SANTO DOMINGO, República Dominicana,- El Ministerio de Defensa se ha concentrado en transparentar el accionar de las Fuerza Armadas a través de la creación del llamado Libro Blanco de Defensa de la República Dominicana, que procura optimizar el accionar de las instituciones militares en su misión de velar por la defensa y soberanía del territorio dominicano y los intereses nacionales.

Esto incluye la transparencia en las ejecutorias presupuestarias de las instituciones castrenses, gastos, ingresos y cuidado estricto de los inventarios de las Fuerzas Armadas.

Expertos consideran importante que la población en general comprenda que la defensa de la Nación dominicana no sólo implica el compromiso de los militares frente a las múltiples amenazas como la guerra, el narcotráfico, el contrabando y el crimen internacional organizado; ellos también son responsables de misiones para tareas vitales, como la protección al medio ambiente y la población civil, en medio de emergencias.

Para tales fines, el mando militar utiliza la plataforma virtual de la Escuela de Graduados de Altos Estudios Estratégicos (EGAEE) del Instituto Superior para la Defensa “General Juan Pablo Duarte y Díez” (INSUDE), mediante la cuales producen discusiones que buscan estrechar las relaciones cívico-militares para crear con los ciudadanos un ambiente de confianza que les permita enterarse, en debates abiertos, del accionar de las instituciones militares y de lo que será contenido de “Libro Blanco de Defensa”.

La consulta se hace por interés del gobierno dominicano y del alto mando militar, de crear un documento que transparente el accionar de los cuerpos armados en su misión de velar por los intereses y las prioridades nacionales.

Tras valorar el interés del gobierno y el alto mando militar, Miguel Sang Ben, experimentado catedrático de la EGAEE, afirmó que en el contexto de las relaciones internacionales, con la consulta se envía un claro mensaje, “contribuyendo a una conciencia social sobre la existencia de unas Fuerzas Armadas que hacen la paz y no la guerra, que muestran que desde hace años sin publicitar esas acciones los militares dominicanos participan en múltiples operaciones de paz y apoyo para salvaguardar vidas y propiedades en otras naciones “.

Tomando en cuenta el marco legal vigente y los recursos que el gobierno dominicano ejecuta para cumplir con las políticas públicas de defensa y seguridad nacional establecidas, el documento presentaría, en el nivel estratégico, la planificación presupuestaria que deben seguir las Fuerzas Armadas en el mediano plazo, para ejecutar sus tareas y misiones acorde a la Ley 1-12 de Estrategia Nacional de Desarrollo y la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas (139-13), entre otras.

En un primer encuentro, que el ministro de Defensa teniente general Carlos Luciano Díaz Morfa, ERD., sirvió de anfitrión, participando junto al ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez y el encargado de negocios de la Embajada de los Estados Unidos en el país Robert Thomas, académicos del Centro Hemisférico de Estudios para la Defensa William J. Perry (CHDS) con sede en Washington, quienes lideraron una conferencia sobre el tema, dirigida esencialmente a los técnicos que integran la comisión que redacta el Libro Blanco de Defensa de RD.

Charlotte Dalbin, egresada de estudios en Geopolítica de la EGAEE, “considera necesario compartir las informaciones en este proceso de consulta, para que con la escucha activa sea posible conocer el sentir de la población en temas de preocupación mutua, al tratarse de un proceso inclusivo y que amerita de la participación colectiva”.

Afirmó, que se ha discutido la posibilidad de confeccionar versiones miniaturas para la población de jóvenes y niños, de manera que todos conozcan y entiendan su contenido, se expanda la educación y sea parte de la formación cívica de los ciudadanos.

Es necesario que República Dominicana esté a la par de otros Estados que creen en la transparencia de la gestión pública dando a conocer el rol de las instituciones militares, a través de un documento de ese tipo”, puntualizó Dalbin.

Origen y evolución del Libro Blanco de defensa

El académico Miguel Sang Ben, recordó el ejemplo del gobierno británico, que al momento de Inglaterra comenzar a desmantelar su sistema colonial y cada país iba alcanzado su autonomía, pero manteniendo a la Reina como Jefa de Estado, lo que se tradujo en una reducción de los gastos, con lo cual se inició la redacción del primer Libro Blanco, que a partir del año 1957 comienza a transparentar y a justificar públicamente los gastos militares desde entonces.

En el plano local, fue en el año 1963 cuando a través del golpe de Estado que derrocó al Presidente Juan Bosch, Las Fuerzas Armadas llegaron a publicar un primer intento de Libro Blanco como parte de un movimiento que estaban siguiendo algunas naciones, que empezaban a salir de gobiernos dictatoriales en el Hemisferio Occidental, cuando sólo 3 de 19 naciones, contaban con sistemas democráticos.

A partir de ahí los Estados Unidos comenzó a promover la institución de Escuelas de Defensa y Seguridad que permitiera a ciudadanos civiles incursionar en estudios de asuntos militares. Fue así, como más tarde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) comenzó a propiciar la confección de “Libros Blancos” en el Continente Americano siendo el primero creado en Chile en medio de la presidencia de Augusto Pinochet.

Años más tarde la Organización de Estados Americanos (OEA) se empoderó del tema, en el año 1997, y se convocó la primera Conferencia de Ejércitos Americanos (CEA), a iniciativa del Ministro de Defensa de los Estados Unidos de América.