SANTO DOMINGO, República Dominicana.-“Le pido a Dios que le dé una oportunidad para ver sus hijos crecer”, expresa cabizbaja la madre de Jaqueline Reyes quien hace siete días le dijo iría un momento al supermercado pero no regresó.
Leida Rosario cuenta que a la una de la tarde del viernes 3 de marzo, Jaqueline de 30 años de edad, le pidió se quedara con los nietos para poder ir a comprar alimentos en un negocio cercano a su vivienda.
¨En una estamos hablando y me dice, ‘mami quédate aquí con el niño que yo voy a bajar al supermercado’ y le dije ´pero Jaqueline déjame ir contigo’ y ella me dijo que no porque venía seguido¨, argumenta pesimista la madre.
Con la mirada en el suelo, manifiesta lamentar no haber ido con su hija la tarde del último día que la vio.
“Esto es algo que ni a tu peor enemigo tú se lo deseas, es desesperante no saber si tu familiar está vivo o muerto”
A su lado en el mueble de la pequeña sala de la casa materna, se encuentra su hermana Nosis Reyes Rosario quien señala hace dos años atrás Jaqueline sufrió un episodio de depresión por causas no especificadas.
Añade que una corazonada de su madre los llevó a parar hasta orillas del Mar Caribe en la Avenida George Washington donde llegaron al bajar desde el kilómetro 8 de la Avenida Independencia, al punto de encontrar allí sus pertenencias.
“Ese día yo fui al supermercado, me quedé como hasta las 10 porque el señor nos dijo que lo iba a buscar en la cámara; pero ella no llegó al Pola, yo fui. El señor me puso el vídeo y las mujeres que me presentaron a mí no era ella”, resalta la madre.
Jaqueline no llegó al supermercado. Ni las cámaras de seguridad de las afueras del negocio la registran a horas en que desaparició.
Su hermana la califica como una mujer trabajadora y responsable. “Ella es muy responsable con su trabajo, nunca abandona su trabajo y a sus hijos tampoco. No sé ese día, pero en su vida se había desaparecido”.
La confusión los agobia. Su esposo Pascual Antonio Soto con quien lleva cinco años de matrimonio relata que esa mañana se levantó como todos los días sin indicios de que podría suceder una tragedia.“Le dije ´mor me voy´ y ella dijo, está bien que yo voy a lavar".
Siempre estoy acostumbrado a llamarla a las 3 que ella llega al trabajo. La llamé y la muchacha me dice ´no ella no ha llegado´”, añade Pascual.
El padre del hijo menor de Jaqueline, dice recuerda como si fuera el momento cuando la hermana de sus esposa lo llama desesperada para contarle que no la encontraban.
“Como a las 3 y 30 me llama Lari ´Jaqueline no aparece por parte´, arranco para acá a buscarla y hasta el sol de hoy”, expresa con lágrimas en los ojos.
Desinterés autoridades
“Encontraron sus pertenencias a orillas del mar. El mismo día la Policía mandó dos buzos y desde que se tiraron tuvieron que sacarlos porque se estaban ahogando”, argumenta Noris.
Critica que aunque el mismo día la Policía Nacional acudió a su auxilio, no permaneció más de una media buscando a la joven en las aguas del Mar Caribe. Fue un trabajo fallido.
“A mi papá le dijeron que ese día ya estaba muy tarde y él al otro día, pagó un buzo que se metió y buscó sin encontrar nada. Nos dijo que si es así el mar la arrojaría que fuéramos caminando toda la costa lo cual hemos hecho y nada”, explica.
Noris manifiesta han recorrido por siete días el malecón de Santo Domingo, visitado hospitales y morgues en busca del cuerpo de su hermana menor sin recibir mayor información de las autoridades judiciales que llevan su caso.
“La Policía no se ha portado bien con nosotros, hasta nos dijeron que venían hoy pero no lo han hecho. Yo los llamé y me dijeron que estaban en un operativo”, apunta en sollozos Pascual.
Asevera que no se han presentado problemas de pareja entre ellos, y que desconoce completamente que haya pasado con la madre de dos varones.
Mientras su prima Estela Eugenio Valdez, eufórica resalta la falta de recursos económicos de sus familiares quienes no pueden costear la búsqueda de la desaparición de la joven.
“El 911 fue ´ah que no podemos hacer nada porque si no ven el cuerpo, no les podemos ayudar´…no hemos recibido ningún tipo de apoyo, señores ayúdennos”, añade.
Como huérfanos de la justicia se describen los familiares de Jaqueline de quien ya llevan siete días sin conocer su paradero.
Decidieron imprimir carteles los cuales están colocados por todo el barrio Enriquillo, del Distrito Nacional. En cada esquina hay una foto de Jaqueline.
Pidieron, junto a su foto de graduando del año 2011, ser apoyados por las autoridades.