(EFE y otros servicios de Acento.com.do) El Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF) decidirá hoy (jueves 31 de marzo) si Sergio Moro, el juez de primera instancia de Curitiba a cargo de las investigaciones sobre el megaescándalo de Petrobras, conserva la potestad para seguir investigando al ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva (2003-2010).

El ministro del STF Teori Zavascki ordenó hace una semana que el juez Moro entregara las conversaciones interceptadas a Lula con políticos que gozan de un foro especial, entre ellos, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.

El juez federal brasileño Sergio Moro, responsable del grueso del caso de corrupción en Petrobras, se disculpó ante el Tribunal Supremo por haber divulgado unas grabaciones de conversaciones de la presidenta Dilma Rousseff y su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, informaron fuentes oficiales.

En un escrito enviado al Tribunal Supremo, corte que le investiga por supuestas irregularidades en la divulgación de los audios, Moro admitió que se equivocó al hacerlo, aunque negó haber obrado con motivaciones "políticas".

El magistrado del Tribunal Federal de Curitiba justificó en el escrito que las polémicas grabaciones "pueden eventualmente" contener indicios de "obstrucción a la Justicia o tentativas de obstrucción a la Justicia".

Sergio Moro afirmó que la corrupción no puede ser una "regla del mercado" y que nunca hay "una batalla terminada" en su combate.

Los audios fueron grabados por la Policía a orden del juez el pasado 16 de marzo, en el día que Rousseff nombró a Lula ministro de la Presidencia, y fueron divulgados un día después.

En la polémica grabación, Rousseff informa a Lula que le envía el acta de nombramiento para que la use en caso de "necesidad", algo que la oposición y hasta un juez del Supremo interpretaron como un intento de proteger a Lula de un posible arresto, al ofrecerle un cargo con fuero privilegiado.

El nombramiento de Lula como ministro está suspendido de forma cautelar por orden judicial, aunque la última palabra la tendrá el pleno del Tribunal Supremo, que previsiblemente se pronunciará en los próximos días.

La corte también deberá decidir si los procesos abiertos contra el expresidente, relativos a sospechas de lavado de dinero en un caso relacionado con la corrupción en Petrobras, se juzgan en esta corte o vuelven a la jurisdicción del magistrado Moro. EFE

Corrupción no puede ser "regla de mercado"

En otro orden, el juez federal brasileño Sergio Moro afirmó que la corrupción no puede ser una "regla del mercado" y que nunca hay "una batalla terminada" en su combate.

La corrupción "no puede ser una regla del mercado" pero en el caso de Brasil se convirtió en "sistemática y una práctica común" con una "naturalización del soborno", señaló Moro durante una conferencia dirigida a miembros del Ministerio Público en Sao Paulo.

El juez impartió la conferencia 'El poder judicial y el combate a la corrupción' en un simposio en el que se comparó las operaciones 'Manos limpias', de Italia, y la 'Lava-jato' (lavado a chorro), nombre dado a las investigaciones en Brasil que surgieron a partir de una redada a gasolineras y llegaron hasta Petrobras.

Para el juez, muchos de los condenados por la corrupción a partir de estas operaciones en Italia, en los años noventa, y Brasil, actualmente, practicaron ese delito "porque piensan que todos lo hacen así".

"La corrupción termina formando parte de la vida humana, entre los vicios y virtudes", aseveró Moro, para quien existe "una cierta incomprensión en este tipo de fenómenos" en la sociedad.

Según el juez, "la corrupción es 'supra-partidaria'", porque no es exclusiva de un único partido político, y "ella aumenta si no es enfrentada".

"No hay ninguna batalla terminada", ni en Italia ni en Brasil, concluyó Moro en el simposio, en el que no fueron autorizadas grabaciones de la conferencia ni fue permitido el uso de teléfonos móviles.

El juez, bastante aplaudido por los asistentes, llegó y salió del recinto fuertemente escoltado.

La operación 'Lava-jato' investiga a los implicados en una red de corruptelas en Petrobras, en la que las mayores constructoras del país sobrevaloraban contratos con la estatal y repartieron los excedentes entre exaltos cargos, ejecutivos y políticos, en su mayoría de la base aliada al Gobierno.

En el simposio participaron también el juez italiano Piercamillo Davigo, magistrado integrante de la operación 'Manos limpias'; Rodrigo Chemim, procurador de Justicia en el estado brasileño de Paraná; y Paulo Roberto Galvão de Carvalho, fiscal integrante del equipo responsable por la 'Lava-jato'.