFE/Javier Bocanegra).- El equipo de abogados del fiscal especial de la trama rusa, Robert Mueller, no cambió un ápice su visión de los hechos y mantuvo los cargos por fraude presentados contra Paul Manafort, el exjefe de campaña del presidente de EE.UU., Donald Trump, dejándolo ahora en manos del veredicto del jurado.

Los letrados que representan al Gobierno insistieron hoy durante las conclusiones del juicio en el mismo discurso sobre la figura de Manafort que han mantenido hasta ahora, y reiteraron que el exasesor de Trump debe ser considerado culpable de 18 cargos de fraude, que podrían implicar que pase el resto de su vida en prisión.

La fiscalía reiteró sus referencias al elevado nivel de vida que llevaba el multimillonario asesor, utilizando como ejemplo sus lujosas propiedades en Nueva York: "No es un crimen ser rico. Es un crimen proveer datos falsos al banco y tener ingresos no fiscalizados", aseguró un abogado del equipo de Mueller.

La fiscalía recordó al jurado que Manafort había escondido 60 millones de dólares obtenidos con su trabajo para políticos extranjeros en más de 30 cuentas ocultas fuera de EE.UU. y ridiculizó los argumentos de la defensa de que no había sido Manafort quien firmó esos ingresos.

"¿Tiene sentido que alguien ajeno te meta 60 millones de dólares en tus cuentas y que tú te gastes 15 de esos millones para tus gastos? Si es así, ¡Todos deberíamos tener su suerte!", incidió la acusación.

Manafort fue retratado por parte de la fiscalía como un multimillonario, que controlaba sus negocios y finanzas, con gustos costosos, que le llevaron a falsificar datos para pagar menos impuestos y pedir créditos cuando no podía acceder a sus millones en el extranjero.

Diametralmente opuesta fue la definición que hizo de Manafort su defensa, que cuestionó las pruebas presentadas contra él y lo dibujó como un exitoso y reputado asesor internacional que encomendó sus decisiones a sus asistentes, especialmente a su mano derecha, Rick Gates.

Gates se ha convertido en una pieza central del juicio después de que traicionara a su mentor al declararse culpable y testificara en su contra, lo que hizo que fuera atacado duramente por la defensa, que incluso empleó una relación extramatrimonial para desprestigiarle.

Tras el fin de las conclusiones, los miembros del jurado deberán realizar las deliberaciones conforme a lo escuchado durante las dos semanas y media de juicio y dar un veredicto: culpable o no culpable.

Entonces, será el turno del magistrado de la corte Thomas Ellis, quien deberá confirmar o rechazar el posicionamiento del jurado y fijar una fecha en la que emitir una sentencia condenatoria, en caso de haberla.

Los últimos movimientos de la defensa de Manafort de no llamar a ningún testigo al estrado, ni siquiera al propio acusado, han levantado las sospechas sobre una posible voluntad de colaborar con las autoridades en la investigación de la trama rusa para buscar una reducción de la probable condena.

Manafort fue enviado a la cárcel el 15 de junio tras haber intentado influir en las declaraciones de al menos dos testigos, lo que colmó la paciencia de la jueza de su otro juicio pendiente, quien le mantenía el arresto domiciliario desde octubre, cuando se entregó al FBI.

Manafort encara un segundo proceso judicial en el marco de la trama rusa, en el que también se ha declarado no culpable y que se iniciará el 17 de septiembre en Washington, dos meses antes de las elecciones legislativas.

Mueller investiga desde mayo de 2017, de manera independiente al Gobierno, los posibles lazos entre miembros de la campaña de Trump y Rusia, a la que las agencias de Inteligencia de EE.UU. acusan de interferir en los comicios presidenciales de 2016.

Manafort supuestamente trabajó entre 2006 y 2017 para Gobiernos extranjeros, incluido el Ejecutivo prorruso del expresidente ucraniano Víktor Yanukóvich (2010-2014), y para oligarcas rusos, a los que ayudó a mejorar su imagen en Washington sin comunicárselo a las autoridades de EE.UU., lo que constituye un crimen.

El proceso contra él es producto de la investigación de Mueller, pero no está relacionada directamente con las actividades que desempeñó entre marzo y agosto de 2016 en la campaña del mandatario, donde llegó a ser el jefe hasta que se vio obligado a dimitir por ocultar el cobro de 12,7 millones procedentes de Yanukóvich. EFE