SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El desarrollo humano en la República Dominicana disminuyó un 21.7 % -ajuste por desigualdad- en 2016 según el informe presentado este miércoles por Naciones Unidas.

Los niveles de divergencia en cuanto a ingreso, oportunidades de desarrollo, educación y salud son preocupantes, dice la entidad.

Melisa Bretón, oficial de la Unidad de Desarrollo Sostenible, puntualizó que aunque el país se mantiene dentro de la categoría de Desarrollo Humano ‘‘Alto’’, persisten desigualdades en áreas como distribución del ingreso, participación económica de la mujer, salud sexual y reproductiva, embarazo adolescente y oportunidades de trabajo ‘‘decente’’.

La desigualdad de género es un elemento que no ha mostrado avances significativos en el último año. De acuerdo al Índice de desigualdad de género, el potencial de desarrollo humano del país se reduce en un 47 % por las iniquidades que en general enfrentan las mujeres.

En particular, se evidencian brechas ‘‘abismales’’ en la previsión de servicios en la salud sexual y reproductiva, y en participación de las mujeres en el mercado laboral.

En tanto, los indicadores como mortalidad materna y fecundidad en adolescentes detectan que el país tiene un desempeño muy por debajo, no solo de los países de Desarrollo Humano Alto y de América Latina, sino también por debajo de los países de Desarrollo Humano Medio.

Pobreza extrema y exclusión en la región

Una de cada tres personas en el mundo sigue viviendo con bajos niveles de desarrollo humano. Esto a pesar del ‘‘avance’’ registrado entre 1990 y 2015.

‘‘A pesar del elevado nivel de riqueza en el mundo, segmentos de personas enfrentan exclusiones en diversos ámbitos de la vida, principalmente las mujeres y las niñas, la población rural, discapacitados, migrantes, envejecientes y la población LGBTI’’, manifestó Liciana Mermet, residente adjunta del PNUD.

El Índice de Desarrollo Humano de la región se reduce casi un 25 % debido a la distribución inequitativa del progreso en desarrollo humano, en particular respecto de los ingresos.

El informe sigue demostrando que determinados grupos sufren desventajas sistemáticas en la región. Las mujeres, por ejemplo, son en general más pobres en América Latina y el Caribe.