Una flotilla de siete vehículo pesados arribaron como salvavidas a tempranas horas de la mañana de este lunes a la orilla del río Ozama, para trasladar a varias familias destinadas a vivir en los apartamentos de la Nueva Barquita.

Como una ¨jornada de mudanza extraordinaria¨, fue calificada por Balbuena Veloz, uno de los ingenieros encargados del traslado de los residentes destinados a la Nueva Barquita. “Vinimos a hacer la mudanza de las familias destinadas a vivir en la Nueva Barquita¨.

Señaló que dicho viaje se llevaba a cabo de urgencias por el paso del huracán Mathew, el cual se aproximará al suroeste de Haití y al este de Cuba para luego moverse cerca del sureste y el centro de Bahamas.

¨Ellos vienen los martes y los miércoles, se llevan dos o tres familias y hacen todo un allante de una mañana completa en nada¨, reprochó Juliana Medina, una joven de 24 años quien reside en la zona desde que tiene uso de razón.

Dijo estar entre las personas que deberán ser trasladadas para vivir en la primera etapa de la obra del gobierno de Danilo Medina, sin embargo aún está en la espera.

“Yo lo que quiero es que me saquen de aquí”, fue la aguda respuesta dada por la joven Juliana, quien tiene una niña de 8 meses de nacida y un menor de 6 años.

Agrega que vive con su pequeña y su esposo, en un rancho de madera y zinc el cual se está cayendo porque ¨ya no aguanta más aguaceros¨.

¨Estamos como siempre esperando que alguien nos ampare y venga a sacarnos de aquí¨

¨Cada vez que sube el río es lo mismo. Debemos trasladarnos con los muchachos y los pocos trastes que podamos, hacía la iglesia o la escuela¨, argumenta.

A su lado, se encuentra Leonarda Medina Matos, de unos 60 años de edad, quien asegura han trasladado a sus vecinos más cercanos quedando ella en medio de un limbo.

¨Se llevaron a los del frente, de atrás y de los lados, y ahora llega este huracán y nosotros con el miedo de que se nos lleve todo de nuevo como cada vez que llega uno¨, insiste la mujer.

Ella como otros, observan fijamente a los camiones que como todos los martes y miércoles llegan vacíos para irse cargados hacia una nueva vida lejos de las constantes subidas del río que les atemoriza en cada temporada ciclónica.

¨Estamos en la misma de siempre¨

Dieciséis años lleva Bernarda Santos residiendo en la Vieja Barquita, y señala que esta es una de las tantas veces en que se encuentran a la espera de que las autoridades acudan a socorrerles.

¨Estamos como siempre esperando que alguien nos ampare y venga a sacarnos de aquí, porque ya estamos cansados de perder nuestras pertenencias en cada subida del río¨, expresa Bernarda sentada bajo un árbol que cubre el camino de lodo que lleva hacia su vivienda de zinc.

A pocos pasos de distancia, tres niños y una mujer se visualizan en la única puerta de entrada de una pequeña vivienda construida a retazos. ¨Ya son varias veces las que he reconstruido esta casa, porque cada vez que sube el río se la lleva¨.

Luisa, madre soltera de tres menores, decidió no asistir al trabajo por el temor de que sus niños fuesen arrastrados por el agua junto a todos sus ajuares.

¨Mis hijos son más importantes que cualquier empleo y como las clases fueron suspendidas, no los puedo dejar solos aquí en este peligro¨, dijo Luisa Reyes.

Manifestó llevar 15 años viviendo en el mismo pedazo tierra. ¨Vine aquí cuando me casé y ahora vivo sola porque me separé hace cinco años de mi marido¨.

Dos pequeñas de 15 y 10 años, y un niño de cinco, son los hijos de Luisa con apenas 34. Trabaja en una zona franca ubicada en la Avenida Las Américas, según cuenta.

Explica que no ha sido censada y que no ha tenido la oportunidad de ver a los encargados de los traslados porque cada vez que acuden a la zona, se encuentra en su trabajo.

¨Quisiera que nos lleven y poder darles mejores condiciones de vida a mis niños, pero mis recursos son muy limitados¨, indica con amabilidad.

Al igual que ella, Javier Amador no ha sido censado aunque vive a pocos metros del río.

Acomodado en un asiento de plástico, declara confiar en que los próximos fenómenos naturales los pasará resguardo en una vivienda de concreto y en una zona seca.

¨Tenemos la esperanza viva¨, indica al sonreírse frente a todos.

La Nueva Barquita

El 30 de junio del presente año, el presidente de la República, Danilo Medina, inauguró el proyecto “La Nueva Barquita” que albergaría 1,637 familias de las cuales han trasladado 850 a sus nuevos hogares.

El proyecto inició en el año 2012, cuando Medina realizó su primera visita sorpresa al barrio La Barquita, uno de los puntos de mayor vulnerabilidad dentro de la Cuenca Ozama y el área metropolitana.

Beneficiará a 6,000 personas distribuidas en 1,637 familias que vivirán en 1,787 apartamentos construidos en 112 edificios, y 180 locales comerciales. Fue construido a un costo de RD$ 4,000 millones.
Cuenta con dos centros de atención a la infancia y la familia, un centro de atención integral a la primera infancia, un liceo, un polideportivo, un salón multiuso, con capacidad para 400 personas, una iglesia, un destacamento, una fiscalía y una estancia infantil.