SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La creencia de que una o dos copitas de vino o una cerveza al día ayudan a la salud, y en concreto para no tener un derrame, simplemente está equivocada, según un estudio científico publicado en The Lancet.
Según los resultados de este estudio genético, la presión arterial y el riesgo de sufrir una apoplejía, por ejemplo, suben de forma sostenida a mayor consumo de alcohol.
El riesgo de sufrir un accidente cerebro vascular (ACV) se incrementa al menos en un 15% entre las personas que beben moderadamente –no más de dos copitas diarias de unos 20 gramos de alcohol-, reveló lo que se publica en la revista científica The Lancet, que si bien usó datos de 160 mil adultos chinos sus hallazgos son aplicables a bebedores de todo el mundo y no solo a los del gigante asiático.
Las personas seleccionadas para este estudio fueron seguidas clínicamente “durante aproximadamente 10 años (hasta el 1 de enero de 2017), monitorizando enfermedades cardiovasculares (incluyendo apoplejía isquémica, hemorragia intracerebral e infarto de miocardio) mediante vínculos con registros de morbilidad y mortalidad y registros electrónicos de hospital”, se informa en el mismo estudio.
Si dos copitas resultan peligrosas, entre quienes consumen cuatro o más tragos al día el riesgo de un ACV les aumentó en cerca de un 35% adicional. Se verificó que la presión arterial les subió de forma significativa con cada sorbo.
“El mensaje es que, al menos para el caso de un ACV, no hay efecto protector por beber alcohol moderadamente”, afirmó Zhengming Chen, profesor del Departamento Nuffield de Salud de la Población en la Universidad de Oxford, que codirigió el estudio.
“La evidencia genética demuestra que el efecto protector no es real”, insistió.
La Organización Mundial de la Salud estima que cerca de 2 mil 300 millones de personas en todo el mundo consumen diariamente un promedio de 33 gramos de alcohol puro, lo que equivale a casi a dos copas de vino de 150 miligramos o una botella de cerveza de 750 mililitros.