DUARTE, República Dominicana.- La ciudad de San Francisco de Macorís comenzó a recobrar la normalidad lentamente, luego de los estragos causados en el municipio y localidades vecinas por los efectos del huracán María.
El día amaneció soleada desde la madrugada, las lluvias cesaron y las aguas del río Jaya así como otros de la zona comenzaron a descender.
Aunque las labores judiciales se encuentran suspendidas, la banca, el comercio en general y el transporte reanudaron sus labores.
En los barrios afectados en medio del lodo y escombros dejados por las desbordadas aguas del río Jaya, se observaban hoy familias en labores de limpieza y entrando a sus hogares los ajuares que precipitadamente tuvieron que sacar el jueves.
Este viernes quedó interrumpido el tránsito en el tramo San Francisco de Macorís-Villa Tapia, en virtud de las críticas condiciones en que se encuentra el puente sobre el río Bijao, que está a punto de colapsar.
Los torrenciales aguaceros arrasaron con seis viviendas en la calle D, del barrio Ribera del Jaya, cuyos propietarios salieron despavoridos para evitar ser arrastrados por las aguas del desbordado río.
Además la salida de su cauce del río Jaya, provocó inundaciones en decenas de viviendas de los sectores Azul, Santa Ana, Uganba, 24 de abril y en los residenciales ubicados en la salida hacia Santo Domingo, Neftaly I, II y III, Hidalgo y Campos Fernández.
Brigadas de la defensa civil evacuaron a cientos de personas que de manera voluntaria abandonaron sus casas ante el inminente peligro y fueron alojadas en viviendas de familiares y amigos.
También las autoridades trasladaron desde la cárcel preventiva que opera en el sótano del palacio de justicia hacia el cuartel general, conjuntamente con la dotación que opera en el lugar, debido a las inundaciones.
Todavía la ciudad se encuentra sin el servicio de agua potable, el cual fue suspendido por el Instituto de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA), luego que el río Cenoví se desbordara y sus aguas penetraran a la planta de tratamiento ubicado en la misma comunidad.
La situación de los aguaceros, acompañados de ráfagas de vientos y la producción agrícolas sufrió daños considerable.
Técnicos de la dirección regional del Ministerio de Agricultura realizan las evaluaciones en torno a las pérdidas ocasionadas por los aguaceros y vientos que azotaron la zona.