Tegucigalpa, Honduras (EFE).- Manifestantes que participan en las protestas de maestros y médicos en Honduras llegaron este viernes hasta la Embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa y quemaron neumáticos en la entrada de su edificio principal, sin registro de heridos o detenidos.

Los manifestantes colocaron neumáticos a los que luego le prendieron fuego y se fueron, en un hecho que se registró hacia las 13.30 horas locales (19.30 GMT) cuando otros grupos marchaban como parte del segundo día de un paro promovido por maestros y docentes que se oponen a unas leyes sobre salud y educación, que consideran lesivas.

El cuerpo de bomberos llegó unos quince minutos después a extinguir las llamas en la entrada de la Embajada estadounidense, que se localiza en la Avenida La Paz de Tegucigalpa.

Las llamas alcanzaron más de cinco metros y despedían densas columnas de humo negro.

El portavoz de la Secretaría de Seguridad, Jair Meza, dijo a los periodistas que el hecho lo protagonizaron "personas con el rostro cubierto" que huyeron del lugar.

Al parecer no había ninguna fuerza policial frente a la sede de la legación diplomática al momento en que individuos con el rostro cubierto llegaron hasta la entrada del edificio de varios pisos cargando neumáticos viejos.

Por lo general en los alrededores de la Embajada siempre hay agentes de la Policía hondureña y personal de representación diplomática, que a pocos metros de su actual edificio está construyendo un nuevo inmueble.

Meza indicó que en la manifestación liderada por médicos y maestros "hay personas infiltradas propiciando actos vandálicos que manchan la lucha gremial".

Señaló que las altas autoridades de Seguridad han ordenado la identificación y detención de "personas encapuchadas" que participen en las manifestaciones y provoquen caos.

Dijo que al menos dos manifestantes fueron detenidos este viernes en una populosa colonia de Tegucigalpa, cuando "colocaban piedras en una calle" para obstaculizar el tráfico de vehículos.

La Policía hondureña no permitirá que grupos vandálicos participen en las protestas y causen "zozobra" en la población y los mismos manifestantes, añadió.

El paro comenzó el jueves pese a que el miércoles en la noche el Gobierno del presidente Juan Orlando Hernández aprobó un decreto que garantiza la no privatización de los servicios de salud y educación en un intento por desactivar la crisis.

El mismo jueves la Embajada de Estados Unidos había instado a los hondureños a que "se abstengan de actos de violencia", en un comunicado en el que además enfatizaba en "la necesidad de resolver" las "diferencias de forma pacífica con respeto al orden público".

"Aunque las diferencias de opinión sean grandes, el Gobierno de Honduras, la sociedad civil, el sector privado y el pueblo hondureño pueden lograr a través del diálogo consensos que beneficiarán a todos", añadió la legación diplomática estadounidense.

No es la primera vez que una legación diplomática estadounidense en Honduras es alcanzada por manifestantes.

En la noche del 7 de abril de 1988, personas que protestaban contra la entrega a Estados Unidos del narcotraficante hondureño Juan Ramón Matta le prendieron fuego al edificio del consulado de ese mismo país, que entonces funcionaba justo al frente al inmueble donde se ha registrado el incidente de hoy.

En esa ocasión fueron quemados más de una decena de vehículos que estaban aparcados en la parte posterior del edificio del consulado.

Además, según se informó entonces, cinco personas murieron durante esa violenta protesta, cuatro de ellas al parecer por disparos hechos desde el interior de la Embajada.

Ante lo ocurrido ese día, el entonces presidente hondureño, José Azcona, decretó emergencia y suspendió garantías constitucionales relativas a derechos individuales. EFE