Lima, Perú, 25 jun.- Tres de los seis únicos países del mundo en donde este viernes entra en vigor la primera norma internacional para combatir la violencia y el acoso laboral hacia la mujer son latinoamericanos, un liderazgo que ONU Mujeres y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) instan a mantener y potenciar.
En un comunicado conjunto, ambas instituciones recordaron esta distinción de la región a la hora de aplicar el Convenio 190 que regula y aclara qué se entiende como violencia y acoso laboral, precisa las medidas para prevenir y abordar el tema y especifica las responsabilidades de cada quien a la hora de abordar esta problemática.
Argentina, Ecuador y Uruguay son, junto a Fiji, Namibia y Somalia, los únicos países del mundo que hasta la fecha han ratificado el convenio internacional, y de ellos, sólo ha entrado formalmente en vigor esta jornada en Uruguay y Fiji.
En este sentido, el organismo de las Naciones Unidas para temas de la mujer y la OIT exhortaron a continuar en ese paso como "una oportunidad para mantener su liderazgo" en un asunto de tal relevancia, particularmente en un mundo azotado por la pandemia del covid-19 que afectó con especial virulencia a las mujeres y a su empleo.
ACOSO INACEPTABLE
"La violencia y el acoso son inaceptables en cualquier lugar y en cualquier momento, pero ahora debemos estar más alertas que nunca, pues el riesgo de violencia mayor en tiempos de crisis.(…) La frustración, la presión económica, el estrés pueden ser detonadores de violencia, con más riesgos para las mujeres trabajadoras", indicó en la nota el director de la OIT para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro.
Según indicó Pinheiro, en este contexto global de inseguridad laboral, las mujeres que mantuvieron sus empleos lo hicieron "expuestas a violencias laborales que suelen ser invisibilizadas", como el trabajo doméstico o el personal sanitario o expuestas al acoso en medios de transporte.
Por su parte, la directora regional de ONU Mujeres, María Noel Vaeza, añadió que este convenio "no solo promueve espacios seguros en el trabajo, sino también reconoce que la violencia domestica afecta la participación de las mujeres en el mundo del trabajo, su productividad, su acceso al empleo y su salud."
Según informa ONU Mujeres, el alcance de la iniciativa es amplio, pues se aplica a todas las personas en el mundo laboral, el entorno, y también a todos los demás trabajadores y trabajadoras, independientemente de su situación contractual, así como a aprendices, quienes hacen trabajo voluntario o buscan un empleo, entre otros.
Además, es aplicable a todos los sectores de la economía, incluyendo el sector público y el privado y la economía informal, tanto en el ámbito urbano como en el rural y obliga a los países que lo ratifiquen a un compromiso para establecer mecanismos de prevención y protección, control de su aplicación, vías de recurso y reparación, así como orientación y difusión.
"Espero que los gobiernos se comprometan con el Convenio, que más países lo ratifiquen, y que se generen los mecanismos concretos para acabar con la violencia y el acoso en el trabajo, que, como sabemos, afectan de forma desproporcionada a las mujeres", concluyó Vaeza. EFE