El escándalo de los papeles de Panamá, la mayor filtración periodística de la historia, puso bajo el punto de mira de la opinión pública al primer ministro británico, David Cameron, al primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, y al que fuera candidato a la presidencia de Túnez en 2014, Samir Abdelli.

Las revelaciones publicadas por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por su sigla en inglés), con sede en Washington, sobre miles de empresas y activos opacos creados en numerosos países a través del bufete panameño Mossack Fonseca continuaron hoy generando reacciones en todo el mundo.

Durante la jornada, se puso de relieve las tensiones entre el sector privado de Panamá, que rechaza cualquier presión sobre el país, y la comunidad internacional favorable a disciplinar al sistema fiscal panameño y en donde destaca Francia, que incluyó el viernes a Panamá en su lista de paraísos fiscales.

En línea con esta corriente, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ha diseñado un plan de diez puntos para reforzar la lucha contra el blanqueo de capitales y la evasión fiscal que incluye aumentar la presión sobre Panamá si no coopera con el resto de países.

El programa de Schäuble fue difundido por los diarios "Handelsblatt" y "Die Welt", en donde el ministro alemán expresó su intención de pedir la cooperación de los socios del G20, que se darán cita esta semana en Washington coincidiendo con la reunión de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI).

A pesar de esos cambios estructurales propuestos por Alemania, el impacto de la filtración se sintió hoy especialmente en Reino Unido, donde Cameron se convirtió en el primer jefe de Gobierno británico en publicar su declaración de Hacienda, en un intento por disipar la controversia por el caso de los papeles de Panamá.

En medio de una fuerte presión mediática y política, Cameron facilitó los detalles fiscales de sus ingresos correspondientes a los años entre 2009 y 2015, después de que saliera a la luz, a partir de los documentos del bufete Mossack Fonseca, sus beneficios de una inversión de su padre, Ian, en un paraíso fiscal.

A simple vista, los aportes de impuestos del primer ministro no indicaron que tuviera ingresos dudosos, aunque los medios británicos cuestionaron la procedencia de dos regalos de 100.000 libras -un total de 246.000 euros- que le hizo su madre, Mary Cameron, en 2011 tras la muerte de su padre.

Siguiendo el ejemplo de Cameron, la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, publicó también su declaración de Hacienda, acción que imitaron otros líderes políticos escoceses.

En otra parte del mundo, el que fuera candidato a la presidencia de Túnez en 2014, Samir Abdelli, y Tawfik Bendjedid, hijo del antiguo presidente argelino, Chedli Bendjedid, aparecieron implicados en los papeles de Panamá, según la pagina web tunecina que los publica "Inkyfada".

Y, mientras, en Pakistán, el líder del partido opositor Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI), Imran Khan, exigió la dimisión del primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, y amenazó con una protesta si no se investigan las alegaciones de los papeles de Panamá.

La filtración de 11,5 millones de documentos del bufete panameño reveló que tres de los cuatro hijos del mandatario pakistaní, Hussain, Maryam y Hassan, crearon compañías en las Islas Vírgenes Británicas a través de las que controlan propiedades en Londres.

Ninguna región escapó hoy del escándalo y en, República Dominicana, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, consideró "grave" que aparezcan en las filtraciones políticos latinoamericanos, entre los que destacan importantes figuras como el presidente de Argentina, Mauricio Macri.

En España, El Confidencial y La Sexta, publicaron que el expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa "tuvo un poder" en una sociedad creada con la firma de abogados panameña Mossack Fonseca que "se utilizó para constituir una empresa y realizar importantes inversiones en España".

La compañía Danforth Investment, en la que Blesa figura como apoderado, se creó en 1989 en Islas Vírgenes Británicas, consideradas un paraíso fiscal.

De esta forma, bajo la lupa de la opinión pública, también se situó el gabinete de abogados panameños Mossack Fonseca por haber utilizado la identidad del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para atraer clientes hacia cuentas opacas, según desvelaron dos diarios suizos y confirmó la propia CICR.

Hoy se cumple una semana de la masiva filtración que salpica a 140 políticos y funcionarios de todo el planeta y que ya ha provocado la dimisión como primer ministro de Islandia del liberal Sigmundur David Gunnlaugsson. EFE