SANTO DOMINGO, República Dominicana.- En un trabajo científico publicado hace pocos días en la revista The British Journal of Anaesthesia (BJA), los investigadores evalúan que todas las características que presenta la exprofesora Jo Cameron “podrían mejorar significativamente el tratamiento del dolor postoperatorio, el dolor crónico y los trastornos de ansiedad“.

El hallazgo de su especial gen tiene potencial para salir en busca de nuevos tratamientos para el dolor y la ansiedad, entre otras áreas, aseguran.

En la revista se lee que la mujer, ahora de 71 años, “informó de una larga historia de lesiones indoloras”, incluida una fractura de muñeca, para las que nunca recurrió al uso de analgésicos.

La presentación del caso en la revista BJA añade que la mujer presenta “numerosas quemaduras y cortes sin dolor”, de las que cayó en cuenta solo “al oler su propia carne quemada antes de notar cualquier lesión". Además, se destaca, "estas heridas curaron rápidamente con poca o ninguna cicatriz residual”.

La mujer no toma ningún medicamento y “está en forma y activa, sin ninguna condición médica aparte de una artritis. Es habladora y feliz con una perspectiva optimista. En el cuestionario de ansiedad sobre el Trastorno de ansiedad generalizada obtuvo una puntuación de 0/21. En depresión también obtuvo un puntaje de 0/29”, se revela.

El estudio prosigue en su introducción que esta mujer “nunca entró en pánico, ni siquiera en situaciones peligrosas o temerosas", incluido un reciente accidente de tráfico.

Por todo ello, cuando cumplió 67 años de vida fue referida e investigada por los equipos de Genética del Dolor del University College London y la Universidad de Oxford.

“Aquí informamos de un nuevo trastorno genético humano en un paciente con hipoalgesia, síntomas de miedo y memoria alterados y una disposición no ansiosa. Este trastorno es atribuible a la herencia conjunta de una microdeleción en un nuevo pseudogen y un SNP hipomorfo conocido como FAAH”, dice la investigación en el clásico léxico erudito propio de cuando un científico entra en materia.

EN TÉRMINOS PERIODÍSTICOS
El caso llevó al New York Time a buscarla y adicionalmente a consultar a otros expertos. Uno de ellos, John Wood, jefe del Grupo de Nocicepción Molecular de University College de Londres, fue claro: “Nunca hemos conocido a un paciente como ella”. Casos de individuos indoloros hay muchos, pero nada como este.

Desde hace casi cien años los científicos han documentado estudios de casos de individuos que sienten muy poco o nada de dolor, pero la mutación genética que parece ser la responsable de la condición de Cameron no había sido identificada con anterioridad.

“Cada una de estas mutaciones nos enseña algo y nos señala un gen en particular como un posible objetivo para medicamentos nuevos y más eficaces contra el dolor”, sostuvo al New York Time Stephen G. Waxman, neurólogo en Yale que también estudia a personas con mutaciones raras que alteran el modo de sentir el dolor.

La investigación de los genes de Cameron comenzó hace unos cinco años, cuando vivía "una vida feliz y ordinaria a orillas del lago Ness, en Escocia, con su marido", y solo después de una intervención quirúrgica en la mano de poca monta, que dejó perplejo al médico de turno que la trató inicialmente.

El diario de Nueva York comenzó por relatar el parto que convirtió en madre a la ahora exdocente. El alumbramiento de su primogético no le produjo más que “un cosquilleo”, aseguró.

“Le aseguro que no voy a necesitar nada”, recordó Cameron que le repitió luego a Devjit Srivastava, consultor en anestesia y medicina del dolor en un hospital del Servicio Nacional de Salud en el norte de Escocia y uno de los autores del artículo de la BJA.

En este se detalla que el gen FAAH-OUT de Cameron “presenta una supresión de la parte frontal". El diario estadounidense complementa citando que padres de hijos con afecciones parecidas "viven con el temor de que, al no sentir dolor, sus hijos no aprenderán a evitar situaciones que los puedan lastimar".

El padre de Cameron ya falleció sin que se estudiara su ADN. Su anciana madre no tiene esa mutación y tampoco su hija, pero su hijo varón “tiene la misma microsupresión en FAAH-OUT, aunque no otra que causa una función reducida de FAAH”. En otras palabras, destaca el New York Time, "su hijo comparte con ella un poco, mas no la totalidad de su insensibilidad al dolor".

Aunque tener esta mutación parezca un sueño, tiene sus inconvenientes. Uno de ellos es que la mujer es muy olvidadiza. Otro, nunca ha sentido “explosiones de adrenalina”.

Los investigadores dijeron que ahora se concentrarán en intentar entender mejor cómo funciona FAAH-OUT para poder diseñar una terapia génica o algún otro procedimiento médico para aliviar el dolor con base en él.

"Para hacer que un descubrimiento como este se vuelva un tratamiento real contra el dolor o la ansiedad es necesario seguir muchos pasos, trabajar muchos años e invertir muchos millones de dólares", advirtió el diario que así buscó reducir ansiedades en quienes desde ya están a la espera de algún medicamento que aproveche lo descubierto por los científicos en los genes de esta exmaestra de colegio escocés.

https://acento.com.do/2018/salud/8617409-cientificamente-comprobado-olor-lavanda-actua-dolor-estres-ansiedad/