San Juan, Puerto Rico (EFE).- La presión de nueve días en la calle concluyó este domingo con el anuncio del gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, de que no se presentará a la reelección en 2020, que renuncia a la presidencia de su partido y que acepta el proceso del legislativo que puede dar lugar a su destitución.
Rosselló, en un mensaje dirigido al país, dijo haber comprendido a la población durante el anuncio de su decisión, mientras que la oposición dijo que sigue sin escuchar el reclamo del pueblo, en una jornada en la que las manifestaciones continuaron con el objetivo de que el gobernador dimita.
Las calles, poco después del anuncio, se llenaron de vehículos que hacían sonar sus bocinas, mientras que continuaban concentrados manifestantes a la entrada de La Fortaleza, la sede del Ejecutivo y residencia del gobernador.
Dos manifestaciones volvieron a exigir este domingo la salida de Rosselló durante un día en el que estuvo reunido con su gabinete y que comenzó con el maratón de yoga "Saludos Al Sol por Puerto Rico", una clase abierta al público que fue una forma distinta se exigir la renuncia de Rosselló.
Cerca de un centenar de personas en tablas de surf de remo, surf, motos acuáticas y cualquier artilugio que flotara protestaron este domingo también llegando por mar a San Juan para exigir la renuncia del gobernador.
Los disconformes con Rosselló llegaron a la Fortaleza remando en todo tipo de tablas dando una nota de color a esta crisis institucional que vive la isla caribeña.
Otra manifestación contó con cientos de participantes de la comunidad LGBT que se acercaron a la residencia del gobernador.
Scott Esparza, un turista estadounidense de padre mexicano que paseaba por el centro histórico de la capital, dijo a Efe que está sorprendido por las muestras de rechazo al Gobierno que ha visto estos días, aunque reconoció que más allá de que se trata de un asunto de corrupción no cuenta con suficiente información como para opinar.
Amilcar Rivera, vecino de Catañó, un municipio a San Juan, indicó por su parte que el gobernador le ha fallado al país y que por eso debe abandonar el cargo de forma inmediata.
La opinión de estos ciudadanos es compartida no solo por muchos puertorriqueños, si no también en Estados Unidos por miembros del Partido Demócrata que quieren representar a su formación frente a Donald Trump en las presidenciales de 2020.
Es el caso de Tulsi Gabbard, Julián Castro y Elizabeth Warren, a los que se suman los miembros del partido Joe Biden, Kirsten Gillibrand y Pete Buttigieg que han mostrado su solidaridad con Puerto Rico.
La candidata demócrata en los comicios de 2016 y exsecretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, también mostró su malestar sobre el asunto.
"Estoy con el pueblo de Puerto Rico mientras protesta por la corrupción y el comportamiento deshonroso de su Gobierno. Como todos los estadounidenses tienen el derecho fundamental, y el deber, de pedir cuentas a sus líderes", dijo Clinton a través de su cuenta en Twitter.
El senador estadounidense independiente Bernie Sanders señaló que está con el pueblo de Puerto Rico que sale a las calles para exigir la responsabilidad del gobernador y el fin de la corrupción.
El exvicepresidente estadounidense Joe Biden sostuvo que los comentarios del gobernador Ricardo Rossello son vergonzosos y que el lenguaje de odio no debe ser protegido.
El presidente de la Asociación de Alcaldes de Puerto Rico, Eric Bachier, en declaraciones escritas, anunció que quedaron suspendidos los actos tradicionales de la celebración del 67 aniversario de la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, un estatus que le da a la isla cierto grado de autonomía política.
Las consecuencias no son solo políticas, ya que la directora ejecutiva de la Compañía de Turismo (CTPR), Carla Campos, informó de que el impacto económico de las paradas de cruceros canceladas hasta la fecha por la inseguridad provocada por las protestas se estima en 2,5 millones de dólares.
El origen de esta crisis institucional sin precedentes está en la revelación, el pasado fin de semana, por el Centro de Periodismo Investigativo, de las casi 900 páginas de un chat de la aplicación de mensajería de Telegram en el que miembros del círculo directo del gobernador y él mismo insultan a mujeres, artistas, miembros de la oposición y hasta del gobernante Partido Nuevo Progresista (PNP).
El lenguaje utilizado es muy crudo y Rosselló llega a catalogar de "puta" a una exconcejala del Ayuntamiento de Nueva York, además de haber alusiones a la orientación sexual del cantante Ricky Martin y hablarse de estrategias a poner en marcha contra personas no afines al Gobierno.
Rosselló tiene este lunes una nueva prueba para mantenerse en el cargo con la manifestación y paro nacional convocada, que, de momento, ha supuesto que Plaza Las Américas, el primer centro comercial del Caribe, anuncie que no abrirá sus puertas por la cercanía de la concentración. EFE