El escándalo por los "papeles de Panamá", que ha destapado miles de empresas y activos opacos de personalidades de todo el mundo, creció con más revelaciones y reacciones, entre ellas la del presidente de EE.UU., Barack Obama, que advirtió del "gran problema global" de la evasión de impuestos.

El rey saudí, Salman bin Abdulaziz; el presidente emiratí, Jalifa bin Zayed al Nahyan; el ex jefe de campaña del actual mandatario tunecino, el banco francés Société Générale y bancos alemanes son algunos de los últimos afectados por la filtración periodística de esos papeles, considerada la mayor de la historia.

Además, el primer ministro islandés, Sigmundur David Gunnlaugsson, presentó su dimisión ante fuertes presiones de la oposición y de la calle, tras las filtraciones que lo vinculan con una empresa en un paraíso fiscal.

El escándalo abarca más de once millones de documentos del bufete panameño Mossack Fonseca, especializado en la gestión de capitales en paraísos fiscales, y afecta a más de 140 políticos y altos funcionarios de todo el planeta, entre ellos varios jefes o ex jefes de Estado, o a sus familiares.

El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (CIPJ), con sede en Washington, ha sido uno de los artífices de la divulgación de los papeles y hoy la página web tunecina "Inkyfada", vinculada a esa organización, también publicó nombres de implicados.

Otro afectado es Panamá, país de origen del bufete implicado y al que hoy Francia volvió a incluir en su lista de paraísos fiscales.

El Gobierno panameño respondió que no aceptará que se use al país como "un chivo expiatorio" a raíz de las filtraciones y no descartó aplicar la ley de reciprocidad a las naciones que lo incluyan en listas grises o negras.

Por su parte, Obama dijo que muchas de las operaciones en paraísos fiscales que aparecen en los "papeles de Panamá" son "legales" y subrayó que ese es "precisamente el problema".

"Están aprovechándose del sistema", agregó el mandatario, al insistir en que la solución debe ser coordinada a nivel mundial y subrayar que este tema ha sido discutido de manera habitual en las reuniones del G20 (grupo de países desarrollados y emergentes) y otras cumbres internacionales.

Puso de ejemplo el plan anunciado por el Tesoro estadounidense esta semana para dificultar la llamada práctica de las "inversiones fiscales", por la que grandes empresas adquieren pequeñas competidoras extranjeras con el objetivo de cambiar el domicilio fiscal y así beneficiarse de menores tasas impositivas.

Mientras, la Fiscalía general de Rusia anunció que investigará la información de los "papeles de Panamá" que afecta a ciudadanos rusos, algunos de ellos del entorno próximo al presidente Vladímir Putin.

No obstante, el Kremlin insistió en que la investigación es una "falsificación orquestada" contra Putin.

El Gobierno de Pekín consideró que los "papeles de Panamá" son "acusaciones infundadas" y se negó a responder si investigará a los ciudadanos chinos que aparecen en la filtración como propietarios de sociedades o cuentas en paraísos fiscales, entre ellos el cuñado del presidente Xi Jinping.

El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, informó de la constitución de una comisión judicial para investigar la legalidad de las sociedades que sus hijos tienen en paraísos fiscales, desveladas también dentro de este escándalo.

Y el primer ministro británico, David Cameron, afirmó que no posee activos en paraísos fiscales, en respuesta a las filtraciones que ligan a su padre con operaciones opacas y a la petición de explicaciones por parte de la oposición laborista, que le urgió a "aclarar" sus asuntos impositivos.

Mientras el presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró que se revisará "hasta el último" de los datos de los papeles, para conocer quiénes tienen fideicomisos y propiedades en Panamá y quiénes han empleado mecanismos de ese tipo "para evadir impuestos".

El mandatario de Argentina, Mauricio Macri, mencionado en los papeles, "no tiene ni cuentas ni activos no declarados" y "no tiene nada que ocultar", aseguró tajantemente su jefe de Gabinete, Marcos Peña.

Por otro lado, el ministro alemán de Justicia, Heiko Maas, enfatizó que "nadie debe creer que puede escapar permanentemente a la ley y de los investigadores nacionales", tras conocerse que al menos 28 bancos alemanes recurrieron a los servicios del bufete panameño para crear o gestionar más de 1.200 empresas fantasma.

Según el vespertino "Le Monde", el banco francés Société Générale, una de las principales entidades del país, tiene 979 empresas abiertas en paraísos fiscales con la ayuda del bufete.

El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (CIPJ), con sede en Washington, ha sido uno de los artífices de la divulgación de los papeles y hoy la página web tunecina "Inkyfada", vinculada a esa organización, también publicó nombres de implicados.

Tras esa publicación, en la que se mencionaba, entre otros, a Mohsen Marzouk, exjefe de campaña del actual presidente tunecino, Beji Caid Essebsi, y uno de los fundadores del partido gobernante "Nida Tunis", la web denunció haber sufrido un ataque cibernético masivo. EFE