SANTO DOMINGO, República Dominicana.-La muerte del trabajador haitiano Yanisel Yan (Sedién), de 20 años, a manos de una patrulla policial, desató la indignación de la comunidad del barrio 27 de Febrero de esta capital, lo que ha motivó que la jefatura de la Policía Nacional prometiera que el hecho será investigado y que no tolerará el “uso excesivo de la fuerza”.

La Jefatura de la Policía Nacional informó que ordenó una investigación para determinar “las reales circunstancias” en que una patrulla de esa institución ultimó por herida de bala a un haitiano, en medio de un incidente ocurrido la tarde del sábado (ayer) en el barrio 27 de Febrero, del Distrito Nacional.

El joven trabajador Yanisel Yan (Sedien), de 20 años, murió a causa de herida de bala en la región lumbar, ocasionada por uno de los integrantes de la patrulla.

“Les hablaron con palabras impublicables, como si fueran menos que nada. Cualquiera se enoja cuando se le humilla tanto y sin necesidad”

La versión policial afirma que los agentes habrían llamado la atención a Sedién y otros haitianos, por alegadamente obstruir la acera de la calle 16, mientras jugaban barajas apostando dinero.

Siempre de acuerdo con la versión policial, el obrero haitiano se habría molestado y se enfrascó en una discusión con los agentes y que posteriormente habría agredido a un policía “en una lucha cuerpo a cuerpo, tratando de despojarlo de su arma de reglamento”.

La Policía afirma que el agente que disparó, al cual no identifica, hizo uso de su arma para disparar al aire, tratando de persuadir al obrero para que se calmara, pero que el obrero continuó con el forcejeo con otro policía, circunstancia en la cual se le “escapó el disparo accidentalmente”.

La comunidad no cree la versión policial

Testigos presenciales de los hechos, dominicanos y haitianos que viven en el barrio 27 de Febrero, negaron la versión policial.

Acento.com.do conversó por vía telefónica con dos de las personas presentes, las cuales dijeron que el agente policial mató al obrero con toda intención, y que no se trató de un accidente como alega la versión policial.

Asimismo, negaron que los obreros se insubordinaran, sino que se resistieron a ser insultados y maltratados por los agentes.

“Les hablaron con palabras impublicables, como si fueran menos que nada. Cualquiera se enoja cuando se le humilla tanto y sin necesidad”, comentó uno de los testigos.

También dijeron que no todos los que estaban en el lugar participando del juego de barajas eran haitianos, sino que allí compartían fraternalmente haitianos y dominicanos, luego de la jornada de trabajo del día.

“Eso fue un abuso, un asesinato, por eso la comunidad se lanzó a las calles a protestar”, subrayaron.