SANTIAGO.-El pastor Pablo Ureña llegó como cada mes al hospital pediátrico Doctor Arturo Grullón, de Santiago,para levantar su voz y exigir a las autoridades del Ministerio de Salud un tomógrafo para este centro de salud.

El predicador también exige que se pongan en funcionamiento las  salas de cirugías y mejoría de otros servicios.

Por cinco meses consecutivos el religioso y activista social ha estado en protesta para que las autoridades respondan sus demandas. Hasta este miércoles 20 de diciembre del 2017  Ureña no había tenido  inconvenientes para manifestarse,  pero a la quinta fue la vencida, y el pastor fue agredido por dos agentes policiales que lo sacaron por la fuerza del área de hospital y le destruyeron una caja con la cual el predicador  simulaba llevar un tomógrafo envuelto en papel de regalo para el centro de salud.

Los agentes policiales obligaron al pastor a salir a empujones del hospital, mientras el manifestante clamaba que no le quitaran el simulacro de tomógrafo y exigía que lo dejaran ejercen su derecho ciudadano de protestar. Insistió en el respeto a su derecho a exigir que las autoridades cumplan con la responsabilidad  de atender la salud de la gente, en especial la de  miles  de niños que se quedan sin atención en este centro por la falta de  los equipos.

“La intolerancia se puso de manifiesto, en ningún momento altere el orden, solo caminaba con una caja en la cabeza. La caja de regalo simbolizaba el tomógrafo, enviado por el presidente (Danilo Medina) al hospital Infantil Arturo Grullon”, afirma el pastor Pablo Ureña, quien ha  reiterado sus denuncias  sobre los problema del hospital, sin tener respuesta de las autoridades, quienes en algunas ocasiones lo han tildado de oportunista.

“Este actividad tenía como propósito de que el bullicio de la época no opacara  el grito desesperado de cientos de niños que sufren en este centro de salud por la falta de equipos básicos como un tomógrafo”, manifestó Ureña.

Pablo Ureña inició sus protestas en favor de la salud de los infantes, el 26 de mayo del 2017, en esta ocasión, permaneció una semana encadenado al cerco del nosocomio, pero se retiró tras una  recaída de su salud.

Desde entonces el pastor ha estado en sesión permanente en procura de que el las autoridades responde a las necesidades del hospital, en su lucha el predicador ha si apoyado por los activista de la Marcha Verde  y  otras organizaciones.

“Como director del programa Niños con una Esperanza, estábamos renovando nuestro compromiso de seguir el próximo año, luchando a favor de los niños en condición de vulnerabilidad, incluyendo a todos los niños a quienes se le violan sus derechos a una salud de calidad, dijo el dirigente comunitario.