San Salvador, 25 nov (EFE).- No despenalizar el aborto en cuatro causales en El Salvador también es una forma de violencia contra las mujeres porque se les está privando el derecho que tienen a elegir, afirmó en una entrevista con Efe la representante de la Asociación de Mujeres Melida Anaya Montes "Las Melidas", Delia Cornejo.

En la Asamblea Legislativa salvadoreña se estudia desde hace algunos meses una reforma al artículo 133 del Código Penal que establece despenalizar el aborto bajo cuatro causales, ya que actualmente las mujeres que sufren una interrupción del embarazo en este país son acusadas del delito de homicidio agravado, que contempla penas de entre 30 a 50 años de cárcel.

La reforma establece aprobar el aborto cuando el propósito es salvar la vida de la mujer gestante, cuando el embarazo es producto de una violación sexual, cuando exista una malformación del feto o cuando el embarazo es resultado de violación o estupro en el caso de una menor de edad.

Según Cornejo, la visión del aborto en El Salvador demuestra que "el sistema judicial de este país sufre de misoginia, porque no ve a las mujeres como sujetos de derechos, sino como entes que no tienen derecho a decidir".

La representante de "Las Melidas" aseguró que "como muchos otros temas, la despenalización del aborto no se aprueba por puros intereses políticos de personas conservadoras e hipócritas que no ven más allá de sus narices".

"Toda la negativa de algunos diputados de la Asamblea Legislativa es por puros intereses políticos y porque no valoran a nuestras niñas, adolescentes y mujeres como seres humanos (…) aún no se dan cuenta que negarnos decidir es también violencia", aseveró la activista.

Cornejo subrayó que de la mano de la aprobación del aborto en cuatro supuestos debe de ir un programa nacional de educación sexual a temprana edad, el cual permita que en las escuelas y colegios se hable con libertad de enfoque de género, de derechos sexuales y de salud sexual.

La feminista recordó al Gobierno salvadoreño que la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia contra la Mujer insta al Ministerio de Educación a cambiar todos los documentos educativos y que se empiecen a introducir temas enfocados en esta temática.

Cornejo señaló que, a su criterio, el ideario de la población salvadoreña está cambiando y "hoy sí está lista para aceptar el aborto (…) los únicos que no están dispuestos a aceptar son los grupos de poder y los fundamentalistas".

La defensora de los derechos de las mujeres instó a los tres órganos del Estado a que coordinen sus acciones pensando en el bienestar de todos los ciudadanos, en especial en el de la niñez, la adolescencia y las mujeres.

Agregó que la lucha de las organizaciones feministas para que se apruebe el aborto en cuatro causales no parará y esperan que el próximo año se logre un consenso para que se dé el aval a las reformas al articulo 133 del Código Penal.

En El Salvador, al igual que en otros países de la región como Guatemala y Honduras, el aborto es ilegal en cualquier circunstancia.

El Código Penal salvadoreño establece penas que oscilan entre los 2 y los 8 años de cárcel tanto para la mujer que aborta como para quienes le ayuden a llevarlo a cabo.

Lo que diferencia a El Salvador del resto de países es que las mujeres que sufren abortos espontáneos o dan a luz a bebés muertos son sospechosas de haberse sometido a un aborto voluntario y a menudo se las acusa del delito de homicidio agravado, que está penado con hasta 50 años de prisión. EFE