SANTIAGO DE LOS CABALLEROS, República Dominicana.- En quince años ha visto fracasar a 19 generales y ha registrado 22 cambios de directores locales de la Policía.

Unos se han dedicado a confiscar bocinas en los colmados, otros a imponer códigos de vestimentas a las mujeres que acuden a la policía en busca de algún servicio ciudadano, y otros han hecho más promoción personal que los políticos profesionales.

Mientras tanto, la ciudadanía sigue sufriendo la ineficiencia policial y se queja de la inseguridad que afecta a Santiago en los espacios públicos, en las zonas de comercio y en los hogares.

Esta es la II parte de esta serie especial de Acento.com.do

De la Cruz Consuegra, la etapa más crítica se abre paso

Con la llegada a la Dirección Cibao Central de la Policía Nacional, con asiento en Santiago, del General de brigada, Luis Darío De la Cruz Consuegra,  empezó lo que muchos observadores de la situación de la seguridad ciudadana y los servicios policiales han denominado la etapa más crítica.

El reinado del general Luis Darío De la Cruz Consuegra fue de un año  y 13 días. En ese período cargó con  los señalamientos públicos de no haber sido transparente frente a la ciudadanía, como corresponde por obligación a todo servidor público.

En su  agenda de labor policial, se originó el último intento de asesinato contra la exejecutiva bancaria Miguelina Llaverías, el  2 de octubre del 2005, hecho por el cual fue condenado su exesposo, el empresario farmacéutico Adriano Román y  otros tres  implicados.

En momentos en que la ciudadanía se quejaba por el incremento de la inseguridad y los asaltos callejeros violentos, entre otras modalidades de robos y atracos, hizo un intento por ganarse el apoyo de los barrios populares y otros sectores, creando una  red de dirigentes populares afectos a la Policía Nacional.

A los dirigentes comunitarios que accedían a esta especie de reclutamiento se les entrega un carnet. Entre otras cosas, ese carnet servía para que las patrullas policiales que incursionaban en los barrios para llevar a cabo las redadas o apresamientos arbitrarios no molestaran a quienes se identificaban como parte de la red de comunitarios que mantenían buenas relaciones con la comandancia regional.

Policías de una de las patrullas que el general Ramírez Comas enviaba a "peinar" los barrios pobres, a todas horas, en busca de supuestos delincuentes, dispararon contra el joven Javier Reyes Vicente, vendedor de plátanos y otras viandas, quien comenzaba a trabajar desde la madrugada aprovechando la adquisición de una vieja camioneta

Pronto esta iniciativa fue vista con desconfianza por los auténticos dirigentes comunitarios y de grupos populares. Se denunció que supuestamente se había establecido un tráfico de influencias y un cobro irregular por la obtención de los carnets, los cuales iban a dar a manos de todo el que pagara, sin importar que no se tratara de auténticos líderes comunitarios.

El ciudadano Luis Eduardo Martínez, allegado al entonces director regional de la Policía Nacional,  fungía como enlace entre la comandancia y las comunidades, y nunca se supo exactamente con cuales calidades ejercía esa labor.

El escándalo del farsante canadiense que se hizo pasar por policía científico

Entre los traspiés del general De la Cruz Consuegra se cuenta que recomendó al canadiense Sylvain Fontaine como supuesto experto en labores de policía científica, y como tal fue acogido por la Jefatura de la Policía Nacional, entonces en manos de Bernardo Santana Páez.

General Luis Darío De la Cruz Consuegra
General Luis Darío De la Cruz Consuegra

Fueron las autoridades de Canadá que alertaron a las de República Dominicana sobre la verdadera naturaleza de este personaje, que vino al país como supuesto turista y se quedó a vivir como ciudadano dominicano de pleno derecho, consiguiendo el nombramiento en la Policía Nacional en uno de los departamentos más importantes, el de la Policía Científica.

Para vergüenza de la Policía Nacional, el canadiense  Fontaine era un obrero de la fumigación en su país, y no se sabe cómo logró convencer al general De la Cruz Consuegra, que a su vez convenció al general Santana Páez para que lo nombrara director de la Policía Científica.

Desde su flamante cargo como "experto" en policía científica, el canadiense Sylvain Fontaine se dio cuenta de lo fácil y beneficioso que era traficar con influencias desde las instituciones del Estado dominicano, y comenzó a repartir carnets a sus amigos canadienses que habían decidido quedarse a vivir en el paraíso llamado República Dominicana. De buenas a primeras, abundaban los "expertos" en labores policiales "científicas", tanto canadienses con situación de residencia no definida como dominicanos amigos de éstos.

A raíz del caso de la muerte violenta del fiscal adjunto de Teódulo  Ceballos Peñaló,  en Puerto Plata, quien estaba siendo investigado por  el Ministerio Público por supuestas actividades reñidas con la ley, se pidió al supuesto experto policial que investigara lo sucedido y rindiera un informe que determinara cómo había empezado la balacera que costó la vida al funcionario.

Fontaine se vio metido en un callejón sin salidas, y nunca pudo presentar informe alguno, ya que no sabía nada de investigación, como pudieron fácilmente detectar jóvenes oficiales dominicanos que sí habían hecho estudios de policía científica.

Para ponerle punto final al escándalo, autoridades de Canadá alertaron a las dominicanas de que se trataba de un impostor, y que tenía cuentas pendientes con la justicia de su país.

Después de todo salió bien librado, pues apenas se le acusó de borrar  algunas evidencias de la escena del crimen, presuntamente por desconocimiento, según declaró, la entonces  procuradora de la Corte de Apelación, de Santiago, Vielka Calderón Torres, en 2007. Con este caso, el país se convirtió en hazmerreír de los medios canadienses.

Policías condenados por asesinato

En mayo del 2007, también durante la gestión del general De la Cruz Consuegra, los agentes policiales  Andy Margarín  y Juan Francisco fueron condenados a 20 y 30 años de prisión por la muerte de la menor de 11 años edad, Elizabeth Polanco, su tía Yanet Polanco Caba y el joven Miguel Ángel Reyes Paulino.

En el juicio los policías dijeron  que su  jefe, el general De la Cruz Consuegra, debió estar en el proceso, porque había dado las órdenes para que los agentes incursionaran en Pueblo Nuevo y persiguieran a la señora Polanco Caba el  20 de marzo del 2006. Pero el general De la Cruz Consuegra nunca fue llamado a juicio.

Caso Iván Peralta Castillo

El 13 de marzo del 2006, en el Ensanche Espaillat, fue asesinado a tiros el joven Iván Peralta Castillo,  hermano del   periodista y  Ángel Peralta Castillo.

Por este asesinato se acusó al presunto narcotraficante José Liriano Ulloa (José Amenia), contra quien se ordenó arresto, pero hasta ahora ha logrado evadir la justicia.

En 2008, la entonces fiscal de Santiago, Yeni Berenice Reynoso, dijo que el prófugo había sido contactado en Italia.

El caso Vanessa Ramírez Faña y el pleito con Guzmán Fermín por caso Figueroa Agosto

El asesinato de la joven estudiante universitaria, de 18 años,  Vanessa Ramírez Faña, a manos de asaltantes que la despojaron de su teléfono móvil, conmovió a Santiago y a gran parte del país.

Miles de de ciudadanos y ciudadanos desfilaron por las calles de Santiago reclamando mayor eficiencia de la Policía Nacional en la prevención del delito y en la salvaguarda de la seguridad en los espacios públicos.

El caso ocurrió en la urbanización  Cerro Alto, el 9 de junio del 2006. Aunque los autores del hecho fueron juzgados y condenados el 25 de mayo del 2007, la imagen de la Policía Nacional en Santiago, y de la gestión del general De la Cruz Consuegra, sufrió un duro golpe, creció la desconfianza de la ciudadanía.

Posteriormente, fue mencionado en el caso del narcotraficante puertorriqueño José David Figueroa Agosto. La novia de Figueroa Agosto, Sobeida Félix Morel dijo el 28 de marzo de 2011, que el narcotraficante había pagado miles de dólares de Dela Cruz Consuegra, además de regalarle un vehículo de lujo.  Dijo que José David Figueroa Agosto le regaló a De la Cruz Consuegra una yipeta Lexus, color blanco que fue adquirida originalmente por Samy Dahuajre. “En otra ocasión, también le regaló, en mi presencia, treinta mil dólares en un sobre transparente que tenía escrito el monto que había en el sobre. Este ex general también era muy amigo de José Amado González González”, dijo Sobeida Félix Morel en los interrogatorios.

El  general Luis Darío de la Cruz Consuegra negó  las afirmaciones de Sobeida Félix Morel, y acusó al entonces jefe de la PN, Rafael Guillermo Guzmán Fermín, de querer hacerle daño.

“Cuando Bernardo Santana Páez era jefe de la Policía Nacional tenía el decreto preparado para pensionar a Guzmán Fermín. Entonces él (Guzmán Fermín) fue a mi casa llorando, y yo le pregunto qué pasa y me dijo: No, compadre, que estoy pensionado, y usted es el único que me puede salvar”, dijo De la Cruz Consuegra en enero de 2010, en una entrevista en el programa Hoy Mismo, de Color Visión.

Aseguró que personalmente pidió al entonces jefe policial Bernardo Santana Páez  que evitara la puesta en retiro de Guzmán Fermín, y que lo logró. “Ese fue el daño que yo le hice al jefe de la Policía Nacional, Rafael Guillermo Guzmán Fermín”, dijo al quejarse de la supuesta persecución para impedirle llegar a la jefatura de la Policía Nacional. En la actualidad De la Cruz Consuegra preside el Partido Comunitario Integrado (PACI).

Ramírez Comas, bien valorado, pero con pésimos resultados

El general de brigada Raudo Ramírez Comas llegó a Santiago con la idea de acercarse a la sociedad y de enfrentar con "mano dura" (discurso de siempre) a los delincuentes comunes.

General Raudo Ramírez Comas
General Raudo Ramírez Comas

Un año, 11 meses y 23 días duró su  gestión, la más larga del período 2001-2016 y la menos conflictiva, según la opinión de abogados, policías y otros actores consultados para este reportaje.

Pero también enfrentó crisis. A solo 12 días de haber ocupado  el cargo,  agentes policiales, influidos por el discurso de "mano dura", mataron al joven activista comunitario Elvis Rodríguez (Onny), en víspera de una protestas en Navarrete, el 25 de septiembre del 2006.

La versión policial, harto conocida para este tipo de casos, no se hizo esperar:

"Los agentes policiales se presentaron al sector Barrio Nuevo Pontoncito, de Navarrete, atendiendo a una llamada de moradores de que en el lugar habían dos  atracadores encapuchados, siendo atacados  a tiros por los individuos, repeliendo la acción de inmediato, resultando herido Onny Rodríguez, quien estaba encapuchado, y a quien se le ocupó la pistola marca Smith And Wesson, cal. 9mm., modelo TDS9663.
CASO SE INVESTIGA".

Pero en los tribunales se demostró una versión contraria y los agentes policiales, sargento Aldo Rafael Fernández Fernández y cabo Antonio de Jesús Espinal Mesón, fueron condenados a 30 y 20 años de prisión, tras demostrarse en las audiencias que se trató de un asesinato sin justificación.

A Javier lo dejaron sin poder caminar y le mataron sus sueños

Un caso que conmovió a Santiago y generó el repudio de la ciudadanía y de los activistas pro derechos humanos ocurrió el 6 de abril del 2007 (día viernes santo). Policías de una de las patrullas que el general Ramírez Comas enviaba a "peinar" los barrios pobres, a todas horas, en busca de supuestos delincuentes, dispararon contra el joven Javier Reyes Vicente, vendedor de plátanos y otras viandas, quien comenzaba a trabajar desde la madrugada aprovechando la adquisición de una vieja camioneta.

Javier Reyes Vicente, no sólo vio desvanecerse sus sueños de ahorrar para su pequeño negocio, sino que perdió una de sus piernas y estuvo a punto de morir.

El caso fue llevado a la  justicia, pero los constantes reenvíos, la carencia de recursos, entre otros obstáculos,  provocaron el cansancio de la víctima que terminó por desistir del proceso, tras dos años en los tribunales. El responsable del caso, el teniente Euddy Roa García y sus compañeros están libres. Se habló entonces de un arreglo económico extrajudicial, pero esa versión nunca fue oficialmente confirmada, y se ignoran los motivos por los cuales las autoridades del Ministerio Público desistieron de este escandaloso caso de abuso policial.

El asesinato de camárografo Azabache

Durante la  gestión del general Ramírez Comas también ocurrió el doble asesinato del camarógrafo, Normando García (Azabache) y el taxista José Romero, el 7 de agosto del año 2008, en el Ensanche Julia.

Asimismo, se le anota a la gestión de Raudo Ramírez Comas la muerte a manos de la Policía del joven de 24 años José Miguel Pichardo, en el sector de Nibaje, en  febrero del 2008.

El sargento, Rafael Antonio Reyes Jiménez (Azulito), uno de los supuestos integrantes del llamado “Escuadrón de la muerte de la Policía”, fue señalado como el homicida y fue procesado en la justicia, pero luego consiguió su libertad. Fue sacado de la Policía en 2012.

Otro caso que tuvo gran despliegue mediático en la gestión de Ramírez Comas fue el asesinato a tiros del comerciante Elvis Alba, de 35 años de edad, en Licey al Medio, el 22 de febrero del año 2008.

El boche de Franklin Ameyda Rancier

El 7 de junio del  2008 el general Raudo Ramírez Comas fue  regañado por el entonces ministro de Interior, Franklin Almeyda Rancier, quien puso en entredicho el trabajo policial en Santiago.

En los días siguientes llegó al Comando Cibao Central, el jefe de la Policía,  mayor  general Guillermo Guzmán Fermín, para dar apoyo a Raudo Ramírez Comas, enviando un claro mensaje al político y funcionario Franklin Almeyda Rancier.

“Estoy en disposición de ir a donde el poder político lo requiera”, dijo  Raudo Ramírez Comas. Pero  fue destituido cuatro días después de comenzar el nuevo gobierno del presidente Leonel Fernández, el 16 de agosto del 2008, tras haber sido reelegido. En su lugar llegó a la plaza, el general de brigada  Eduardo Alberto Then, quien ha sido director regional del Cibao Central en dos ocasiones. Sobre el general Then trataremos en una de las entregas de este reportaje especial.

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