Madrid, España 11 sep (Guillermo Azábal).- E.P. son las iniciales de una mujer a la que quisieron apagar. Una mexicana que sufrió maltrato psicológico, “ese tan difícil de demostrar”, y que sintió durante años que “eso” era “imposible” que le estuviera pasando a ella.
Ahora mira con gesto firme, pero prefiere no dar su nombre para protegerse de posibles represalias de su exmarido. Un español al que conoció en 2005, cuando vino estudiar un máster a Madrid, y quien durante once años la martilleó diariamente hasta hacerla diluirse en el miedo y la depresión.
Una broma sobre el atractivo de Brad Pitt podía costarle un empujón de desprecio, dar el pecho a su hijo era entendido por su maltratador como un intento de no dejarle ejercer de padre, preparar en casa un discurso para su trabajo, el motivo de un sinfín de burlas, y salir con amigos, el argumento perfecto para tratar de convencer a sus vástagos de que mamá "les abandonaba".
“Temía que me matara si le decía que me quería divorciar. No me había golpeado nunca, pero cuando se enfadaba, se descontrolaba”, relata a Efe con valentía E.P., psicóloga, que después de diversos procesos judiciales consiguió la custodia de sus hijos, y ahora quiere comenzar una nueva vida.
Notificó en su informe "Mujeres migrantes víctimas de violencia de género en España" que en el 65 % de los casos el maltrato era psicológico, un 23 % económico y físico el 8 %.
Su caso no es aislado. La asociación Mexicanas en España reporta hasta 160 atenciones a mexicanas residentes en España con indicios de haber sufrido violencia machista por parte de sus maridos, en muchos casos españoles, con cuarenta expedientes resueltos en los tribunales.
A inicios de 2021, según el Instituto Nacional de Estadística de España, de los más de 27.600 mexicanos legalmente asentados en España, aproximadamente el 62 % eran mujeres.
Estas "suelen trasladarse" por motivos académicos o porque "se van a casar, o se han casado en México, con un español al que ya conocen", explica a Efe Griselda Herrera, cofundadora de la asociación.
Esta agrupación nació hace casi tres años y cuenta con profesionales y voluntarias que ofrecen terapia psicológica y dinámicas de empoderamiento a compatriotas que sufren violencia machista, además de ayuda altruista a mexicanas con problemas burocráticos o legales en España.
VIOLENCIA EN TODAS SUS FORMAS
El maltrato psicológico, en muchos casos, tarda años en ser denunciado, lo que para Herrera está relacionado con una "reproducción de conductas machistas" y una "romantización del amor con europeos".
"Venimos del país de los feminicidios. Por lo que hemos podido constatar, vemos que los españoles no suelen dejar evidencias. Les controlan el móvil o las desprecian, pero no les golpean y ellas no consideran que eso sea maltrato", detalla.
Según el Instituto Nacional de Estadística de México, en el país mueren diez mujeres al día asesinadas por sus parejas.
"Hemos llegado a documentar casos de esposas con problemas de desnutrición severa, chantajeadas por su maridos españoles porque, en caso de divorcio, podrían perder su permiso de residencia o a sus hijos, si estos ya han nacido aquí", ejemplifica sobre la "extorsión migratoria" Carolina Hernández, cofundadora de la organización.
Otras formas de violencia se fundamentan en motivos económicos e institucionales. Para prorrogar sus permisos de residencia, necesitan la firma de sus maridos españoles, el acta de matrimonio actualizado o acreditar la liquidez económica del matrimonio a través de las cuentas del varón.
"Es frecuente que la mujer transfiera su dinero al marido para que este avale su solvencia y, después de esto, no reciba el dinero de vuelta, quedando en situación de desamparo”, declara Hernández a Efe.
Mexicanas en España asegura que el 90 % viene con estudios superiores, pero encuentra "muchas trabas burocráticas" en la homologación de sus titulaciones en España.
CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS
La Asociación de Investigación y Especialización Sobre Temas Iberoamericanos (Aieti) notificó en su informe "Mujeres migrantes víctimas de violencia de género en España" que en el 65 % de los casos el maltrato era psicológico, un 23 % económico y físico el 8 %.
Asimismo, reveló que de las migrantes irregulares violentadas solo denuncian a sus agresores un 5 %.
El psiquiatra y profesor de la Universidad de Barcelona (España) Joseba Anchotegui ha tratado las consecuencias psicológicas para estas víctimas migrantes que luchan por sobrevivir ante sucesos de violencia machista y con el conocido como "duelo migratorio", tras fracasar el prototipo de vida que esperaban en España.
Según Anchotegui, esto puede desencadenar la aparición del síndrome de Ulises, que se manifiesta con depresión, estrés, e incluso problemas de atención en las mujeres migrantes afectadas. EFE