SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El ministro dominicano de la Presidencia, Gustavo Montalvo, proclamó que la mayor defensa a la soberanía de la República Dominicana ha sido la puesta en marcha del Plan de Regularización, con su conjunto de iniciativas para la identificación, regularización y ordenamiento migratorio.
En su discurso para dejar abierto el retomado diálogo entre los gobiernos de República Dominicana y República de Haití, Gustavo Montalvo, abogó por dejar atrás “la política de odio”, que “ha tenido un costo elevadísimo a ambos lados de la frontera” de la isla La Española que comparten República Dominicana y Haití.
“..Si hablamos de soberanía nacional, este conjunto de iniciativas para la identificación, regularización y ordenamiento migratorio constituyen, en la práctica, la mayor defensa de la soberanía dominicana que se haya llevado a cabo en toda nuestra historia”, expresó Montalvo.
Sostuvo que nada contribuye más a salvaguardar la patria dominicana que el fortalecimiento de las instituciones y las leyes.
Indicó que ese ha sido el objetivo del gobierno del presidente Danilo Medina desde el primer día.
“Hacer valer, de una vez por todas, la ley y el Estado de Derecho en el conjunto de nuestro territorio; de la misma manera que el gobierno haitiano tiene el derecho y el deber de preservarlos en el suyo”, precisó.
"¿Cuánto más no se habrían beneficiado nuestros pueblos durante las últimas décadas si nuestras élites hubieran sido capaces de hablar en términos de buena vecindad en lugar de encender la llama del odio y el desprecio al otro?”
Como había adelantado una fuente del Gobierno dominicano a reporteros de Acento.com.do, el discurso de Montalvo constituyó una respuesta a los sectores más derechistas y ultranacionalistas dominicanos que han criticado el Plan Nacional de Regulación, hasta tal punto de equipararlo con un “golpe de Estado”.
Asimismo, Gustavo Montalvo, resaltó que cuando han pasado ya siete meses desde que, ante el escepticismo de muchos, ambos gobiernos se sentaron por primera vez a dialogar, es oportuno reflexionar sobre la trascendencia de estos encuentros y la importancia que tiene para ambas naciones que la agenda de cooperación mutua continúe.
Afirmó que no es exagerado decir que estos siete meses de conversaciones las relaciones bilaterales han avanzado más que en los últimos 50 años.
“Y, aunque nos alegra que este gran paso haya sido posible ahora, también nos entristece pensar en todo el tiempo perdido. ¿Cuánto más no se habrían beneficiado nuestros pueblos durante las últimas décadas si nuestras élites hubieran sido capaces de hablar en términos de buena vecindad en lugar de encender la llama del odio y el desprecio al otro?”, reflexionó.
Se preguntó cuánto se habría logrado desde el respeto y el diálogo que nunca dominicanos ni haitianos han conseguido desde el orgullo vacío y la intolerancia.
“La verdad objetiva es que la política de odio sembrada en el pasado ha tenido un costo elevadísimo para esta isla, a ambos lados de la frontera, tanto en términos humanos como materiales”, precisó.
Argumentó que aunque el pasado es importante, y que los recuerdos son importantes y son una parte de la identidad, no pueden ser toda la identidad ni tienen por qué condicionar el presente ni el futuro de ambos pueblos.
“Nuestro futuro puede ser muy diferente, puede ser mucho mejor, y es nuestra responsabilidad que así sea. Pero para lograrlo debemos limpiar nuestra mirada de pasado y observarnos nuevamente desde la esperanza, desde la confianza y desde el respeto mutuos”, detalló.
Montalvo citó a Nelson Mandela, cuando estableció: “Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, su origen, o su religión. El odio se aprende. Y si son capaces de aprender a odiar, también se les puede enseñar a amar.”
Indicó que en todo el mundo hay países que han sabido dejar atrás lo peor de su pasado, para centrarse en construir el futuro que quieren para sus hijos.
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