SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Los senadores están condenando a las mujeres pobres del país a la muerte. Así respondieron las defensoras de género, Alina Ramírez y Sergia Galván, a los legisladores que entienden que con el rechazo a las tres causales están ‘‘garantizando la vida de la mujer y su integridad física, moral y psíquica y la propia dignidad a la que tiene derecho como ser humano, ella y el producto del embarazo’’.

‘‘Nosotras también protegemos el derecho a la vida. El respeto a la autonomía de la mujer y la despenalización del aborto en tres causales no está mandando a nadie a abortar, esto es precisamente una cuestión de dignidad, de justicia, de derechos humanos, de integridad física, moral y psíquica’’, argumentó la investigadora social y miembro del Foro Feminista, Alina Ramírez.

Este viernes las activistas se mostraron indignadas con la aprobación en el Senado del nuevo Código Penal porque -según argumentan- continúa con la violación de los derechos de las mujeres.

‘‘Esta pieza debe ir a la Cámara de Diputados y no al Ejecutivo como afirmó el Presidente de la Comisión Especial Rafael Calderón, y si lo hacen van a incurrir en violación del Artículo 102 de la Constitución’’, recordó Galván.

Violación del orden constitucional

Rodríguez consideró que la maternidad forzada es un acto de tortura y es contrario a la dignidad de la mujer.

De su lado, Galván precisó que con esta decisión los senadores violan el orden constitucional en lo que respecta a la garantía de derechos de las mujeres, en especial el Artículo 42 de la Constitución que reza:

Artículo 42.- Derecho a la integridad personal. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica, moral y a vivir sin violencia. Tendrá la protección del Estado en casos de amenaza, riesgo o violación de las mismas. En consecuencia:

1) Ninguna persona puede ser sometida a penas, torturas o procedimientos vejatorios que impliquen la pérdida o disminución de su salud, o de su integridad física o psíquica;

2) Se condena la violencia intrafamiliar y de género en cualquiera de sus formas. El Estado garantizará mediante ley la adopción de medidas necesarias para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer;

3) Nadie puede ser sometido, sin consentimiento previo, a experimentos y procedimientos que no se ajusten a las normas científicas y bioéticas internacionalmente reconocidas. Tampoco a exámenes o procedimientos médicos, excepto cuando se encuentre en peligro su vida.

La activista considera que llevar a la cárcel a una mujer violada por interrumpir un embarazo forzado es violencia estatal.

‘‘Con esta decisión el Senado también se coloca de espalda a los compromisos del Estado en materia de derechos humanos y de la opinión generalizada de la mayoría de la población que se ha mostrado de acuerdo con la despenalización por causales’’, recordó Galván.

Seguirán su lucha

Entienden que la pieza debería ir a la Cámara de Diputados. Dijeron que desde ahí lucharán por el derecho a la vida de las mujeres, pero que tampoco esa entidad las detendrá.

‘‘En la Cámara de Diputados vamos a demandar que no se materialice la barbaridad y anacronismos que supone penalizar el aborto de manera absoluta’’, reafirmó Galván.