SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El director ejecutivo de Ética e Integridad Gubernamental, teólogo y exsacerdote jesutia Mario Serrano, manifestó su apoyo a la despenalización del aborto en sus tres causales: cuando el embarazo represente un riesgo para la vida de la mujer; cuando sea fruto de una violación o incesto, o cuando existan malformaciones fetales incompatibles con la vida.

Al preguntársele si apoyar las tres causales no le implica una contradicción, debido a que la Iglesia Católica no lo hace, Serrano respondió que la iglesia dominicana tiene una posición muy rigorista, en el término de un rigorismo que no es capaz de discernir.

“De hecho, la moral católica como tal es muy casuística. Uno como cura, a mí que me tocó vivir, cuando llega un pecador donde ti, tú escuchas, y le acompañas y preguntas en qué situación fue ese pecado, porque el juicio que tú vas a dar sobre eso, no es igual en cualquier circunstancia. Y la Iglesia le está pidiendo, en este caso, al Estado que sea rigorista, cuando ni la moral católica lo es. Entonces es una contradicción muy grande. Yo como sacerdote, y amparado en el evangelio y en la moral católica, apoyaba las tres causales. Precisamente por el evangelio y porque mi moral católica también me lo exige”, afirmó.

A consideración de Serrano, la posición de la Iglesia Católica dominicana es contradictoria, tras afirmar que no se está buscando una ley para que la gente aborte, sino, una para que se despenalice en una circunstancia en el que la mujer está en una situación de riesgo.

Dijo que apoya los derechos humanos de cualquier tipo, como los inmigrantes, personas con otras preferencias sexuales, o las mujeres del movimiento feminista y su demanda con las tres causales.

“Para mí acompañar todo lo que es a las personas y a la dignidad es muy importante. Entrar en el ambiente gubernamental (refiriendo al hecho de que ahora es funcionario público), yo lo veo como otra dimensión donde hay un mecanismo posible para aportar al país, sin abandonar lo otro. Yo sigo siendo también un militante social. Y sigo siendo un laico convencido de que seguir a Jesús nos llena a nosotros como de una capacidad de soñar y de esperanza y de fortalecer las opciones humanísticas con una fortaleza espiritual muy fuerte”, expresó.

Culmina diciendo: “¿Cómo condenar? Porque de eso se trata. Creo que el tema se desvirtúa ¿Cómo, como Iglesia, vamos a no aceptar que en ciertas circunstancias críticas se despenalice el que la mujer pueda detener ese embarazo. No es posible, no debería ser tema de discusión para un cristiano o un católico hoy día. Como no lo es en tantos otros países del mundo”.