Ginebra, 13 jun (EFE/Marta Hurtado).- El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, cuestionó hoy si aún existe una comunidad internacional que trabaja unida por el bien de la humanidad o no, dada la enorme cantidad de abusos cometidos en todo el mundo y la inacción generalizada para detenerlos.

"¿Existe realmente una comunidad internacional? ¿O sólo hay comunidades fragmentadas en competencia por los mismos intereses -estratégicos y comerciales- operando detrás de una cortina sin compromiso con la ley y las instituciones", se cuestionó Zeid.

El alto comisionado se dirigió al pleno del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que hoy inició su segunda sesión regular del año, y comenzó su discurso cuestionado los valores más básicos de la humanidad y si éstos realmente se tienen en cuenta.

"Las leyes, las instituciones -y más profundamente los valores- que nos unen se están desplomando. Y quien más lo sufre son millones de seres humanos que padecen la falta de recursos, la miseria, la injusticia, matanzas".

"Somos 7.400 millones de personas en un pequeño y frágil planeta. Y sólo hay una manera de asegurarse un futuro sostenible: asegurar el respeto, resolver disputas, construir instituciones que sean justas y sólidas, y un reparto justo de los recursos"

Zeid se lamentó que el odio se esté expandiendo como algo cotidiano.

"Los muros, que atormentaron a varias generacionales, y que nunca han ofrecido una solución sostenible a ningún problema, están volviendo. Barreras de sospecha están creciendo y éstas pueden matar", alertó el máximo responsable de derechos humanos de la ONU

El alto comisionado delineó la tendencia creciente a la supresión de libertades públicas y de respeto a los derechos fundamentales, y el estancamiento de conflictos armados que podrían haberse resuelto hace mucho tiempo y que no hacen más que crecer y expandirse.

Zeid pidió "que esta locura acabe. Porque puede pararse", y a pesar de que delineó una realidad extraordinariamente pesimista, dijo creer que la situación se puede revertir.

"Somos 7.400 millones de personas en un pequeño y frágil planeta. Y sólo hay una manera de asegurarse un futuro sostenible: asegurar el respeto, resolver disputas, construir instituciones que sean justas y sólidas, y un reparto justo de los recursos".

Zeid instó a que todos los detenidos políticos sean liberados; a que las fuerzas del orden cumplan con las normas de derechos humanos; y a que la ley sobre refugiados se cumpla, especialmente el principio de no expulsión.

Tras este primer análisis sobre el estado de la humanidad, Zeid se dedicó a delinear situaciones de conflicto, violencia e injusticia en múltiples países del mundo, "que podían haber sido evitados, y que ahora deben ser solucionados".

Comenzó por recordar el atentado de la madrugada del domingo en Orlando, Estados Unidos, donde un supuesto terrorista asesinó a más de 50 personas e hirió a otro medio centenar.

"Condeno con la mayor fuerza posible los ataques atroces de extremistas violentos contra personas inocentes, escogidas al azar, o a causa de sus supuestas creencias, opiniones o -como vimos ayer- por su orientación sexual", afirmó.

Con respecto a Siria, inmersa en su sexto año de guerra civil, Zeid dijo que "los sistemáticos y serios crímenes que se cometen diariamente deshonran profundamente a todos aquellos responsables".

"Cuando se ajusten las cuentas, todos los líderes mundiales verán sus legados dañados para siempre por su incapacidad de tomar decisiones para acabar con este terrible y totalmente evitable conflicto", agregó.

Zeid hizo hincapié en el respeto de los derechos de los refugiados e instó a la Unión Europea a cumplir con sus obligaciones y a ser más solidaria.

"Es totalmente posible crear un sistema de gobierno migratorio que funcione, incluso para amplios números de personas, y respetar los derechos individuales de los que necesitan protección. Si los gobiernos europeos pueden acabar con la histeria y el pánico de la ecuación, estoy seguro que podrán lograrlo", subrayó.

El alto comisionado se refirió en varias ocasiones a América Latina y a los conflictos que allí existen, y comenzó por un asunto que les incumbe a todos: la falta de recursos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para la que pidió financiación suficiente y regular para llevar a cabo un trabajo "esencial".

También urgió hoy a las autoridades de El Salvador a mejorar la seguridad pública, asegurando que se respeten los derechos humanos, y a fortalecer la capacidad de autoridad de las instituciones jurídicas.

Asimismo, solicitó al Gobierno y la oposición de Venezuela a resolver sus disputas de forma pacífica.

Finalmente, Zeid también se refirió a la actual epidemia del virus del Zika y pidió a los países a no menospreciar el peligro.

"El zika afecta de forma desproporcionada a los pobres, que viven en áreas con saneamiento inadecuado, y cuyos hogares y lugares de trabajo seguramente no contarán con aire acondicionado y medidas para evitar los mosquitos", subrayó Zeid.

Por ello, añadió, "urjo a que se apliquen las medidas preventivas adecuadas, incluidos los recursos financieros suficientes". EFE