SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Los productores de cebolla de Vallejuelo salieron a las 4:00 de la madrugada del pequeño municipio de San Juan para llegar a primera hora del día a la oficina del ministro de Agricultura.
Cuatro horas de camino. Pancartas en manos. ‘‘Vallejuelo está de luto’’. Llaman a la puerta, nadie los recibe.
Justo cuando el sol empieza a enchinchar la piel, se enteran. Es un hecho: Ángel Estévez no va a recibirlos.
‘‘Hemos hablado con el coronel de seguridad tres veces. Nos ha informado que el señor ministro no está aquí y que tampoco existe la posibilidad de que él pueda conversar con nosotros’’, expresa Domingo Amancio, luego de cuatro horas plantados, de pie, mirando los barrotes que impiden su entrada a las instalaciones del Ministerio de Agricultura.
‘‘Vallejuelo exige el pago de su cebolla’’ es la idea que predomina en los carteles y la misma que antes del amanecer del primer martes de agosto los obligó a emprender un viaje para conversar con ‘‘el señor ministro’’ –expresión que utilizan cada vez que mencionan al titular de Agricultura–.
Rufino Medina, en representación del Comité Municipal Agropecuario del municipio de Vallejuelo, explica la situación:
‘‘El ministro de Agricultura cuando fue al municipio de Vallejuelo –el 6 de abril de este año– se comprometió, a través de una cooperativa de servicios múltiples, y ordenó a los dirigentes de esa entidad que compraran toda la cebolla que había en el municipio de Vallejuelo.
‘‘Y lo que nosotros hemos pensado es que el señor ministro y los dirigentes de esa entidad hicieron un vaticinio de que en el mercado nacional –a los pocos días de la recesión de la cebolla– los precios se iban a disparar… Que ellos iban a hacer un negocio oneroso y que iban a tener grandes ganancias.
‘‘Entonces, lamentablemente sucedió lo peor: los precios se deprimieron en el mercado y por esa razón el ministro de Agricultura nos abandonó a nuestra suerte’’.
Vinieron a la capital del país, recorriendo más de 150 kilómetros, para conversar con Estévez, ‘‘para que nos explique de manera personal qué es lo que ha pasado, por qué no se ha pagado’’.
Domingo contextualiza que el presidente Danilo Medina el 26 del mes pasado en el municipio de El Cercado, le ordenó textualmente al señor ministro que resuelva a los productores de cebolla del municipio de Vallejuelo.
Vallejuelo es un pequeño municipio de la provincia San Juan que hasta 2010 contaba con aproximadamente 12 mil 403 habitantes. Su economía depende de la producción de habichuelas, maíz y cebollas.
‘‘Si el ministro de Agricultura se comprometió y quedó mal, quedó mal el presidente de la República y todos los subalternos que dependen del ministro de Agricultura’’.
Domingo explica que están desesperados porque las entidades bancarias los tienen al grito. No pagan hace cuatro meses. Les van a embargar sus propiedades. ‘‘O sea las cebollas se pudrieron porque el señor ministro no dio la cara’’.
Con la perseverancia del calor, a más de 30 grados Celsius durante la mañana; con la presencia del sudor como amigo fiel, dijeron que no se van a mover de la puerta del Ministerio de Cultura.
‘‘De aquí no nos vamos… Somos más de 2 mil 750 familias y 341 productores afectados. Le debemos al banco agrícola y a la banca privada 57 millones de pesos.
‘Vallejuelo está de luto’’, es otro de los mensajes escritos para Estévez, pero que apenas ha leído el batallón de policías que custodia la institución que debe ayudar con el desarrollo agrícola.
‘Vallejuelo está de luto’’ alude a los cientos de quintales de cebollas podridas que los cultivadores de la tierra vieron morir.
La tragedia no da tregua a una de las comunidades más olvidadas del país.