La Procuraduría General de la República informó que los resultados de la prueba de ADN practicada a la osamenta levantada el pasado 16 de agosto, corresponden a la niña Carla Massiel Cabrera, desaparecida en el mes de junio del pasado año.
“Mediante los estudios antropológicos y odontológicos se concluyó que se trata de una femenina, cuya edad oscila entre los 8 y 10 años y de rasgos mestizos. Para concluir su identificación se recurrió a la técnica de Identificación Humana por ADN, llegando a la conclusión de que los restos humanos corresponden a la menor Carla Massiel Cabrera, hija de la señora Diolandita Cabrera”, destacó el informe ofrecido por las autoridades.
Informaron que para la identificación de los restos óseos humanos, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) realizó procedimientos de autopsia, mediante la incorporación de un equipo de peritos integrado por médico forense, antropólogo forense, odontólogo forense y técnicos en ADN.
Según se informó, a primeras horas de la mañana por instrucciones del procurador general, Jean Rodríguez; y la titular de la Fiscalía de Santo Domingo, Olga Diná, junto a un equipo de psicólogos, informaron a los familiares de Carla Massiel sobre los resultados obtenidos de la prueba de ADN.
Las autoridades indicaron que cuando culmine el protocolo que conlleva el proceso técnico forense y algunos aspectos de la investigación, harán entrega de los restos correspondientes a sus familiares, para que finalmente puedan darle sepultura.
Asimismo, resaltaron que el Ministerio Público que a través de los departamentos de Asistencia Social, estarán de manera permanente acompañando y asistiendo, el tiempo que así sea necesario, tanto a la madre como a los hermanos, familiares, y a la comunidad de Pedro Brand, en donde residía la menor de edad.
El pasado 8 de septiembre, Rodríguez informó que se habían llevado a cabo 4 pasos de 5 que demostraban que el cadáver es de la menor. “La investigación a la fecha confirman que los restos de la menor CMC y que hasta el momento nada indica tráfico de órganos. Esa confirmación es todavía temporal, pero que ha cumplido con el proceso de 4 de 5 pasos”.
Explicó que tanto la ubicación dada por el apresado del delito, los ajuares encontrados y confirmados por la madre de la menor como suyos, así como el estudio científico de Antropología Forense arrojó que la osamenta encontrada era propia de una menor femenina entre 8 y 10 años, lo que concuerda con la edad de Carla, que tenía 9.
Sin embargo, Jean Alain Rodríguez rechazó la teoría de la venta ilegal de órganos.