SANTO DOMINGO, República Dominicana (Franchesca Martínez/Especial para Acento.com.do).- Ciudadanos y ciudadanas entrevistados al azar en la ciudad capital, coincidieron en manifestar que si esos once niños que murieron en el Hospital Infantil Robert Reid Cabral no hubiesen sido de familias pobres, no habrían muerto porque sus padres habrían podido pagar por buenos cuidados médicos.
Los entrevistados expresaron en el país impera la desigualdad social, y a las personas que no poseen recursos económicos “no les queda otra alternativa, más que morirse”.
Otros, sin embargo, manifestaron que la destitución del ministro de Salud Pública , Freddy Hidalgo, al igual que la directora del hospital, Rosa Nieves Paulino, no constituye una solución.
Este caso evidencia “la gran deficiencia que viene atravesando desde hace tiempos, el sistema de salud del pueblo dominicano”, indicó uno de los ciudadanos.