SANTO DOMINGO, República Dominicana.- En el centro educativo Profesora Marina Sepúlveda no ha iniciado el año escolar 2017-2018. Se desconoce que hicieron qué hicieron ayer lunes y la mañana de este martes los 658 estudiantes que asisten a ese plantel. Como este, otras dos escuelas en El Peñón, municipio de Barahona, tampoco han abierto sus puertas.
‘‘La razón es que solo en Barahona hay 34 maestros que el Ministerio de Educación tiene bloqueados de las nóminas. Gente con necesidades que ellos sacaron indiscriminadamente’’, explica la maestra Daris Urbaez.
Advierte que en la regional de Barahona los profesores no iniciarán las clases hasta tanto Educación no resuelva lo que injustamente –a su juicio– ha provocado.
Mañana miércoles profesores afectados por el bloqueo de nómina que todavía mantiene el Educación para cientos de profesores instalarán una carpa desde las 9:00 de la mañana frente al Ministerio.
Dirigentes de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) mantendrán la parálisis que tiene sin docencia a miles de estudiantes en el sur, este y cibao.
El ministro actuó de manera ‘‘irresponsable’’, considera Thomás Pichardo, quien tiene 37 años trabajando en el sector educativo y, desde su experiencia, nunca los maestros habían recibido tanto maltrato y demérito.
De acuerdo con las informaciones de Pichardo –dirigente de la ADP–, en Barahona, San Juan, Azua, Hato Mayor, Higüey, el Seibo, Haina, Nigua, San Pedro de Macorís son algunos de los pueblos sin escuelas públicas funcionando. ‘‘La mayoría de estos lugares paralizados de manera total’’.
Dice Pichardo que vendrán a la capital dominicana representantes de todas las regionales con evidencias de que ‘‘no son personas botellas, sino de carne y hueso’’. Maestras embarazadas, profesores con enfermedades terminales y todos los afectados llevarán sus pruebas, con la esperanza de que Andrés Navarro los reciba.
No hay revolución educativa: ‘‘Es solo un discurso hacia afuera, pero hacia adentro, siguen los mismo problemas’’
Pichardo, con casi cuatro décadas caminando por las calles de la educación dominicana, plantea su parecer sobre el tema de la ‘‘revolución educativa’’, discurso de gobierno del presidente Danilo Medina.
‘‘No hay una revolución educativa. Para que sea posible, tiene que haber un cambio de administradores del sistema, tiene que ser un compromiso de todos. La revolución no es un discurso, es una acción, que la gente vea se está haciendo algo diferente en favor de todos y todas’’.
Desde su experiencia, dice que revolución es cambio, es transformación, es progreso, y eso no es lo que observa en ese sector.
‘‘Es solo un discurso hacia afuera, pero hacia adentro, siguen los mismo problemas. Tenemos escuelas que ayer no pudieron empezar, no por los bloqueos, sino porque hay 4 mil 500 maestros que fueron contratados el año pasado que hoy no están en las escuelas para recibir a los niños y las niñas.
‘‘Se ha querido empañar y llevar la atención a los bloqueados, pero hay debilidades que tienen que ver con infraestructuras, gestión y centralización de Andrés Navarro. Él quiere controlar todo desde arriba.
Enfatiza en que la construcción de planteles no garantiza calidad si se mantiene la misma forma de dirigir y los mismos contenidos para los estudiantes.
Desde su análisis, las infraestructuras educativas son solo una imagen positiva para el gobierno.
‘‘Construir porque eso da una imagen positiva y para que la gente crea que se está haciendo algo. Con cuatro paredes no se resuelve el problema. Llevando escuelas que no tienen condiciones sanitarias a una jornada extendida crea un problema mayor.
Contenidos de calidad, otras precariedades
La lectura que Pichardo hace de la ‘‘supuesta revolución educativa’’ es que no existe. Dice que ‘‘nada es diferente’’ si no se cambian contenidos y se agregan otros.
‘‘Se necesitan contenidos de calidad, como el cuidado de la voz, las artes… pero nada de eso está. Lo único que se ha hecho es extender la hora. Si eran 45 minutos de matemáticas, ahora se dan dos horas, pero es con la misma cosa.
‘‘Se necesita el médico escolar y la enfermera, porque se presentan situaciones que lo requieren y los profesores no está capacitados para solucionar esas eventualidades’’, concluye.