SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El rector de la Universidad Apec, Franklyn Holguín Haché, definió la corrupción como un antivalor que ocasiona daños, en algunos casos irreversibles, a la sociedad contemporánea y a sus futuras generaciones.
Durante un acto donde invistió a 845 nuevos profesionales, celebrado en la terminal I del Puerto Sansouci, Holguín Haché abogó por el rescate de los valores.
“No hay manera de habitar en una sociedad sana y perfectible sin una sólida convivencia en valores”, señaló Holguín Haché, al pronunciar las palabras en la ceremonia de graduación extraordinaria de Unapec.
Holguín Haché enfatizó que “si históricamente la corrupción es una práctica interrumpida, si la sociedad es impotente para acorralarla como un antivalor, y se legitima, entonces sobreviene lo que en el orden sociológico se llama paradigma sobre determinante”.
“Nuestros males son peores y más profundos, ya que consideró que las necesidades más elementales y gruesas, siendo nuestros vicios más atrevidos y dañinos”
En ese sentido dijo que la corrupción está opuesta a la honradez, a la honestidad, a la responsabilidad, a la solidaridad, y que, por lo tanto, no debería valer por igual ser corrupto a ser honesto, solidario y honrado.
El rector de la academia congratuló el esfuerzo y perseverancia de los estudiantes que se convierten en profesionales en administración de empresas, publicidad, diseño gráfico, ingenierías, diseño de interiores, derecho, negocios internacionales, turismo, contabilidad mercadotecnia, y en las diferentes maestrías y especialidades que imparte la academia.
Recordó que precisamente un día como hoy, pero hace 51 años, la Universidad APEC apareció como un milagro de la educación superior, en un momento en que la Patria urgía de renovados valores que la encimara como otrora.
Agregó que “en el siglo XXI nos enfrentamos a una crisis que estremece los cimientos de la fe; pareciera que aún los dominicanos no encontramos esa vía propia del crecimiento, para ser honestos, no lo hemos encontrado”.
A esta afirmación destacó que muchas esperanzas han resultado fallidas, expectativas frustradas, oportunidades perdidas, y que “nuestros males son peores y más profundos, ya que consideró que las necesidades más elementales y gruesas, siendo nuestros vicios más atrevidos y dañinos”.
Manifestó además que se lucha entre el derecho del hombre a disfrutar de plena libertad y la tendencia del poder civil a sojuzgarlo en nombre de la razón política, de las convenciones sociales.
"Es una lucha del imperativo del pretencioso de la razón y el automatismo ciego de la técnica que es una inquietud en que naufragan los entendimientos. La paz inestable que siembra la desconfianza y el temor en el alma de los pueblos", añadió.
El acto de investidura tuvo como orador a Jude Thaddeus Okolo, Nuncio Apostólico de su Santidad y decano del cuerpo diplomático, quien integró la mesa de honor junto al rector Holguín Haché; Francisco D`Oleo, vicerrector académico; Luz Inmaculada Madera, vicerrectora de Investigación, Innovación y Relaciones Internacionales; así como Fernando Langa y Cristina Aguiar, vicepresidente y secretaria de la Junta de Directores, respectivamente.
Okolo afirma “formar una familia en valores no es tarea fácil”
Al pronunciar su discurso ante los graduandos, autoridades de Unapec e invitados especiales, Jude Thaddeus Okolo admitió que formar y llevar una familia por un camino de los valores no es una tarea sencilla, sobre todo en esta sociedad post moderna.
Señaló que los casos de padres ausentes, madres solteras, niños huérfanos, la discapacidad, la falta de recursos financieros, la pérdida o falta de empleo que corresponde a los estudios cumplidos, el creciente empobrecimiento en todos los niveles, la desintegración familiar, la desorientación de los jóvenes que no encuentran un espacio en la familia, se han convertido en factores que militan contra la consolidación de los valores.
“Es oportuno darle a la familia su primordial lugar de ser donde se enseñan y aprenden los principios y valores. De este modo la familia se convierte en aquel ambiente educativo que es esencial y absolutamente insustituible: el primero y fundamental y más consistente ambiente humano”, recomendó.
Monstruo de tres cabezas
Las palabras de agradecimiento fueron pronunciadas por la graduanda de honor Penélope Nathalia Martínez Rojas, de la carrera de Diseño de Interiores, quien coincidió con el rector Holguín al señalar que el crimen, el narcotráfico y, especialmente, la corrupción, representan un monstruo de tres cabezas que se alimentan y nutren los unos con los otros a nivel mundial, especialmente en nuestra Quisqueya.
“No permitamos que nuestro trabajo, profesión y vida se vean manchados por este mal, que hoy más que nunca es una realidad y que ha causado, causa y seguirá causando tanto daño a nuestra sociedad, provocando, en algunos casos, que profesionales como tú y como yo pongan sus vidas en peligro y pierdan el valor de quienes realmente son y por lo que tanto han luchado”, expresó.
Al finalizar sus palabras, la graduanda de honor recordó a sus compañeros que “somos el resultado de nuestro propio esfuerzo y sacrificio”.